¡Holy Shit!, I Love You 《YoonKook》

18.-|Complicado|

~Pov Suga~

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-Respetame o te haré respetarme..

Inclinandome un tanto hasta Jungkook hice que nuestros cuerpos se rozaran, sabiendo que de seguro él habría sentido la erección que tenía pero no me importaba justo ahora, quería disciplina.

-D-detente.. Detente o yo...

-¿Mm?, ¿tú qué?..

Haciendo un roce más intenso que el anterior sentí un estremecimiento bajar por mi espina, provocando que apretara mis dientes.

- Yah~... -gimió Jeon, haciendo que ambos nos miraramos a los ojos casi al instante-

El rostro de Jungkook no hacía más que volverse cada vez más y más rojo hasta el punto de parecer un tomate, dandole un aspecto adorable y malditamente deseable, mientras lo que provocaba en mi era que "algo" siguiera despertando.

Como si hubiera sonado un click en mi cabeza me relamí los labios, y pese a las negaciones de Jeon le comí la boca como si no hubiese un mañana, delineandole los labios con mi lengua y mordiendolos solo con la intención de oírle jadear.

Sus manos buscaron apartarme por segunda vez pero con un par de roces más no pudo seguir luchando, haciendo ahora una leve presión contra mi pecho, presión casi inexistente.

Mis manos fueron lentamente a parar a su cintura y la delinearon lentamente cual objeto frágil, como si al hacer una mala maniobra fuera a romperle.

Mis dedos no tardaron en escabullirse entre las ropas del menor, deleitandose con la suavidad de su piel y la firmeza de sus musculos. Tan malditamente deseable.

Apreté con exagerada fuerza aquellos botones rosas que le adornaban el pecho, escuchandole gemir tan dulcemente que me hacía dar vueltas la cabeza.

•Joder Jungkook... Si me haces esto no puedo detenerme...•

Quería besar cada parte de su cuerpo, lamer cada centímetro de su piel para saber su sabor exacto y marcarle como mío para que nadie pudiera quitarmelo, ni siquiera Jimin.

Mis manos fueron en descenso segundos después, y aunque pude percibir que el cuerpo de Jungkook se tensaba, él no intentó empujarme.

Mis manos pasaron por encima de su pantalón, robandole un gemido al presionarle con mi palma y quedandose viendo expectante al oír la cremayera bajarse.

•Luego de esto no me pienso detener...•

-¡Kookie!, ¡las galletas! -Gritó una voz femenina, acercandose a pasos lentos a la habitación.-

Aunque no reaccioné de inmediato no hubo necesidad de ello, pues la rata se había encargado de mandarme a volar literalmente, cayendo junto a la cama, agradeciendo internamente que no me hubiera dado en la cabeza con el bordillo de su escritorio.

Seguido de eso la puerta se abrió, dejando ver a la persona que me había dejado entrar a la casa con una bandeja, dejandola inmediatamente en la cama e ignorando el hecho de que yo estaba desparramado en el piso mientras Jeon, con una mueca confuza, estaba sobre la cama en una postura "natural", que nada de eso tenía.

Tan rápido como llegó se fue y, por mi parte, tan rápido como me tiraron me levanté, enseñandole a la rata una de mis mejores sonrisas torcidas, intentando no desconcentrarme en el hermoso rubor de sus mejillas, sus labios hinchados y su mirada perdida.