La serpiente y el tejón (Draco Malfoy)

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Omega_Ibu

      Dejé de prestarle atención a las conversaciones a mi alrededor cuando Iara entró al comedor. Desfilaba con una gracia natural cautivadora, opacando a sus amigas sin tener la intención. Su humilde y hermosa sonrisa convivía en armonía con sus profundos ojos verdes, mi perdición. Su cabello castaño descansaba desordenado sobre sus hombros, y sin embargo, seguía sin perder su elegancia nata. 
     Desvié la mirada en cuanto miró hacia mi mesa, teniendo que escuchar a Pansy otra vez.
     — ... son un asco todos ellos. ¿Qué componen aquí? Hasta los Gryffindor tienen más sentido que ellos —fruncí ligeramente el ceño, sin entender de quién hablaba—. Esos Hufflepuff ocupan lugar y ya.
     Estaba por responderle de forma bastante agresiva, pero respiré profundo y la miré con severidad.
     —Pansy, tú ocupas espacio y gastas oxígeno y nadie te ha dicho algo. Ellos han aportado más a esta escuela de lo que tú jamás aportarás, así que cállate y deja que los mayores hablen —dije poniendo los ojos en blanco, concentrándome en las risas de Theo y Blaise para no escuchar sus chillidos en protesta.
     Me levanté, acomodando mi corbata verde y escarlata, para salir mostrando superioridad del comedor junto a Theo y Blaise.
     Sentí una mirada fija en mi nuca que me hizo estremecer.
     (...)
     Me senté en mi lugar en pociones, observándola. Estaba varias mesas adelante junto a una de sus amigas, luciendo tan resplandeciente como siempre. Una ligera sonrisa se escapó de mis labios cuando se volteó a verme.
     — Esa sonrisita —Theo me codeó sonriendo divertido.
     —Me miró, ¿qué querías, que la despreciara? —alcé una ceja, mirándolo mal.
     —Es lo que haces siempre, ¿no? —rió con fuerza, llamando la atención de varios en el aula. Lo pisé con fuerza.
     —Cállate ya, ¿no? Teníamos un trato —le recordé gruñendo.
     Alzó las manos, sonriendo. Theo notó mi obsesión con Iara hace meses y desde entonces disfruta joderme con eso. Sin embargo, ha tenido que bajar revoluciones: cuando me tocó descubrir quién le gustaba no tardé en chantajearlo.
     El profesor Snape entró, moviendo su capa, haciendo que todos se callaran. Le di una última mirada a Iara antes de prestarle atención.
     —El resultado de las pruebas fue decepcionante —dijo con seriedad, mirando a todos—. Parece que fue respondido por niños de cinco años. Por eso todos tendrán que hacer un trabajo en parejas para pasado mañana. Agradezcan que Dumbledore insistió en darles otra oportunidad —parecía asqueado con nosotros. No lo culpaba. Ni siquiera yo estudié para la prueba: estaba demasiado ocupado vigilando a Iara todo el tiempo para que no le pasara nada.
    Snape comenzó a nombrar las parejas. Hubieron quejas y sonrisas, reacciones de todo tipo. Esperé a que me asignara una pareja, algo desinteresado.
     —Iana y Draco —dijo, y solo con eso captó toda mi atención.
    Mis manos temblaban. Joder, no ahora. Miré a Iana, tragando saliva, topándome con su linda sonrisa. No parecía molesta, más bien... emocionada. Volví a mirar mis manos, moviendo mis pies. Estúpidos nervios.
    Theo estaba demasiado ocupado quejándose de su pareja como para notar mi estado. Agradecí eso. El resto de la clase me concentré muy poco, aunque la poción me salió de maravilla. Talento nato. Cuando nos dieron permiso para salir recogí mis cosas casi corriendo, pero la voz de Iara me paró en seco.
    — ¿De qué haremos el trabajo? —sonrió esperando mi respuesta, como si fuéramos amigos de toda la vida.
     Quería lucir frío e intimidante, pero con ella no podía. Me enderecé y caminé a su lado a la biblioteca; teníamos la siguiente hora libre.
     —Estaba pensando en Felix Felicis —la miré, teniendo que bajar un poco la cabeza.
     — ¿Y por qué no Amortentia? —un ligero sonrojo apareció en sus mejillas mientras entrábamos a la biblioteca. Escogió una mesa y se sentó, sacando su apuntes—. Es una de las más populares.
     —Felix Felicis también lo es —me pasé una mano por el cabello, observándola con detenimiento.
     —Entonces podemos hacer ambas y las comparamos —me miró a los ojos, haciendo que me perdiera en los suyos—. A fin de cuentas, si lo piensas bien, con Felix Felicis también puedes triunfar en el amor.
     —Esa es una buena observación —sonreí de lado, comenzando a anotar lo que decíamos—. Puedes tener un buen día y acabar con pareja también.
     Nos quedamos toda la hora anotando la información y preparando el trabajo. Cuando tuvimos que ir a nuestras clases quise quedar con ella después de la cena, pero me dijo que iría a mi sala común y se fue. No tenía idea de cómo entraría, pero se veía segura así que no la detuve para preguntar.
     En la tarde, tras la cena, me fui a la sala común. Me cambié de ropa y me senté en uno de mis sofás favoritos. Este tenía una mesa justo en frente así que sería más fácil y cómodo hacer el trabajo. Tomé el libro de pociones y comencé a repasar la información sobre Felix Felicis y Amortentia, esperando a Iara.
     Unas pequeñas y suaves manos se posaron sobre mis ojos. Sonreí al escuchar su risa.
     — ¿Quién soy? —preguntó divertida, apartando sus manos para sentarse a mi lado.
     La miré y alcé una ceja. Tenía puesta una capa con el logo se Slytherin, y me parecía muy conocida.
     — ¿Esa es mi capa? —ladee la cabeza.
     Asintió mientras sacaba sus cosas para la tarea. Theo pasó junto a nosotros y me sonrió divertido antes de perderse por los pasillos. Eso lo explicaba.   
     —Te queda bien —dije sonriendo de lado, tomando una pluma.
     —Gracias —me miró sonriente—. ¿Te molesta que la use hasta que terminemos? Aquí hace frío.
     Tras negar ambos comenzamos a escribir en los pergaminos. Tardamos bastante, ya que ambos queríamos que el trabajo quedara excelente. Cuando al fin terminamos Iara estaba tan cansada que se recostó de mí.
     —Vaya —se apegó a mi cuerpo y me miró—. Estás calientito.
     Solté una risita, recogiendo todos los pergaminos. Los organicé bajo su atenta mirada, disfrutando la cercanía.
     —Theo me dijo que te gusto —dijo de un momento a otro, haciéndome parar en seco.
     Otra vez los nervios. La miré, espantado. Theo me las pagaría.
     Comencé a balbucear estupideces, buscando defenderme. Iara soltó una risita y puso una mano sobre mi mejilla, para luego callarme con un beso.
     Y correspondí.

One-Shots de Harry Potter (Terminada)Where stories live. Discover now