AGOSTO [3]

15 4 1
                                    

Echo de menos respirar en la buhardilla y decirte que te quiero.

Escribirte tardes enteras millones de sentimientos.

Y es cierto: me he contenido.

Jugaba un papel que no era mi cometido.


Intentaba demostrarme que tenías que quererme

de la forma en que quería para así ya complacerme.

Pero el problema es que entonces nunca me amaste a mí.

Amaste a tu reflejo que te amaba en porvenir.


No puedo callarme, no debo hacerlo.

Si me ahogo que sea, de decir "te quiero".

Y hasta a las putas nubes si hace falta me elevo,

para desde arriba demostrarte, mi cielo:


Que la vida está hecha para saber lucharla.

Que ella está cambiando y hay que saber amarla.

Que hasta las mismas aves cargan arrastras

millones de sentimientos de iracundas palabras.


Y vamos a sonreír por una vez en la vida.

Y vamos a perdonar hasta a nuestras pesadillas.

Quiero más, quiero tenerlo todo.

Soy un egoísta, en el amor un sórdido equivocado.


Princesa de mis sueños, sirena de mis amores.

Perdóname si ahora te amo en más colores.

Desde el rojo de pasión, hasta el verde de esperanza.

Pasando por el blanco de la paz ya tan ansiada.


Y si algún día te pinto de negro en el corazón,

perdóname por tanto daño que te hiciera, por favor.

Es solo un sentimiento más que guardo en mi interior.

Es mi otra contraparte, el amor y el dolor.


Tengo todavía eterna esa puta cicatriz,

de tantos años había que no volvía a vivir.

Y con tantos sentimientos que nunca sé qué decir.

Solo espero que me quieras como yo te quiero a ti.


En clave de poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora