Más que amigos

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Natsu acabó con todos los chocolates que previamente Lisanna le había regalado en cuestión de minutos, apreció mucho el gesto de querer alimentarlo, estaba seguro de que Happy le habría puesto al día sobre el escaso abastecimiento de comida que tenían en casa. En otro momento hablaría con ese pequeño demonio para explicarle el por qué no debía de contar las desgracias ajenas.

Cuando ojeó por última vez el interior de la bolsa, esperanzado de poder encontrar un último trozo, vio pegado a la tela un papel cuidadosamente doblado. No tardó mucho en reaccionar y en darse cuenta de que Lisanna habría escrito algo importante ahí, quizás la lista de ingredientes por si tuviera alguna intolerancia, o tal vez era la nota donde advertía que no debía comerlos porque contenían un alto porcentaje de veneno, Natsu ya estaba extrañamente acostumbrado a esa situación.

Al ver que la nota era extremadamente larga, tomó asiento en la mesa de su reducido salón para descansar las piernas mientras leía. Con las piernas cruzadas, luego totalmente rectas, una sobre la otra, el brazo derecho aguantando su cabeza apoyado en la mesa y de diversas extrañas posturas más, Natsu, no dejaba de mirar esa nota. Llevaba probablemente quince largos minutos con los ojos clavados en ella. Se rascó la cabeza y gritó alterado:

- ¡No entiendo la letra de Lisanna! — mientras agitaba el papel de un lado a otro y se quejaba, intentaba descifrar alguna parte por mínima que fuera — cuando te miro... mis ojos... ¿te fulminan?

Natsu no podía creer lo que estaba leyendo, Lisanna, su amiga desde que eran un par de niños, le estaba diciendo abiertamente que quería acabar con él.

- ¿Qué es eso, Natsu? — preguntó Happy intrigado mientras se acomodaba en la mesa.

- Es una carta de Lisanna, venía con el chocolate que me regaló — aclaró.

- ¡Aye! Sabía que era buena idea contarle el hambre que pasamos por tu culpa últimamente — dijo más para sí mismo, dándose los honores — ¿qué pone en la carta? — su actitud había cambiado de un momento a otro, ahora estaba deseando saber el contenido de aquella nota para soltar un "se gustan".

- Dice que cuando me mira, sus ojos me fulminan — contestó relajado, todavía asimilando lo que realmente estaba pasando con aquella declaración tan poco normal viniendo de Lisanna.

- ¿Cómo va a poner eso? — tembló Happy mientras le arrebataba la carta — ¡Natsu no sabes leer!

Natsu miró fijamente a Happy, el cual estaba muy concentrado pasando una de sus patitas línea por línea leyendo todo.

- ¡Aye, aquí pone que quiere matarte siempre! — gritó el gato azul entrando en pánico — ¡Seguro que el chocolate estaba envenenado! — Happy se tumbó fingiendo una muerte prematura — ¿Por qué siempre tengo que pagar yo también por tus problemas?

Mientras los dos amigos se disponían a vaciar el contenido de sus dos estómagos, en otra parte de la ciudad, Lisanna esperaba deseosa ver a Natsu por la tarde en el gremio y recibir de su parte una buena respuesta.



- Gray voy a la ducha, ¿puedes hacer el desayuno tú? — preguntó Lucy asomando su larga cabellera rubia por detrás de la puerta del cuarto.

- De acuerdo, pero recuérdame por qué ahora no quieres que duerma en mi cama — dijo levantándose del incómodo sofá y pensando en que aquello cuando fuera más mayor le pasaría factura.

Lucy lo miró fulminante, con aquella expresión que Gray conocía muy bien, sabía que ella no quería hablar del tema. Llevaba evitándolo muchos días y él, como todo un caballero, le había concedido su tiempo. Pero era hora de hablarlo, de hablar sobre eso que era el responsable de insufribles noches en el sofá y lejos de ella.

Liot [Graylu]Onde histórias criam vida. Descubra agora