¡Holy Shit!, I Love You 《YoonKook》

10.-|Dolor|

     ~•pov Suga•~
______________ ______________
.
.
.

.
.
.

•...Ha... que cansador...•
Murmuré en mi mente con el cuerpo pesado, escuchando como Jungkook pedía ser bajado al suelo frente a mi.

-¿Q-Qué hacen?, ¡suéltenme! —gritó tal vez creyendo que funcionaría mientras movía manos y pies, dejando el extraño pensamiento  en mi cabeza que escuchar un "me están secuestrando" o algo sería más trágico y divertido—

Riendo por mis aniñadas ideas me colgué el bolso del menor al hombro, prosiguiendo con el plan que habían conformado los tonto.

______________ _______________
            ~[Flashback]~
______________ ________________

La noche anterior, aproximadamente a las 02:00 am el ruidoso tono de llamada del móvil junto a mi cama sonó, haciendo que tuviera que medio despertarme para poder atenderlo ya que luego de un rato había notado que las llamadas no cesarían hasta que me dignara a contestarlas.

-¿Qué? —murmuré molesto esperando que la persona tras la línea contestara lo más rápido posible para seguir durmiendo aunque como no había visto la pantalla al contestar no sabía de quien se trataba—

-¡Suga! —dijo la voz tras el teléfono doliéndome los oídos por lo estrepitoso que era, haciéndome reconocerle casi de inmediato—

-Jimin...

-¡Si!, te llamo para ponerte al tanto de algo.

-¿tan importante es para llamarme a esta puta hora?.

-Seh~...

Aquel chico despreocupado logró irritarme con el mínimo esfuerzo pero tan solo suspiré, retuve las ganas de decirle que se pegara un reloj en la frente solo para que terminase de hablar, si me disponía a retrasarlo no terminaría mi calvario.

-¿Entonces?, ¿que estupidez quieres?, maldito idiota.

-Malhablado.. —susurró para luego seguir con el mismo animo de antes— saldremos los cuatro juntos, Rapmonster, Jungkook, tú y yo, ¿que tal?.

-¡¿HA!? —exclame con sorpresa, era la primera vez que escuchaba de eso y no sonaba como una invitación, mas bien parecía una obligación.

-Lo que oyes~

-Nunca dije que iría...

-Debes hacerlo.

-¿Ahora vas a mandarme, risitos de oro?.

-Risi... —murmuró con un tono extraño para luego reír— cuidado Suga... no me obligues a ser descortés...

-¡Já!, ¿acaso me ves preocupado?.

-Ho... ya veremos...

Al decir aquello cortó la llamada y sin más me tumbé nuevamente en el colchón con naturalidad sin soltar el teléfono, ponerlo en la mesa de noche sería demasiado esfuerzo.

No debieron de haber pasado más de treinta minutos cuando escuche golpes en la puerta. Por supuesto hice caso omiso a ellos e intenté reconciliar nuevamente el sueño cuando escuché la puerta ser abierta y pasos rápidos subir a mi habitación.

Sin disimular mi terror miré la puerta por largos minutos hasta que el intruso entró, risitos de oro.

Escondiéndome entre las sabanas apenas hacer contacto visual noté como se acercaba a paso lento, no tenía idea de que estupidez haría pero no estaba dispuesto a rendirme, no en ese momento.