Pulse él botón de planta baja con la vista en mi teléfono, él ascensor abrió las puertas y salí de este, camine hasta la salida y me adentre con rapidez al auto.
—Buenos días —dijo él guardaespaldas.
—Buenos días, ¿Las maletas ya fueron llevadas? —pregunte amablemente.
—Si, ya fueron llevadas —dijo con seriedad.
Después de que dijera eso, él silencio perduro en todo él viaje.
Él hombre aparcó él auto en él aeropuerto y salí de este, él guardaespaldas estaba detrás de mí, hicimos él papeleo y revisión. Al terminar la aeromosa nos esperaba con una cálida sonrisa, camine hasta él avión y él guardaespaldas también.
Me senté y no pedí nada, realmente no quería comer nada, mi apetito se fue y no me siento muy bien que digamos, para mi comer sin saber nada de él, me causa un gran sentimiento de culpa, arrecoste la cabeza él sillón y tome una revista.
...
Salí del aeropuerto y de mala gana camine hasta él auto, él guardaespaldas no dijo ni una sola palabra, mientras yo miraba las calles de New York, realmente odiaba esto, no quiero hacer nada ahora, tengo muchos problemas como para que me venga otro.
Él guardaespaldas aparcó él auto en la entrada de la casa, salí con rapidez y toque él timbre. Carmen salio con una cálida sonrisa y su rostro tan amable y dócil, me acerque y la abrace.
—¿Como estas? —pregunte—. ¿Por que esta tan feliz?
—Estoy bien y no es nada, solo estoy alegre —dijo con una sonrisa.
Su alegría era contagiosa, pero era realmente extraño. Carmen siempre se mantiene seria, pero amable,por lo que es extraño verla así.
—Me tengo que ir, en unas horas vendré —dije.
—Esta bien —dijo con una radiante sonrisa.
Entre en él auto y una empleada se llevo las maletas, entre en él auto y revolví mi cabello, estaba estresada, no se que hacer cuando llegue allí y como lidiar con ese problema.
Él guardaespaldas arranco él auto y toma mi teléfono, llame al mismo numero y me atendió al instante.
—Buenas tardes soy Clara, ¿Donde nos reuniremos para resolver él problema? —pregunte.
—En él restaurante del hotel Reiffel —dijo la mujer.
—Esta bien, ya voy en camino —dije y tranque.
Le di la dirección al guardaespaldas y este asintió serio, empecé a pensar como resolvería esto, sera fácil, solo tenemos que revisar en las tiendas y que la gerente me de los detalles, y listo creo.
El hombre aparcó el auto en él lujoso hotel, abrí la puerta y estábamos en él estacionamiento, el guardaespaldas estaba detrás, entre al hotel y me acerque al mostrador.
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El Posesivo Millonario
RomanceSecuela de Casada Con El Frío Millonario. Ella no sabia que era él amor, nunca amó, nunca fue amada, las experiencias la hicieron más fuerte, pero ella llego a amarlo a él. Él no tenia ataduras, solo sentía placer, pero nunca amor, él nunca había se...