C A P I T U L O 10.

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" I'm nobody! who are you?
Are you nobody, too?
then there's a pair of us, don't tell!
they'd banish us, you know.
- Emily Dickinson.

"No soy nadie, ¿Quién eres tu?
¿También eres nadie?
Entonces hay dos como nosotros,¡ no lo menciones!
Nos destruirían, lo sabes ¿no?"  - Emily Dickinson.

- No puedo creer que me convencieras. - masculló Spade detrás de mí. Estábamos en cuclillas esperando a que la luz en el interior de la cabaña se apagara para entrar y rescatar a una de las esclavas. Según las instrucciones de Emily, había dos chicas metidas en esa cabaña, y sus nombres eran Katherine y Claire. - Debí de haberte atado a la pata de la cama y dejarte ahí. - gruño pasando su mano por su pelo, revolviéndolo levemente.

- Me hubiera desatado, te hubiera seguido y estarías en las mismas circunstancias que ahora. - contesté en francés sin perder el aliento.

Spade respondió con numerosos gruñidos y cuando escuchamos pisadas tomó mi cintura y me acercó a él para que nos fundiéramos más en el fondo oscuro de las sombras.

- Mujer tozuda.

- Deja de quejarte. - lo regañé con la voz algo cortada por sentir su pecho pegado a mi espalda. Su respiración hacia que mi cuerpo se moviera al son de sus latidos aclamados, y su olor a sándalo me mareó deliciosamente. ¿Qué diablos me pasaba?

Me separé un poco de él. La noche y su atuendo oscuro no me permitían ver sus facciones pero me las imaginé fruncidas en un gesto de disgusto.

- Ahora tendré que preocuparme por ti y otras dos. - refunfuñó.

No me molesté en contestar, en cambio me quedé mirando la cabaña esperando que mi pensamiento fuera suficiente para apagar la luz.

Quince minutos más tarde estuve a punto de gritar de alegría, por fin podíamos comenzar el plan.

Me moví sigilosa con Spade a un lado mío. Nos acercamos a una de las ventanas para ver contra qué estábamos lidiando.

Dejé salir el aire contenido al ver que todo parecía tranquilo, aunque sabía que el hombre estaba ahí, por lo menos me quedaba claro que él no dormía en el sótano, donde, según Emily, mantenía el despreciable hombre a las chicas.

- Si nos movemos con cuidado, tal vez nunca sepa que estamos aquí - susurré 

- Ese es el plan A. - Replicó,  sonando algo irritado todavía.

- ¿Y el plan B?

Sacudió la cabeza luciendo francamente lúgubre.

- Espero que no tener que utilizar el plan B.

Me hizo señales para que lo siguiera y mantuviera silencio, lo vi hurgar entre sus bolsillos hasta encontrar dos palillos delgados de metal, uno tenía una punta afilada y el otro un pico plano. Sin más ceremonias las insertó en el cerrojo de la puerta y les dio unos cuantos giros. Yo estaba tan sorprendida por su eficacia que no pude evitar pensar que ya había hecho eso numerosas veces más. Me pregunté si así era como acostumbraban a robar cuando tocaban puerto. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral. No estaba segura ni en mi hogar, seguramente mis padres se creyeron a salvo en su hogar porque tenían un cerrojo en su puerta. Bien, pues al ver a Spade no pude evitar decirme sombríamente que un cerrojo no era combate para un pirata.

- ¿Estás bien? - Me preguntó Spade mientras me esperaba con la puerta ya abierta. Sacudí la cabeza intentando alejar mis fantasmas. Estábamos a punto de rescatar a unas mujeres en peligro, no tenía tiempo para una crisis nerviosa.

Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora