Tierras desprendiendo fuego,
ardiente, quema.
Quemaduras que crean en la piel,
tatuajes marcados de cera.
Cera que derrama la vela,
aquella que trae la hiel.
Somos las criaturas desterradas,
viviendo en un infierno,
lejos de la realidad.
Somos los solitarios,
amigos de lo imaginario,
compañeros de lo paranoico,
sin ningún tipo de estoico.
Si algún alma pura nos oye,
que venga aquí y nos llore,
porque nuestras almas se condensan,
y no se elevan, porque pesan.
Traen el peso del odio e inquina,
que los demás han acaecido en nuestra vida.
Mis últimas palabras de aliento,
antes de caer aquí rendido:
“Llamad a un médico rápido,
porque mi corazón está herido.
Sanad las heridas de mi alma,
y con eso estaréis correspondidos”.
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En clave de poesía
PoetryEn clave de poesía no es más que un libro, como dice el título, de poesía. Recoge en su interior algunos de mis escritos desde mis comienzos en la escritura hasta la actualidad, pasando por poemas en diferentes tiempos concretos de mi vida. Portada...
