Visita

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Tras la discusión que tuvieron Natsu y Gray respecto a lo del accidente, la rubia y el mago de hielo partieron de nuevo a casa, pero esta vez algo más callados de lo normal.

En poco tiempo habían intercambiado bastantes miraditas, por supuesto todas de reojo, para no levantar sospechas el uno del otro.
No sabían con exactitud si sería buena idea aclarar lo sucedido, o simplemente intentar olvidarlo.

El tiempo pasaba, el camino de regreso se acortaba y al fin uno de los dos decidió hablar.

- Oye... lo siento, en serio.

Lucy miró rápidamente al pelinegro, no sabía que debería responder.

- O-oh, no te preocupes — dijo haciendo gestos con las manos — estoy acostumbrada.

Bastante nerviosa pronunció la frase, pensando en que quizás, muy posiblemente, Gray la malinterpretara... no quería que pensara que todos los días le agarraba alguien una teta.

Éste por su parte optó por hacerle una pregunta dejándose llevar por su curiosidad.

- ¿Por qué Natsu se comporta así? — observó a Lucy durante unos segundos y por su mirada dedujo que no había entendido la pregunta — Tan sobreprotector contigo, eso me cansa — aclaró.

Lucy posó un dedo en su labio inferior y trató de encontrar alguna respuesta, pero nada, ella nunca se había parado a pensarlo antes.

- Somos muy buenos amigos, es normal que se porte así — forzó una pequeña sonrisa no muy convencida de su argumento.

Gray la miraba divertido, no entendía como Lucy no podía darse cuenta de que le gustaba a Natsu.

Llegaron a casa sin dejar de hablar sobre Natsu, las cosas tan alocadas que hacía y alguna que otra vez compartían opinión sobre algunos integrantes del gremio.

Gray se ofreció para hacer la cena, por primera vez se sentaron en la mesa bastante felices y habladores.
En los pensamientos de Lucy solo había lugar para una pregunta, ¿Por qué no habría conocido de esta forma a Gray antes?

Se estaba riendo con él, algo que para la rubia no era nada normal, acostumbrada a su caracter tan frío. Al fín sentía que estaba conociendo a su compañero de verdad y eso se le hacía muy interesante.

- ¿Qué es esto? — preguntó Lucy curiosa por uno de los platos que había cocinado Gray.

- Es pasta con salsa — respondió orgulloso de su plato.

- ¿Y esto? — preguntó fascinada por la forma de esa extraña comida.

- Bueno... por lo visto se me ha caído una servilleta en la olla — dijo Gray intentando disimular su vergüenza.

Lucy comenzó a reír sin parar, sabía que al comer la comida que preparaba Gray se exponía a grandes peligros, pero aún así el riesgo se compensaba con la diversión.
Terminaron de cenar y recogieron toda la mesa.

- Gray.

Éste se giró viendo a Lucy de brazos cruzados intentando formular una pregunta.

- ¿Te importaría dejarme un pijama? Sólo tengo los de verano y ya empieza a hacer algo de frío... — giró la cara un poco, clavando la vista en el suelo para disimular su leve sonrojo.

- Claro — se dirigió hacia su cuarto y cogió una camiseta de manga larga oscura para después regresar a dársela — toma, la parte de abajo dudo que te quede bien — soltó una leve risa.

- No te preocupes, así está genial — sonrió — gracias.

Lucy entró en el baño para como de costumbre tomar una buena ducha.

Por otro lado, Gray, que justo se estaba sentando en uno de los sofás del salón se alarmó por un fuerte golpeteo en la puerta.
Sabía perfectamente de quién se trataba, no quería abrir pero si así lo hacía, nunca se apartaría de la puerta.
A si que armandose de valor se acercó lentamente al pomo y lo deslizó.

- ¡Gray-samaaa! — gritó abalanzándose hacia él una joven peliazul.

- Juvia... ¿Qué haces a estas horas aquí? — preguntó Gray confundido.

Estaba acostumbrado ya a las inusuales visitas de la chica, pero nunca había ido tan tarde.

Juvia recorrió el salón entero obsevando todo a su paso, le encantaba saber donde colocaba las cosas Gray.

- Bueno... — comenzó a hablar el chico — ¿Piensas responder a mi pregunta?

A Juvia no le gustaba que la tratara tan friamente, pero aún así no podía evitar quererlo.

- Juvia pasaba cerca y pensó que Gray-sama querría compañía — sonriente se sentó en el sofá.

El no quería ser mal educado, es muy distante, pero siempre amable. A si que le ofreció algo de beber y ella aceptó.
Juvia estaba muy feliz, le encantaba estar junto a él aunque en ocasiones le daba un poco de vergüenza.

Todo iba bien para ella, que lo observaba sin parar y con eso le bastaba. Hasta que escuchó la puerta del baño abrirse.

- Debe de ser Lucy... — dijo Gray, temiendose lo peor por parte de la peliazul.

Juvia era consciente de que ella estaba aquí, básicamente por eso hizo la visita, quería saber qué tramaba su rival del amor.

- Oh, hola Juvia — sonriente se acercó a donde se encontraban ellos dos — ¿Qué tal estás? — preguntó amablemente Lucy.

No recibió respuesta por parte de Juvia, ésta simplemente se dedicó a observar con la boca abierta a la rubia. Llevaba puesta una camiseta de Gray, no entendía qué diablos estaba pasando.

- Esa camiseta es de Gray-sama... — se tapó la boca con las dos manos muy sorprendida.

Lucy intentó explicarle por qué la llevaba puesta, pero Juvia parecía no estar en este mundo, seguía en la misma posición y con la mirada fija.

- ¿Juvia...? — Lucy hizo señales con las manos para que reaccionara.

- Suele pasarle — añadió Gray — ahora estará pensando todo tipo de cosas que podrían haber pasado respecto a nosotros, tiene mucha imaginación.

Gray se acercó a Juvia, se agachó frente a ella y comenzó a acercarse lentamente a su rostro. Lucy extrañada y algo confundida miraba casi sin pestañear lo que estaba ocurriendo.

A escasos centímetros ya el uno del otro, la chica reaccionó.
Pegó un gran y agudo chillido y su rostro se puso rojo al ver a Gray tan cerca suya.

Este por su parte se alejó lentamente y volvió a sentarse.
Juvia no tardó en salir corriendo de la casa gritando y con el corazón en el puño.

- Eso ha sido muy raro... — dijo Lucy soltando una pequeña risita.

- Ya estoy acostumbrado a tratar con Juvia — aclaró — por cierto, la camiseta te queda bien.

Lucy sin saber por qué se puso algo nerviosa ante su comentario.
Y este pensó que podría malinterpretarlo a sí que rápidamente lo corrigió.

- Me refiero a la talla — dijo con voz rasgada, aclaró su garganta y siguió — creí que te quedaría demasiado grande.

Lucy algo más tranquila negó con la cabeza dedicándole una cálida sonrisa.

- Bueno... voy a dormir, buenas noches Gray.

Dio media vuelta y se alejó dando pequeños pasos hasta la habitación.

Liot [Graylu]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