No me evites.

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Era muy temprano, tanto que aún seguía la habitación completamente oscura. Lucy se desperezó, salió de entre las sábanas y se vistió para salir de aquella habitación.
Al abrir la puerta vio a Gray tumbado en el sofá del salón profundamente dormido. No pudo evitar sonrojarse mientras recordaba todo lo que había pasado el día anterior. Era justo por ese motivo por el que decidió salir pronto de casa de Gray, para no verlo y tener que hablar de lo que sucedió.
Lucy se acercó un poco al sofá donde éste descansaba y sin quererlo se quedó observándolo un poco más de lo que debía, movió su cabeza de un lado a otro para despejar varios de sus pensamientos y caminó hacia la puerta para salir de allí.

- ¿A dónde vas tan temprano? — preguntó Gray mientras se levantaba lentamente del sofá.

Lucy ni si quiera alcanzó a girar el pomo, pensó que salir corriendo de allí sin explicación sería de muy mala educación, a sí que no tenía más opción que contestarle. Se giró sobre sí misma y miró directamente a Gray desde lo lejos con una sonrisa nerviosa.

- Yo iba a desayunar — mintió mientras jugaba con sus dedos — ayer no cené y tengo hambre.

Gray no se creía ni una sola palabra de la rubia, pero decidió seguirle el juego.

- Entiendo — caminó dirección a la posición de Lucy, pero antes se detuvo al lado de una puerta que daba a la cocina, Gray encendió la luz e hizo un gesto con su mano invitando a pasar a Lucy — puedes desayunar aquí, a estas horas no hay nada abierto aún.

Gray hablaba en un tono serio, más de lo normal. Lucy tragó saliva y entró a la cocina, sentándose en una de las sillas que habían allí. Miró de reojo a su compañero que comenzaba a preparar café y pudo notar su enfado, podía verse desde cualquier parte del reino de Fiore. Lucy se armó de valor y decidió preguntar:

- Gray... ¿ocurre algo? — el mago de hielo clavó su mirada en su compañera — esque te noto algo tenso.

- Eso mismo podría preguntarte yo a tí — se acercó a la chica y le dió una de las tazas de café — Querías salir de aquí temprano para evitarme, ¿verdad?

A Lucy le parecía que de un momento a otro se le había detenido el corazón, quizás dicho así sonaba bastante mal.

- No quería evitarte — confesó mientras daba un sorbo y se movía nerviosa en la silla — es sólo que aún no sé como debo actuar en esta situación, lo siento Gray.

Gray se alejó terminando su desayuno, dejó la taza encima de algunos platos para lavar y salió de la cocina.
Lucy no podía evitar golpearse mentalmente mientras acababa con el café, había sido muy infantil por su parte intentar evadir la presencia de su compañero. Llevaba ya un rato dándole vueltas al asunto cuando se dió cuenta de que Gray la observaba apoyado en el marco de la puerta.
Se había cambiado de ropa y estaba más abrigado. Lucy intentó evitar una risita que se le escapó sin querer.

- ¿Qué te hace gracia? — preguntó Gray desconcertado.

- Estaba pensando cuánto tiempo te durará esa ropa puesta — se levantó de la silla y se acercó a él — ¿A dónde vas?

Gray tardó unos segundos más de lo previsto en contestar, no contaba con quedarse mirándola tan de cerca como un idiota tanto tiempo.

- Voy al gremio — contestó serio.

A Lucy no le gustaba nada el tono que adoptó Gray, entendía que se enfadara, pero esperaba hacerle cambiar de humor pronto.

- Espera que coja mis cosas.

Sin dejarle tiempo para responder, Lucy fue corriendo hasta la habitación en busca de sus llaves.

- ¿En qué momento le dije que iríamos juntos? — susurró para sí mismo Gray.

Liot [Graylu]Where stories live. Discover now