One-Shots de Harry Potter (Terminada)

Nunca tuviste opción (Remus Lupin)

*Eh, aquí la escritora con un comentario casual. ¿Pueden creer la cantidad de Slytherins que hay en Wattpad? ¡Muchas! Todas las que me han pedido One-Shot son de Slytherin, pero eso hace que las historias tomen su toque especial. Pero son un amor todos y cada uno de los Slytherins <3. Yo soy Ravenclaw, ¿ustedes de qué casa son?*

PaganMorgenstern.

Cuando no queda nada que hacer en Hogwarts, debemos preocuparnos. Tantas cosas que te ofrece este inmenso castillo y justo hoy que no hay tarea ni exámenes pendientes descubro que las he hecho todas. Qué mala suerte.

Como último recurso decido seguir al primer grupo de personas que pasaran por mi lado. Hablo en serio, me encuentro sentada en medio del pasillo y nadie se digna en pasar. ¿Acaso no saben divertirse?

Unos pasos apresurados interrumpen mis pensamientos. Cuatro Gryffindor pasan a toda velocidad, no sin antes dos de ellos mirarme con asco. Malditos estereotipos. Me levanto y comienzo a seguirlos entre las sombras, procurando que no me vieran.

Se dirigían a la sala de los menesteres, eso era obvio. Se detuvieron y pasaron tres veces frente al lugar indicado, pero uno de ellos susurraba en voz alta.

- Quiero un lugar donde no nos encuentren... -¿Qué pensaban hacer?

En cuanto se materializó la puerta vi cómo una fina tela se caía de la caja repleta de cosas que traía el chico con gafas. Lo reconocí como James Potter, uno de los más bromistas y mujeriegos de todo el lugar. Pareció no darse cuenta, porque entró antes que los demás.

Recogí la tela en cuanto cerraron la puerta y la observé de cerca. Era una capa de invisibilidad, y de las buenas. Me cubrí con ella y pasé tres veces frente a la sala de los menesteres.

Cuando la puerta se materializó la abrí con cuidado y entré. Los Gryffindor parecieron no darse cuenta de esto, pues estaban de espaldas. Cerré la puerta y observé el lugar.

Esto era impresionante. Tantos instrumentos de bromas deberían estar prohibidos. Y algo me decía que así era. Los sillones estaban llenos de cosas, y la caja que antes tenía Potter en sus manos se encontraba tirada, tres estanterías lejos.

Me acerqué a la mesa que rodeaban y no hice más que abrir los ojos como platos. Un mapa de todo Hogwarts se hallaba ahí y los nombres de todos los alumnos desfilaban en él.

Uno de los chicos se notaba nervioso, como si hubiera visto algo que no quisiera contar. Cómo no conocerlo, era Remus Lupin, el chico más encantador que había conocido. No hacía más que mirar a todos lados, como buscando a algo... O alguien.

- ¡Te digo que alguien entró! -replicó el más bajo. Peter Pettigrew era el que intentaba acusarme.

-Bobadas, Colagusano. ¿Quién si no somos nosotros entraría a la sala a estas horas? Exacto, nadie -respondió burlón el de cabello largo.

Sirius Black, el chico más despreciable que había conocido en todo Hogwarts, y lo digo yo, que podría llegar a ser peor que él.

James miró al sofá y abrió los ojos como platos. Me senté en un sillón un tanto alejado, y Remus, casualmente, miró hacia allí justo cuando me sentaba. Una gota de sudor recorrió su frente. ¿Sabía que era yo?

- ¡Mi capa! -exclamó Potter, buscándola por todos lados.

Sonreí de lado observando cómo buscaban la capa los cuatro merodeadores. Al rato me cansé de ello, así que suspiré y me quité la capa.

-Deberías tener más cuidado con ella, Potter, o alguien podría tomarla y destruirla -le dije y tiré la capa en su dirección, que cayó tapándole media cara, haciendo desaparecer esa parte de su cuerpo.