C A P I T U L O 28.

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" Every saint has a past and every sinner has a future" - Oscar Wilde.

"Cada santo tiene un pasado, y cada pecador tiene un futuro" -Oscar Wilde.

"Terroncito, Cásate conmigo" las palabras aun sonaban en mi cabeza mientras intentaba parpadear mi incredulidad lo suficiente para ver un anillo con un rubí en el centro, era tan deslumbrante que mis lagrimas parecían rojas. Abrí y cerré mi boca sin creerme lo que estaba pasando. ¿Spade proponiéndome matrimonio? Quien diría que fuera del tipo convencional después de todo.

Intente indagar en la parte racional de mi mente, sin embargo, mi corazón ya dando piruetas de la emoción. Pero la otra... puede que ya lo hubiera perdonado, entendiendo su lógica estúpida de protegerme. Pero Benedict había estado conmigo durante estos últimos meses, recogió mi corazón roto e hizo lo mejor para volverlo a unir. Puede que no quisiera casarme con Bendict y le dije desde el principio que nunca podría amarlo, menos consumar el matrimonio, pero le debía esto. Le debía no estar doblemente comprometida con su hermano gemelo antes de cortar el compromiso con él.

Estaba pensando en eso cuando la mano de Spade recorrió mis labios entreabiertos y alcé los ojos aun llorosos hacía él. Se veía tan... nervioso, preocupado, como si estuviera contenido la respiración mientras esperaba mi respuesta.

- No.

Su mano cayó, al igual que su expresión.

- ¿No?

Spade seguía con la cajita de terciopelo en su mano, y la movió tímidamente, sin saber que hacer con ella.

- No aún. - agregué, su mirada se elevó un poco y sus ojos brillaron mientras una sonrisa comenzaba a estirar sus labios. - Primero, debo romper el compromiso con Benedict, puede que nuestra unión iba a ser puramente fantasía pero él estuvo ahí para mi cuando más necesité consuelo. Le debo esto.

Spade apretó su mandíbula al punto que me preocupo que se arruinara los dientes, pero no dijo nada. Al final saco el anillo de su colchón y me hizo extender la mano.

- te amo, Charlotte. - me entregó el anillo pero no intento ponerlo en mi dedo, el cual estaba desnudo porque insistí en no usar anillo de compromiso con Benedict, de alguna forma, usarlo me parecía demasiado. Lo colocó en la palma de mi mano abierta y la cerró.

- Encontré este diamante en busca del inglés, me prometí dártelo algún día. Nadie sabe de su existencia y te recomiendo que digas que es un rubí. Puede traernos problemas de otra forma.

Asentí mirando embobada el diamante, estaba incrustado en una banda plateada con algunos diamantes pequeños que brillaban increíble. El corte era algo cuadrado lo que le daba una apariencia elegante. Este anillo había sido hecho para resaltar pero tambien tenía facciones delicadas que lo harían verse hermoso en mi mano. Algún día,  me prometí.

Por el momento me contenté con sostenerlo cerca de mi pecho y sonreír irónicamente.

- Si crees que joyería es la manera de hacerme olvidar estos últimos meses.... - comencé, teniendo que decirle lo equivocado que estaba. Puede que ese anillo me hiciera saltar de emoción, pero no lo aceptaría por las razones equivocadas.

Spade sacudió la cabeza, su cabello casi le llegaba a sus hombros y le hacia resaltar el azul de sus ojos. Una sonrisa de truhán apareció pero su mirada era seria.

- Fueron un infierno en tierra. - su voz era ronca y cortada, haciendo saltar mi instinto protector, pero me obligue a mantenerme en mi lugar. - comprendí que estarías más segura en Londres, demonios, yo estaría más seguro en Londres. Ser un pirata es peligroso para cualquiera. Pero, Charlotte... - tomó mi mano con reverencia y la beso sin dejar de mirarme a los ojos  - ni las extensiones infinitas de mar abierto, ni las playas mas exóticas y escondidas podrían compararse con la paz que me trae mirarte, tan fiera e independiente como siempre. Tenía miedo de perderte por ser incapaz de protegerte, pero comprendí que no solo te amaba por tu valentía, te amo con todo lo que soy y daré todo por protegerte, pero no volveré a insultar tu valor ocultándote de todo como si no fueras la orgullosa pirata que venció asesinos luchando hombro contra hombro conmigo. Te entregaste a mi antes, y te rechacé por miedo a la muerte. - un brillo peligroso surgió en las profundidad azules y un escalofrío placentero y expectante me recorrió visiblemente la espalda, inclinó su cuello para que observara la linea roja donde lo había cortado - No cometeré ese error dos veces. Nunca jamás.

Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu