C A P I T U L O 3.

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Hola!! Me extrañaron? Yo los extrañé ❤️

"Love will find a way though paths where wolves fear to prey" ― George G. Byron.

"El amor encontrará una manera por caminos donde los lobos temen cazar" - George G. Byron.

Caminé hacia la cocina del barco como un alma en pena. Mi corazón latía desesperado y mi mente corría a toda velocidad buscando soluciones a mi precaria situación.

Las pocas opciones eran risibles: no podía esconderme en un barco, Christopher me encontraría.  Capaz y logre ganarle una hora a mi destino pero sólo eso. Si le confesaba al capitán lo que era y le pedía misericordia mucho me temía que me saldría la bala por la culata. El capitán no tenía la reputación más caballerosa e inmaculada como para dejarme ir sin consecuencias. Consecuencias que yo estaba intentando evitar en éste momento.

Estúpida que eres Charlotte, ¿Por qué tuviste que meterte en este embrollo?

Suspiré con mi respiración cortada y todo mi cuerpo transpirando un sudor frío que se me pego a la camiseta de lino grande y sucia. Sentía todo mi cuero cabelludo empapado y no desee nada más que quitarme la horrible gorra de mi pelo y dejar que le diera la brisa marina.

Estaba al borde de las lagrimas cuando el cocinero poso su palma robusta sobre mi hombre derecho. Salté asustada y acalle el chillido que amenazaba con salírseme de la garganta.

- Muchacho, ¿estás bien? te noto algo asustadizo el día de hoy. - Anderson me sonrió mostrando sus dientes manchados de amarillo y sus ojos se nublaron preocupados al ver mi expresión atemorizada. El hombre frente a mí era el único en todo el maldito barco que de verdad parecía importarle mi bienestar. Siempre me trato con respeto, casi con demasiado respeto, como si el supiera que yo no era lo que decía ser...

- Sí. Digo, no. - mi voz se perdió y tuve que carraspear para volver a intentarlo. - Estoy bien, algo cansado supongo.

Richard Anderson arqueó una ceja como diciendo "no te creo nada" pero sacudió la cabeza y me empujó hacia la cocina.

- Bueno, tendrás tiempo de dormir en la noche porque ahora tenemos una cena que preparar.

Y mi humor decayó un poco más si eso fuera humanamente posible. Tendría que hacer una movida desesperada para antes que fuera hora de reunirme con Christopher, o todo mi plan se iría al traste, y mi dignidad junto con él.

Para cuando terminamos de preparar la cena para más de treinta hombres muy hambrientos, y después limpiar traste, las mesas y el piso, yo había reunido un muy frágil y  desesperado plan de escape.

A la mitad de la cena me di cuenta que no podría permanecer en el barco con mi identidad tan vulnerable. Debía escapar.

Ahora, no sabía en dónde diablos estábamos, o si llegaríamos a tierra pronto, pero lo que sí sabía era que si me quedaba aquí seria mi fin, y no podía permitir aquello.

Así que, con mi alma amenazando con dejar mi cuerpo en busca de otro recipiente que no estuviera a punto de morir de hambre o insolación, tomé provisiones suficientes para una semana. Hubiera deseado llevar más pero hubiera sido demasiado obvio y debía escapar en un bote de remos antes de que Christopher se diera cuenta que yo no pensaba aparecer a su enfermo rendez-vous.

Me quedé unos segundos en el camarote designado para el baño, mirando el pequeño espejo roto con el que veía mi reflejo todos los días. Me había tomado la libertad de bañarme y cambiarme de ropa, versión idéntica a la que usaba todos los días.

Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora