Liot [Graylu]

El amor está en el aire

- ¿Todo esto es necesario, Levy? — preguntó Lucy cargando tres bolsas llenas de condimentos para su amiga.

- Por supuesto, creo que aun así he comprado poco... — confesó la peliazul.

Al entrar al gremio, Levy buscó con la mirada una de las mesas donde solían sentarse las demás chicas. Allí pudo ver a Lisanna, Erza y Juvia. Sin dudarlo arrastró a Lucy hasta aquella mesa captando a su vez toda la atención de sus compañeras.

- ¿Saben para qué es todo esto? — habló Levy.

- ¿Para comer? — preguntó Erza ojeando el interior de las bolsas.

- ¡Para preparar chocolate! ¿Sabéis que día es mañana, no? — preguntó la peliazul.

Todas las chicas se miraron entre sí, Lisanna algo más ruborizada asintió con la cabeza.

- Es San Valentín — aclaró Levy — por lo tanto hoy haremos chocolate, ¿qué os parece?

- ¿A ti que mosca te ha picado, Levy? — Erza no entendía tanto entusiasmo — ¿Para qué quieres hacer chocolate?

- Para dárselo a Gajeel, por supuesto — aclaró sin miedo alguno.

- ¡Juvia está orgullosa de Levy-chan, pelee por su amor! — gritó la maga de agua.

Todo el gremio se giró en busca de la culpable de aquel grito, pero para ese entonces, ya no había ni rastro de ellas allí.

En casa de Levy todo parecía estar ordenado cuidadosamente. Al llegar todas se acomodaron alrededor de la mesa de su cocina, mientras que Levy soltaba todo el contenido de las bolsas justo allí y las demás miraban expectantes. Tabletas de chocolate de todos los tipos asomaban debajo de un par de bolsas de azúcar y decoraciones. La maga realmente quería impresionar a Gajeel.

- He pensado que podríamos hacerlo todas juntas, así será más divertido y también podréis regalarlo a quien queráis.

Erza pensó en si sería apropiado darle algo como eso a Jellal, él no era esa clase de persona, ni tenía tiempo para ello. Aun así haría aquellos chocolates, aunque fueran para ella misma.

Por otro lado Lisanna no podía estar más emocionada, por su cabeza pasaban miles de escenarios que podrían ocurrir si ella se animaba a darle aquel regalo a Natsu, ella simplemente deseaba que con aquello pudiera darse cuenta de sus sentimientos.

Lucy no parecía la de siempre aquel día, apenas conversaba y estaba todo el tiempo distraída. El causante de aquel estado de la muchacha era Gray, no podía dejar de pensar en lo que estuvo a punto de pasar hacía dos noches. Desde entonces apenas hablaron y ella apartaba la vista de él cada vez que se cruzaban. Los nervios florecían rápidamente cuando lo veía y no sabía cómo controlarlo.

- ¡Juvia hará chocolates para Gray-sama! — decía la maga mientras abría una de las tabletas — Juvia quiere hacer el mejor chocolate para que esté feliz con ella.

Lucy parpadeó un par de veces y la miró confundida, ¿acaso esa chica nunca se daba por vencida?

De repente una ola de sentimientos la atacó y sin dudarlo agarró los utensilios necesarios y se puso manos a la obra con aquellos dichosos chocolates. No podía negar que le incomodaba escuchar a Juvia hablar de Gray así, pero no podía culparla, ella no sabía nada.

- Juvia, ¿no te cansas de estar siempre tras Gray? — preguntó Levy mirando de reojo a su amiga rubia — no quiero ser directa, pero él no parece prestarte mucha atención.

- Lo has sido, Levy — dijo Erza mientras batía una mezcla.

- A Juvia no le importa eso, seguirá intentándolo cueste lo que cueste — aclaró ella misma.