One-Shots de Harry Potter (Terminada)

Cálmala (Dean Thomas)

@ForeverNeverland27

Desde hace días, Dean no hace más que torturarme.

Navidad se acercaba y con ella los mejores días del año. Bueno, eso habría dicho si yo fuera la novia de Dean y no la perra de Estefany, quien lo único que hacía era contornear las caderas y reírse de todo lo que el chico decía.

Exasperante. Insufrible. Odiosa. Y mucho más.

Tomé asiento en la mesa de Hufflepuff y recosté la cabeza de mi plato. Gruñí y negué.

- ¿Por qué, Cedric, por qué? -le pregunté a mi hermano quien me miraba con burla.

Rió.

- ¿Crees que yo lo sé? Lucha por él, Marilyn, no dejes que te lo quiten tan fácil.

Alcé la cabeza en un dos por tres y sonreí.

-Necesito Amortentia... -susurré.

-Ni lo pienses -amenazó el Hufflepuff-. Vamos, eres más inteligente que eso, ¡pero no vayas a hacerle un Avada a la chica! -añadió al ver que sacaba la varita.

Hice un puchero y la guardé. Me levanté y le di un último vistazo a la feliz pareja.

- ¡Busquen un puto cuarto, carajo! -les grité al ver cómo se comían.

Estefany gruñó.

- ¡Solo estás celosa porque no puedes ocupar mi lugar!

Reí sonoramente y las miradas de todos se posaron en nosotras. La miré con burla.

-Mi vida, el que quiera ocupar tu lugar se expone a adquirir alguna enfermedad venérea -se escuchó un "uhhhh" general-. Prefiero estar soltera y sana a estar de zorra y enferma (eh, que es humor, no se lo vayan a tomar a pecho).

Y sin más, salí del gran comedor.

Quién diría que ese comentario haría mi vida más fácil.

(...)

A la mañana siguiente me enteré de muchas cosas.

Me encontraba sentada junto a Cedric en la sala común. Él me contaba lo que había sucedido tras mi partida.

-... Entonces, Dean preguntó en un grito quiénes se habían acostado con ella mientras Estefany era su novia. Dos Gryffindor, tres Slytherin, un Ravenclaw y un Hufflepuff se levantaron. Dean la dejó frente a todos y se largó. Ella se encogió de hombros y se sentó junto a otro chico.

Reí y tomé mi libro de pociones. Me levanté, besé la mejilla de mi hermano y salí de la sala común.

Realmente no iba a pociones, sino a las cocinas. Amaba ese lugar. Pero en el camino fui retenida.

Estefany arroz.

-Maldita perra... -dijo empujándome.

-Disculpa, ¿cuándo comenzamos a hablar de ti?

La chica dio un grito exasperado y sacó su varita. No hice nada, pues escuché pasos apresurados en el pasillo. Al contrario, me relajé y le sonreí.

-Solo haz dañado mi relación. ¡Mi perfecta relación! Yo lo amaba. Él me amaba -dijo atropelladamente.

Reí.

- ¿Estás segura? Que yo sepa, tú eres la que anda tras todos.

Antes de que pudiera hacer algo, Dean apareció y le quitó la varita. La chica se volteó y se tiró a sus brazos, fingiendo sollozos.

- ¡Ella me quería atacar, Dean! &-exclamó.

Dean alzó una ceja en mi dirección. Negué y me encogí de hombros.

-¿Qué le hiciste? -me reclamó.

Abrí los ojos como platos y me crucé de brazos. ¿Le creía a ella, que era la que me apuntaba con la varita, sin yo siquiera tener la mía cerca?

Sentí mi mundo venirse abajo. Bajé la cabeza y aguanté las lágrimas.

-Yo no le hice nada. ¿Qué puedo hacer sin la varita? ¡Nada! Ella se acercó, me amenazó y me lanzó mierda. No puedo creer que estés de su lado.

Él se alejó de la chica y se acercó a mí. Cuando quiso tocarme, di un paso atrás.

-No me toques -escupí-- No soy tu plato de segunda mesa.

Y me largué corriendo.

- ¡Marilyn! -escuché que gritó, pero lo ignoré.

(...)

-Por favor, escúchame -decía Dean siguiéndome.

Negué.

- ¿Qué harás, justificarte? ¿Decirme que fue una confusión? ¿Que solo te dejaste llevar? Dean, si algo conozco bien son las escusas, no podrás engañarme.

Dean me agarró del brazo y me jaló. Quedamos a tan solo centímetros, pero no dejaría que pasara de eso.

-Solo dame una oportunidad -susurró.

Volví a negar.

-No.

Pero antes de que yo hiciera algo, Estefany apareció. Me empujó y tomó a Dean de la mano.

- ¡Aléjate de él! -me gritó.

Gruñí.

-Cálmala, Dean -le dije levantándome-. Esta vez no seré tan comprensiva.

- ¡Él no hará nada! ¡Tú te irás de aquí ahora! ¡AHORA! -siguió gritando.

- ¡Cálmala! -grité ya molesta.

- ¿Con que eso quieres? -preguntó Estefany sacando su varita.

Dean se la arrebató y le susurró algo al oído. Ella me lanzó una mirada de odio antes de irse.

-Lo siento... -comenzó a decir.

-No, no lo haces -le interrumpí-. No lamentas estar con ella. No lamentas haber roto mi corazón. No lamentas nada, Dean, como tampoco sabes nada. ¡No lamentas nada!

Cedric apareció a mi lado y me sostuvo. Estaba al borde de enloquecer.

-Ya basta, Thomas -amenazó Cedric.

-Pero...

-Dije que basta -insistió Cedric, sacándome de allí.

-Cálmala... -susurré antes de perderlo de vista.