Gray

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El pelinegro solo podía observar cómo ese misterioso hombre y el carro se alejaban con Lucy dentro. No tenía ni la más remota idea de a dónde se dirigían, pero debería descubrirlo pronto si quería salvar a la rubia.
Se dirigió a hablar con algunos habitantes del pueblo, pero no obtuvo ninguna respuesta que le fuera útil.
Cuando estaba apunto de tirarse de los pelos y morderse los nudillos alguien le interrumpió;

- ¿Eres tú el mago que pregunta la dirección de ese carro? — Gray giró la cara para encontrarse con un anciano bastante bajito.

- Sí... — dijo a la vez que asentía con la cabeza — ¿sabe usted algo? — preguntó sin esperanzas.

- Si bien no me equivoco, ese carro mágico pertenece a un gremio oscuro llamado Palcarmor — el hombre acarició su canosa barba y continuó hablando — su guarida se encuentra cerca del lago que rodea el bosque.

Gray contempló sin ningún descaro al anciano, no sabía si podría fiarse de alguien a quién no conocía de nada.

- ¿De dónde a sacado toda esa información? — se atrevió a preguntar.

El hombre mayor solo se limitó a posar en su rostro una leve sonrisa, para después retomar su camino dejando a Gray con un mar de dudas.
Pero no era momento para pensar, a sí que decidido salió en busca de su compañera.

Tras una larga hora de busqueda al rededor del misterioso lago, Gray encontró un edificio con pinta de ser bastante antiguo y se encaminó hasta las grandes puertas de madera que lo protegían.

Pero entonces estas se abrieron, dejando ver a su paso una orda de personas furiosas sin motivo alguno que intentaban atacar a Gray.

- ¿Pero qué...? — se autopreguntó en voz alta.

Algo no encajaba, no tardó nada en deshacerse de ellos... eran muy débiles.
Rápidamente avanzó por los grandes pasillos del edificio, en realidad ni si quiera sabía hacia dónde se dirigía, pero no podía quedarse quieto sin saber si su compañera estaría bien.

Algo sacó del laberinto de pasillos a Gray, eran gritos de Lucy.

Corrió hacia su dirección y se encontró en un sucio sótano, en el cual a lo lejos pudo apreciar la sombra del hombre que raptó a Lucy.

- Vaya, vaya... ¿qué tenemos aquí? — el hombre se paseaba de un lado al otro de la pequeña sala — seguro que no te ha costado nada llegar hasta aquí — en su cara pudo verse una sonrisa tétrica.

- Has acertado — vaciló Gray — ¿te han dicho alguna vez que tus guardias son unos débiles?

El hombre esbozó una gran sonrisa.

- No me son nada útiles, solo los utilizaba para aumentar mi poder — dijo sin ningún pelo en la lengua.

Fue entonces cuando Gray temió por la vida de Lucy, sabía que tenía que escapar de allí con ella.
Echó un rápido vistazo al sótano y justo detrás del mago oscuro pudo distiguir una puerta.
Estaba convencido de que ahí se encontraría Lucy.

- Vas a lamentar haber venido hasta aquí, me quedaré con tu magia y tú vida... — dijo entre risas, totalmente tranquilo.

Comenzó a atacar a Gray y este esquivó todos los ataques aunque con dificultad, sabía que ese no era cualquier mago, era realmente fuerte y tenía que hacer algo rápido.

- No puedo perder tiempo ahora contigo... — susurró para sí Gray.
No tuvo más opción que congelarle. En escasos minutos el mago se liberaría, pero ganaría algo de tiempo para rescatar a Lucy.

Sin dudarlo se dirigió hacia la puerta donde ella se encontraba y la vio conectada a unas especies de cables. Supuso que así era como absorbía la magia.

Gray furioso rompió todos los artefactos que habían a su paso y liberó a su compañera.
Estaba inconsciente, la cargó en brazos y antes de salir cogió de una de las grandes estanterías de la habitación las llaves de Lucy. Escapó lo más rápido que pudo para no volverse a encontrar con ese mago.

- ¿Qué ha ocurrido? — gritó una Mirajane muy preocupada al ver a Gray cargando a Lucy inconsciente.

- Hemos tenido unos pequeños percances... — fue directo a la enfermería sin responder ninguna de las preguntas que les hacían los integrantes de Fairy Tail.

Tumbó a la rubia en la camilla y se sentó esperando el diagnóstico de Porlyusica.

- Le han arrebatado bastante mágia — informó la peli rosa — en unos días despertará, no es nada grave.

Gray asintió y decidió pasar la tarde allí a la espera de que despertara, se sentía culpable y no sabía que hacer.

Pasaron las horas y ya casi se le cerraban los ojos, hasta que alguien apartó su cansancio entrando en la enfermería furioso.

- ¡¡Graaaay!! — Natsu apretó sus puños — ¿Qué diablos has hecho desgraciado?

Gray lo miró con su habitual mirada fría, parecía no importarle nada.

- Son cosas que pasan — se levantó del sillón — de todas formas está bien, no hay motivos para preocuparse — aclaró dirigiendose a la entrada pasando por al lado de Natsu.

- ¿Por qué eres así? — Natsu detuvo a Gray agarrándolo del brazo.

- ¿De qué hablas? — no entendía que quería decirle su amigo.

- Actúas como si no te importara lo sucedido, pero por alguna razón llevas aquí toda la tarde a su lado — soltó a Gray para dejarlo marchar — ¿Por qué diablos nunca muestras tus sentimientos? — concluyó Natsu la conversación al no recibir respuesta.

Él estaba convencido de que a Gray realmente si le importaba la seguridad de Lucy, pero le gustaba mostrarse indiferente a todo.

Liot [Graylu]Where stories live. Discover now