Electricidad [NamJin]

Frío [Capitulo 2]

Era viernes por la tarde, Jin se despertó sobresaltado, había tomado una pequeña siesta que fue interrumpida por el sueño recurrente que tenía desde hace 5 días cuando había encontrado de nuevo al chico en la cafetería y le provoco las mismas sensaciones que cuando se habían tocado por un segundo en la calle. En su sueño lo veía frente a él a unos cuantos pasos, se acercaba y cuando trataba de tocarlo, cuando por fin tomaba su mano este desaparecía ante sus ojos. Desde aquel día en el café, sus dolores de cabeza habían disminuido muy notablemente, de vez en cuando solo sentía pequeñas punzadas, de hecho ni si quiera se había dado cuenta de que habían disminuido hasta horas después del incidente con el chico, cuando llego a su casa y vio el frasco de analgésicos, entonces se dio cuenta que no dolía nada, ni si quiera sentía la usual molestia en su cráneo y sonrió, quizás aquel chico era como una medicina para Jin.

Se levantó de la cama, tomo un gran abrigo, antes de salir tomo sus llaves y cartera, salió y camino sin rumbo fijo, solo necesitaba distraerse un poco, dejar de pensar en ese sueño. Pasó por un café y pidió uno para llevar, estaba nevando y sus manos estaban congelándose, pensó en el gran parque estaba a unas cuadras de ahí y sus pasos se dirigieron hacia allí.

Inconscientemente buscaba una cabellera plateada entre las pocas personas del parque, sabía que quería volver a verlo, necesitaba encontrar respuestas, necesitaba saber porque tenía todas esas sensaciones cuando se tocaban. Camino un buen tramo del parque hasta encontrar una pequeña banca al lado de un gran árbol. Los copos de nieve caían lentamente desde el cielo, Jin bebía pequeños sorbos de su café y de vez en cuando se sacudía los pequeños copos que caían en su cabello.

~JIN~

Hacía tanto frío y mi nariz estaba congelada pero era agradable sentarse y mirar a la nada, a lo lejos había unos niños construyendo muñecos de nieve y más allá había algunas personas jugando con bolas de nieve, todo era tan tranquilo y pacífico, podía ver el humo salir de mi boca por el frío y eso me parecía divertido, sostenía mi café entre las manos para calentarlas y tarareaba una canción de Troye Sivan, sentí que alguien se sentó al otro lado de la banca pero no le tome importancia, al cabo de un rato escuche que alguien comenzó a tararear la canción conmigo y me gire para ver de quien se trataba. Enmudecí de golpe, era él chico de cabello plata, la visión que tenía de él era perfecta tanto que pude haber pensado estar alucinando o soñando de nuevo, mientras la nieve caía estaba sentado al otro extremo de la banca, con las manos en sus bolsillos y los ojos cerrados, vestía completamente de negro lo que resaltaba aún más el plateado de sus cabellos dándole un aire misterioso e irreal, el humo salía de sus labios porque estaba cantando la canción solo lo suficientemente alto como para que yo le escuchara. Observe como abría los ojos, miro un segundo al cielo y después se giró su rostro y me miro a los ojos.- Lo siento, debió ser un poco grosero de mi parte unirme a tu canto pero la canción es pegadiza y no pude evitarlo-. Una pequeña sonrisa tímida se posó en sus labios después de decir eso con una gruesa y hermosa voz.-N-no hay problema, solo me sorprendí un poco-. Había tartamudeado y me regañe mentalmente por ello, al final le sonreí un poco, aún me sentía nervioso en su presencia.- Hmmm, creo que te he visto antes, me pareces conocido, ¿vienes aquí seguido? Yo vengo seguido así que quizás te he visto aquí-. Dijo el chico de una sola intención y reí muy bajito por esto, él no me recordaba pero yo sí, quizás yo no le había dejado la impresión profunda que el dejó en mi.- bueno no vengo aquí a menudo, aunque ahora que lo mencionas me pareces conocido... -. Obviamente no podía decirle que había estado observando en todos los lugares por si me lo llegaba a encontrar de nuevo.- hmm quizás te he visto en otra parte-. El chico miro hacía el frente y quedo pensativo un momento mientras yo observaba su rostro con atención y curiosidad, pasaron unos segundos y sentí el leve sonrojo en mi mejillas cuando se giró y vio que lo estaba observando, estiro su mano hacía a mí y me sonrió mostrando unos hermosos hoyuelos.- bueno no importa, soy NamJoon-. El sonrojo en mis mejillas se incrementó, le sonreí tímido y cautelosamente acerque mi mano para tomar la suya, al momento que nuestras manos se juntaron en forma de saludo pude sentir la corriente eléctrica emanando de nuestro contacto y me recorrió todo el cuerpo, mire como se tensó un poco, parpadeo algunas veces y su sonrisa se convirtió en una mueca de sorpresa, nos miramos fijamente por unos segundos hasta que salí de mi sorpresa y le sonreí de nuevo.- me llamo SeokJin, puedes decirme Jin-.soltamos nuestras manos y yo mire la palma de la mía, podría jurar que el sintió lo mismo, no eran cosas de mi imaginación, estoy seguro que el día de la cafetería también lo sintió. ~NamJoon... así que así se llamaba... NamJoon el chico de cabello plateado, NamJoon el chico que eliminaba mis dolores de cabeza, NamJoon el completo desconocido que despertaba mil sensaciones en mí~ repetí su nombre una y otra vez en mi mente hasta que estuve seguro de no olvidarlo.

El sonido de un Celular me saco de mis pensamientos, pero no era el mío si no el de NamJoon, contesto la llamada y murmuro algo sobre llegar en un momento, lo mire de reojo, curioso de como hacía caras de fastidio que por supuesto la persona con quien hablaba jamás vería, termino la llamada y soltó un suspiro, se puso en pie y se posiciono enfrente de mí, se agacho un poco para quedar de mi altura.- bueno... creo que debo irme, yo vengo mucho a este parque al salir del trabajo... si algún día quieres conversar siempre me siento en esta banca-. Me dio un apretón en la mejilla y dijo-. Quisiera volver a verte SeokJin, fue muy lindo conocerte-. Me sonrió y se irguió de nuevo.- Ha-hasta luego, yo... quizás venga después, mu-mucho gusto-. Tartamudee al sentir todo la sangre acumularse en mis mejillas, el contacto de su mano con mi mejilla había sido tan repentino y sus palabras de alguna forma despertaron mariposas en mi estómago. Solo pude ver cómo me sonrío, dio media vuelta y se marchó pro el sendero, su espalda y su cabello plata fue lo último que vi de NamJoon.