C A P I T U L O 26.

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"I was born to fight. And fight I will"

- ¿Terroncito? - Ladré  - ¡¿Terroncito?! - La avalancha de emociones explosivas dominó mi cuerpo y sin poder decidir realmente mis acciones tomé el odioso paraguas que me habían obligado a traer porque el día estaba semi-soleado. En aquel momento me pareció la idea más ridícula después del nacimiento de Spade, pero ahora estaba bastante agradecida. Le lancé el paraguas como si fuera una lanza, él solo pudo soltar una maldición antes de que se le enterrara en el estomago y lo hiciera doblarse en dos.

- Siempre tan elocuente, Charlotte. - gruñó falta de aliento.

Yo aun estaba más que cabreada. Miserable hijo de puta, me había aferrado a la promesa de jamás volver a verlo y ahora ni eso podía cumplir el muy imbécil.

La gente comenzaba a mirar en nuestra dirección peor a ambos nos daba igual, si algo seguíamos teniendo en común era lo poco que nos importaba la sociedad. 

Nos quedamos viendo, yo en algún punto de mi arrebato me había parado y lo estaba viendo por debajo de mis pestañas, compuse una mueca de disgusto para ocultar el remolino de nostalgia y nervios que comenzaba a hacer disminuir mi coraje.

- En efecto, estoy comprometida. - dije y con un aire maquiavélico agregué - Con tu hermano.

Los ojos de Spade brillaron como el acero frente al reflejo de la luz, pero tan bueno como era ocultando lo que sentía, no me dejo entrever nada sobre cómo le sentaba la noticia.

- Supongo que debo felicitarte. - dijo arrastrado las palabras.

Alcé las cejas sin ocultar mi sarcasmo.

- ¿Qué haces aquí, Spade? - estaba con los nervios a flor de piel, me sentía insegura a su lado, mi mente estaba asesinándolo de formas creativas y sanguinarias pero mi cuerpo parecía ignorar el rencor de mi corazón. Mis manos picaban por las ansias de acariciar sus cabellos que habían crecido y tocaban ligeramente sus hombros,  su cuerpo estaba endurecido y parecía mas grande que como lo recordaba, sus ojos azules brillaban intenso y helados, haciendo que mi columna me traicionara con un escalofrío que fue imposible ocultar.

Sus labios que tantas veces había besado se estiraron en una sonrisa lobuna que me hizo rechinar los dientes.

- Rumores del inglés.

Eso me saco de mis ensoñaciones en un instante.

- ¿Qué rumores? - pregunte enseguida. Mi corazón comenzó a latir deprisa y me revolví en mi lugar.

- Esta en Londres. - dijo, sus facciones endurecidas mientras suspiraba dejando ver el cansancio que estaba sintiendo.

En otro tiempo me hubiera importado verlo así, pero perdió el derecho a mis atenciones cuando me abandono sin mirar atrás.

- ¿Sabes quién es? - pregunté sin poder ocultar mi ansiedad.

- No aún. - su voz denoto su irritabilidad y yo compartía el sentimiento. Puede que lo odiara por haberme dejado pero entendía lo que era perseguir fantasmas durante años. - Los rumores dicen que el aristócrata  había sido visto en un puerto de mala muerte hace unas semanas, aquí, en Londres.

- ¿Ese es su alias? - fruncí el ceño molesta por jamas haber averiguado eso yo misma.

- Sí. - me sonrió divertido, como si supiera que sentía envidia de él. - pero si te hace sentir mejor, el inglés me suena mejor.

- Hmhmhm. - gruñí, ignorando las emociones ambivalentes que mareaban mi cabeza. La añoranza era mas fuerte que mi coraje, y eso me asustaba, porque me hacía vulnerable ante él y yo iba a casarme con su hermano.

Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora