Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••

C A P I T U L O 24.

"The saddest word in the whole world is the word "almost".
He was almost in love.
She was almost good for him.
He almost stopped her.
She almost waited.
He almost lived.
They almost made it"
- Tiny stories,Nikita Gill.

"La palabra más triste en todo el mundo es la palabra "casi"
El casi se enamoro.
Ella casi era buena para el.
El casi la detuvo.
Ella casi lo espero.
El casi vivió.
Ellos casi lo lograron
- Pequeñas historias, Nikita Gill.

1 año después

- Por el amor a todos los santos. - juré rechinando los dientes mientras intentaba respirar a través del apretado corsé que Emily me había chantajeado en usar. - Creo que ésta... ésta cosa, esta al revés o algo. - continué confundida, mirándome en el espejo. Mi cintura se veía más ceñida que nunca pero las olas de calor en la parte delantera de mi cuerpo decían que la estética no valía la pena.

- Deja de quejarte. - me regañó Emily terminado de arreglar mi cabello y dándome un golpe en la mano cuando intente escarbar entre los cordones para aligerar la presión en mi pecho. - Charlotte, me costo muucho chantaje y once meses en que accedieras a usar un corsé. Solo úsalo una noche y listo.

Refunfuñé obscenidades por lo bajo. Emily ni siquiera alzo una ceja por mi despliegue de mal vocabulario. Ya estaba bastante acostumbrada a mis explosiones verbales.

- Aun no entiendo por qué todos ustedes están encasillados a que me presente en sociedad. Es una reverenda estupidez. - mascullé con la voz sofocada.

Emily suspiró echándole una mirada de "por favor ayúdame" a Lily, quién estaba haciendo todo lo posible por ocultar su propia sonrisa mientras se arreglaba unos mechones dorados  detrás en su diadema de diamantes, cortesía de su devoto marido, Charles.

Se casaron menos de un mes después de aquel día. Yo tuve que hacer todo lo posible para no desmoronarme después de ver a Spade alejarse de mi sin una sola mirada. Sin nada que pudiera hacerme pensar que el no quería hacer esto. Que lo estaba matando tanto como a mí.

Odiaba en lo que me había convertido. Este cascaron agrietado que por el día no podía pensar en Spade sin quererle clavar algo en el pecho, de preferencia un objeto punzocortante y oxidado. Fantaseaba con la idea de una infección lenta y asquerosa, solo en caso de que la apuñalada no fuera suficiente. Me gustaba tener mis opciones abiertas.

Pero las noches eran lo peor. Mis ojos se llenaban de lagrimas y mi cuerpo se sacudía con la fuerza de mis sollozos. Los recuerdos del cuerpo de Spade sobre el mío, de su sonrisa y sus ojos chispeando con emociones tiernas. Y me rompía, cada día me juraba que no sentía nada más que odio por ese hombre, e incluso podía divertirme y olvidarlo, desterrarlo a un rincón de mi alma donde no tenía que verlo. Pero en mi cama tiesa y fría solo recordaba lo que era estar envuelta por las piernas de Spade y su cuerpo moviéndose contra el mío.

Y jamás lo perdonaría por reducirme a esto. Por hacerme pensar tan poquito de mí.

Día si y día también, he pensado en irme, en dejarlo todo atrás, conseguirme un barco y una tripulación con nada que perder, y navegar. Con algo de suerte encontraría el Medusa y lo reduciría a cenizas. Pero siempre había algo que me detenía, ya fuera la boda de Lily y Charles, o el nacimiento de su primer hijo: Sebastian. Después fue Emily rogándome que me quedara. Siempre había algo y siempre había alguien. Y yo siempre cedía. Así que al final deje la idea, porque sabía que no podía dejar a mi nueva familia. Y eso era en lo que se habían convertido mis amigos para mí: en mi familia.