Introducción

15.6K 1.3K 263
                                    



Se hundió mas en el mullido sillón mientras se hacía pequeño en este, estaba cansado de todo y el dolor punzante de su cabeza no se iba. Hace ya años que tenía ese dolor constante que incrementaba cuando tenía estrés. Tomo la taza de agua fría y la llevo a sus labios, bebió y la dejo en la mesita, no podía pensar en nada que no fuera ese momento de humillación de hace dos días, desde entonces no había salido de casa, había sido valiente y arriesgado todo por una vez en su vida y había acabado siendo un desastre, su teléfono comenzó a sonar y lo ignoro al ver el número que llamaba, era la vigesima vez que intentaba contactarlo. Jin suspiro y se recostó de nuevo frotando sus sienes para intentar bajar las punzadas, sabía que no funcionaria, nunca funcionaba pero era ya por costumbre hacerlo. Tocaron la puerta con insistencia y simplemente lo ignoro, sabía perfectamente quien era, la misma persona que lo había llamado todo el fin de semana y a la cual ignoraba.

-abre por favor-. Se escuchó una voz detrás de la puerta.- necesitamos hablar, necesito que me escuches, por favor, te necesito en mi vida, no podemos alejarnos así-. Su voz tenía un tono de tristeza y preocupación. Finalmente suspiro, hizo a un lado las mantas y se levantó de su cómodo sillón, camino a paso lento y cansado hasta la puerta y suspiro pesado antes de abrirla. Ahí estaba la razón de su depresión sentado en el suelo con los codos en sus rodillas y sus manos cubriendo su cara. Al escuchar el sonido de la puerta se levantó e intento rodearlo con sus brazos, Jin dio un paso atrás y lo evito le dio el paso libre para que entrara y camino hacía el sillón de nuevo, recordó que seguía en pijama y quizás se veía como un desastre pero no le importó, se sentó de nuevo abrazando sus rodillas y observo como se sentó en un sillón de frente a él, se veía cansado y triste.

.- yo en realidad no sé qué decir, vine aquí pero no sé qué decir, supongo que vine a disculparme por ser un patán, no debí tratarte así, sé que te lastime, perdón -. Hablo de forma rápida atropellando las palabras. Jin sintió la gran punzada de dolor en su cráneo y cerró los ojos un segundo, estaba a punto de decirle que no pasaba nada y que estarían bien pero recordó porque estaba ahí el chico disculpándose.

Flashback

La semana de trabajo de Jin había sido muy estresante, pedidos en la oficina, idas y venidas, regaños de su jefe y presentaciones de nuevos proyectos entonces cuando JungKook lo llamo para invitarlo a un bar con sus amigos él estaba muy contento, desde hace aproximadamente 5 años Jin estaba enamorado de su mejor amigo JungKook, es cierto que Jin era mayor pero el pequeño lo había enamorado con su ternura, nunca se lo había confesado por eso no dudo ni un segundo en aceptar la invitación, ese día ya lo había decidido, si todo estaba bien se le confesaría. Cuando JungKook paso a las 8 pm por él, Jin ya estaba listo, la sonrisa del menor fue un duro golpe a su corazón, al llegar al bar JungKook comenzó a beber entre risas y juegos, sus amigos le jugaban competencia para ver quien lograba beber más y Jin estaba preocupado.

.- kookie-. Le dijo Jin por el apodo cariñoso que él le había puesto hace ya algunos años.- kookie creo que estas bebiendo demasiado rápido, deberías calmarte un poco que te parece si salimos un momento a la terraza y tomas un poco de aire fresco-. A lo que Jungkook respondió con un bufido, sin embargo lo siguió a la terraza que estaba casi vacía, miraron al frente a la ciudad nocturna, la noche era perfecta para la confesión.- kook, yo tengo algo que decirte-. Jin apretó los puños y se armó de valor-. Jungkook yo hace tiempo siento cosas cuando estoy contigo, me siento extraño, me gusta estar contigo y te extraño cuando no estas, mi corazón late rápido y no paro de pensar en ti. Me gustas JungKook-. Por fin lo había dicho, aunque había agachado la mirada y cuando se atrevió a mirar al rostro del menor este tenía los ojos muy abiertos, evidentemente estaba sorprendido.

