Niña bonita (James Sirius Potter)

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KokolXd,

— ¿Los ves allí, Nikolle? —me preguntó mamá señalando a los Potter.

Suspiré frustrada.

— ¡Que sí, mamá, ya los vi!

—A mí no me hablas así —espetó tomando mi mano y jalándome hacia ellos.

N quería acercarme. James estaba allí y era suficiente con que me considerada su mejor amiga y no algo más. Por Merlín, ¿no puedo ni siquiera tener en viaje en tren sin tener que soportar sus cuentos de mujeriego? Al parecer, mamá piensa que no.

— ¡Hola, Ginny! —exclamó ella saludando a la madre de James.

Y se olvidó de mí solo por hablar con Harry y Ginny. Aproveché la distracción para tomar mi baúl y correr al vagón, pero no llegué lejos.

Albus se había detenido frente a mí.

—Si quieres huir de James, no te preocupes, está ocupado hablando con Amber —dijo mirándome compasivo—. Se dará cuenta de que te está perdiendo, ya verás.

—Ay, Albus, siempre sabes qué decir —le dije y me abrazó.

—Anda, corre, ahí viene —sonrió.

— ¡Gracias! —exclamé y subí al tren.

Ya ahí vi a Scorpius a solo unos pasos. Grité su nombre y se volteó, me sonrió y se acercó.

—Nikolle, hasta que llegas —me reprochó abrazándome.

—Lo siento —acomodé mi corbata de Ravenclaw—, mamá se atrasó. ¿Ya tienes vagón?

Asintió.

—Albus dejó ya su baúl allí y yo también, solo faltas tú, si es que esta vez sí puedes venir —alzó una ceja.

—Llevo dos años esperando para subirme con ustedes en el mismo vagón. Ya soporté suficiente a James —dije siguiéndolo.

—Promete que si aparece no te irás con él.

Sonreí.

—Promesa de merodeadora, cariño.

(...)

—Aquí están las grajeas y las ranas de chocolate que querías —dijo Paula, amiga de Scorpius y Albus, Ravenclaw.

—Gracias —respondí tomando lo que pedí.

— ¿No viste a James por ahí? —dijo Scorpius.

—¿Que si lo vi? ¡Parecía un demente buscando a Nikolle por todos lados! ¡Hasta amenazó a unos cuantos de nuestra casa solo por ver si estabas con ellos! —rió.

Por un momento me sentí mal, pero luego recordé que no tenía porqué estarlo.

—Sobrevivirá —dije quitándole importancia—. No creo que sea tan...

—¡Niko! —escuché la voz de James gritar desde fuera del vagón, para luego abrir la puerta.

—O sí —se burló Albus.

— ¡Maldita estúpida, estaba preocupado! —dijo entrando y abrazándome.

Lo golpeé en el estómago y se separó abruptamente. Gruñó y me miró mal.

—Eso es por decirme estúpida, imbécil —le dije y alzó una ceja-. Yo sí tengo derecho a insultarte, me ignoraste en la estación solo por estar hablando con... ¿cómo se llamaba? ¡Zorramber!

—Solo Amber —dijo y sonrió—. ¿Estás celosa, cariño?

— ¿Yo? ¿Celosa de alguien como ella? Disculpa, pero ella no podría superarme ni vendiéndole su alma a Hades.

—Como digas. En fin, ven conmigo, el resto te espera.

—Lo siento —dije viendo a mis amigos-, pero hice una promesa que no puedo romper. ¡Bai! —lo empujé fuera y cerré la puerta, recostándome de ella.

— ¡Mis diez galeones! —se burló Paula de Scorpius y Albus—. ¡Y son diez por cada uno!

—La próxima apuesto a tu favor —dijo Scorpius viéndome.

(...)

Luego de llegar y de la cena de bienvenida me fui a mi sala común y me coloqué la pijama. No tenía sueño, por lo que salí de nuevo y me dirigí a las cocinas.

En el camino escuché pasos siguiéndome, pero era Hogwarts, así que no me preocupé.  Agarré mi varita por si las dudas y seguí andando.

Al llegar al cuadro de las frutas le hice cosquillas a la pera y entré. Los elfos sonrieron y me sirvieron comida a montones.

—Sabía que vendrías —dijo James apareciendo tras de mí.

Casi caigo de la impresión, pero me sostuvo por la cintura. Al ver que estaba por golpearlo retiró sus manos.

— ¿Porqué me seguías? —dije tomando el pedazo de pastel que me pasó uno de los elfos—. Gracias.

—Porque en el tren quise decirte algo, pero no me dejaste —respondió sentándose frente a mí.

—Pues dilo, tienes toda la noche.

—Nikolle... Odio que no seas solo una niña bonita —soltó causando que me atragantara.

—Sé que no soy hija de Afrodita porque no estoy en el campamento mestizo, lamentablemente, así que no me lo saques en cara —le regalé una mirada fulminante tras eso.

—No me refiero a eso, Niko. Por Merlín, eres hermosa, y te lo he hecho saber miles de veces. Me refiero a que no eres una chica... ¿normal es la palabra? No sé exactamente cómo decirlo, pero el punto es que no eres como las demás chicas. Sí, te arreglas seguido, te gustan las cosas de chicas porque eres una chica —alcé una ceja— y siempre das uno que otro consejo de moda a tus amigas. Medio Hogwarts está con pareja por ti. Pero no caes a mis pies con solo dos palabras bonitas, tampoco te dejas llevar por lo que te digan, algo ilógico siendo Ravenclaw —lo miré mal—. ¡No me mires así!

—Odio tus estúpidos estereotipos, más si son de mi casa.

—Sabes que algunos los cumplen. ¡Pero no pelearé por eso! Llevo cuatro años intentando llamar tu atención y nada. Lo más que conseguí es que fueras mi mejor amiga, y duele cada vez que me lo recuerdas —reí—. ¿Ves? A eso me refiero. Eres de las pocas que ríen cuando les dicen que son la mejor amiga del chico que les gusta.

Lo miré con los ojos bien abiertos, y desvié la mirada al instante. Quizá estaba sonrojada, o puede que solo molesta, pero ¡vamos, descubrió mi mayor secreto!

— ¿O sea que sí te gusto? —rió—. Lo decía para ver si lo que siento era correspondido, y parece que sí.

— ¿A qué te...? —no me dejó terminar, pues cortó mis palabras como tijeras al papel con un beso.

One-Shots de Harry Potter (Terminada)Where stories live. Discover now