Anécdota de @Kawai_Nekita-BadGirl
Cuando tenía seis o siete años, lo único que quería era recibir a La Doncella de Rojo —¿en qué estaba pensando?—. Debido a esas ideas, un día llevé a la escuela una toalla higiénica, un cigarrillo de mi hermana y un MP3. En uno de los baños me puse la toalla, el problema fue que coloqué la parte adhesiva hacia la vagina...
Como era de esperarse, entrando a clases me molestaba mucho, así que me la quité ahí mismo y la puse en la parrilla (es bajo la mesa, donde se ponen los libros). Para mi mala suerte, la puta profesora lo vio y me sacó de la sala con todo y la toalla.
Una vez afuera, me preguntó si la toalla era mía.
—No —respondí.
Ella insistió con la pregunta, quería saber la verdad.
—Unas niñas grandes me la metieron en el zapato y me amenazaron —dije.
Y la Profe se tragó ese cuento jaja.
ESTÁS LEYENDO
La Doncella de Rojo
RandomUsted ha recibido una invitación de parte de Andsig4 para continuar el trayecto que inició en Oh, Andrés. Si desea asistir al evento, favor de presionar el botón LEER.