.- NO ME JODAS-. Fueron las palabras que salieron de sus labios y Jin pudo sentir como su mundo se empezó a caer, noto como las facciones de Jungkook se deformaron en una mueca de asco y comenzó a alzar la voz -. No me jodas, ¿me estás diciendo que te gustan los hombres y te gusto yo?, ¿acaso crees que soy marica?-. Jin pudo sentir cuando su corazón comenzó a romperse, no podía creer que le estuviera gritando de esa forma, trato de poner su mano en el hombro del chico para calmarlo pero este dio un paso atrás evitándolo.- NO ME TOQUES, ME DAS ASCO MALDITO MARICA-. Una lagrima bajo por la mejilla de Jin y pudo notar como todas las miradas estaban en ellos, dio media vuelta, se alejó, tomo un taxi y fue a casa, al llegar se hundió en su cama, sentía el tronante dolor en su cabeza, tomo un analgésico y lo ignoro, se hizo un ovillo y las lágrimas no tardaron en salir. Bien. Ahora todos sabían que era gay además de ser rechazado con asco arruinando una amistad de 9 años.

Fin flashback

.- estaba preparado para que me rechazaras, ni siquiera había pensado que podía gustarte, yo solo no podía guardar estos sentimientos por más tiempo, sabía que nuestra relación no volvería a ser la misma pero ni un millón de años pensé que me humillarías de esa forma, no delante de todas esas personas, pensé que solo me dirías que no te gustaba y lo nuestro no podía ser-. La voz de Jin era triste y apagada.- quizás fue mi error y debí callar estos sentimientos, pero ya no hay vuelta atrás, ahora solo vete por donde viniste y déjame solo, quizás algún día volvamos a hablar de forma normal pero ahora no-. Se levantó y abrió la puerta, Jungkook lanzo un suspiro audible, se puso en pie miro por última vez al que había sido su mejor amigo, intento revolver su cabello como siempre lo había hecho pero Jin retrocedió, el menor bajo su mano y miro hacia abajo.- Adiós Jin, espero que encuentres el amor algún día-. Dijo esto último y salió , subió a su auto y eso fue lo último que Jin vio de él, subió de regreso al sillón y se derrumbó, había sido fuerte enfrente del menor pero ya no lo podía ser, dejo salir sus lágrimas y lloro fuerte. Quizás mañana no era un buen día para ir a trabajar, se reportaría enfermo y se hundiría aún más en su propia miseria, a fin de cuentas no era una mentira, el dolor de su cabeza no hacía más que empeorar.

5 meses había pasado de aquel día humillante, había tenido que trabajar porque no había más remedio pero no había razón para hacerlo, sonreía por pura actuación, los primero días habían sido insoportables, llegando del trabajo se hundía en su depresión, se recostaba mirando el techo y se perdía en sus pensamientos, a veces lloraba hasta que el sueño lo vencía. Llego un momento en que esos horribles días parecían muy lejanos, dejo de llorar, ya no dolía lo que había sucedido, solo sentía un pequeño vacío. Una mañana decidió ir al trabajo caminando ya que no quedaba muy lejos de su casa, era la hora en que todos salían de sus casas y se dirigían a laborar, las calles estaban llenas de autos y personas yendo y viniendo. Se encontró en medio de una multitud que avanzaba hacia la avenida, en un momento sintió una mano que rozo el dorso de la suya y una corriente eléctrica inusual le recorrió el brazo, como en cámara lenta miro la mano del otro y luego subió su mirada para encontrarse con la espalda y los brazos fuertes del chico moreno y cabello plateado con aire rudo que caminaba en dirección contraria a él, se había detenido un momento, noto como sacudió un poco su cabeza en un movimiento casi imperceptible y se puso en marcha de nuevo. Se sintió como si el tiempo empezara a correr de nuevo con la velocidad de siempre y se dio cuenta que él mismo se había detenido en medio de la multitud.

Electricidad [NamJin]Where stories live. Discover now