Liot [Graylu]

Múltiples trabajos

Llegó el día de volver a casa, todos estaban agotados y regresaban con picaduras de todo tipo. Durante todo el camino hasta bajar del tren Lucy se mantuvo callada y pensativa. Natsu (que probablemente pueda ser la persona más despistada del planeta) no se dio cuenta de ese detalle, pero por el contrario su compañero Gray no paraba de darle vueltas al asunto.

Al bajar todos se despedían y ponían rumbo a sus respectivas casas, todos menos Lucy y Gray que caminaban en la misma dirección. La maga andaba con la mirada perdida, siguiendo de manera mecánica los pasos de Gray. Al entrar en la casa del pelinegro dejó las cosas caer al suelo y se lanzó al sofá quedando boca abajo, Gray la miraba sin saber qué diablos le ocurría, pero antes de poder preguntar ella habló:

- Lo siento, soy una molestia - confesó mientras se daba la vuelta para mirarlo.

- ¿A qué te refieres? - Gray se acercó y lentamente se dejó caer en el sofá de al lado - ¿Lo dices por vivir aquí? - preguntó sabiendo la respuesta de antemano.

Lucy asintió con la cabeza mientras buscaba las palabras adecuadas para hablar.

- Todos vuelven a sus casa y yo... en fin - se levantó para ponerse de pie justo delante de Gray - no quiero depender de nadie, a sí que he decidido buscar otro trabajo aparte de las misiones que haga - se llevó un dedo a la barbilla mientras miraba al techo pensativa - quizás le pregunte a Mira si necesita ayuda en el gremio.

El mago de hielo mantenía una lucha interna por no reírse delante de ella, la idea de que Lucy trabajara en el gremio se le hacía divertida y no pudo evitar pensar en que más de un integrante se alegraría de verla allí todos los días. Aunque él pensara que no duraría ni una semana trabajando en el gremio, la apoyaría si es lo que necesitaba.

- Está bien - dijo el pelinegro levantándose de su sitio y quedando así a escasos centímetros de ella - te ayudaré con eso, pero Lucy, no pienses que eres una molestia.

- Gray... - a Lucy le brillaban los ojos de emoción por la simpatía de su compañero de gremio - ¡Gracias, de verdad! Y ahora por favor... ponte la ropa que has dejado tirada en el suelo y vayamos al gremio - dijo entusiasmada mientras caminaba hacia la puerta.

- ¿Pero cuándo...? - Gray se preguntaba extrañado en qué momento se desvistió y se maldecía mentalmente por no poder evitar esa tonta manía ni en situaciones como esta.

Pero a Lucy ni si quiera un arsenal de Grays sin ropa podrían cabrearla en ese momento, estaba decidida a buscar un trabajo y obtener así el dinero para su alquiler.

Al llegar al gremio saludó a Mirajane que como siempre se encontraba en la barra, mientras esta pasaba un trapo limpiando así los charcos de alcohol que derramaban algunos integrantes, Lucy le contó lo que tenía pensado.

- La verdad es que me vendría bien algo de ayuda - dijo feliz la albina - si te parece bien podríamos hacerte algunas pruebas para ver como te desenvuelves.

Lucy asintió muy contenta mientras pensaba que el trabajo de Mira sería de los más fácil. Gray que se mantenía un poco más alejado de ellas vio como Mira le hacía una seña con la mano para que se acercara y él así lo hizo.

- Bien Lucy, hagamos un simulacro - dijo la chica mientras empujaba al espacio de dentro de la barra a la rubia - Gray será tu cliente, así que ya sabes, sé cortés y educada.

Se alejó un poco mientras le daba una cálida sonrisa a su amiga y esperaba con ansias ver cómo de bien se le daba tratar con los clientes. Lucy miró a Gray unos segundos y se acercó con una gran sonrisa.

- ¡Buenos días! ¿Qué vas a pedir? - preguntó con voz calmada intentando imitar a Mirajane.

- ¿Buenos días? Ya es por la tarde - obvió Gray como si con el no fuera la cosa.