16.-|Tontos|

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~Pov Suga~

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Poco a poco fui despertando de mi largo sueño con una pesadez tan grande que hacía palpitar uno de los lados de mi frente, sintiéndome cansado y abochornado mientras me sentaba en la cama, buscando poder sentirme mejor y más saludable, sin embargo un mareo me atacó de manera repentina, teniendo que sujetarme del cuerpo a mi lado para no caer.

No entendía de que se trataba, mi mejor amigo era más alto y moreno que la persona de la cual me apoyaba por lo que me sentía terriblemente confundido.

Permanecí un buen rato en aquel trance de incomprensión del que no podía salir, notando como caía de mi cabeza un paño húmedo, reposando en mi regazo para mojar ligeramente las sabanas que aún me cubrían.

Una sonrisa de amargura y pesimismo se asomó por mis labios, haciéndome recordar aquellos días en los que deseaba terminar con todo y mantenerme tranquilo de una vez, aquella vez en que casi lo logro y todos habían aparecido para cuidarme.

Negué varias veces mientras exhalaba un largo y exhausto suspiro. No era momento de recordar esas cosas, ya era parte del pasado y no estaba dispuesto a volver a vivirlas.

Esta vez, decidido a concentrarme, me quedé viendo a la persona junto a mí, buscando una respuesta para mis dudas costase lo que me costase, y realmente fue duro, ya que pasaron bastantes minutos antes de poder tener vagos indicios de la noche anterior, los cuales aparecieron y flotaron en mi cabeza con tal velocidad que no me dieron tiempo para prepararme.

<<-Es..pera... N-no Más... D-detente...  >>

La voz de Jungkook voló por mi mente mientras recordaba la intensidad de su mirada, y poco a poco, de manera involuntaria, recogí de mi cerebro las migajas esparcidas de las escenas vividas hace un par de horas atrás.

Sus ojos chispeantes y negros, su cabello revuelto, las posiciones de nuestros cuerpos, su tenue sonrojo, sus manos, sus hombros, el aroma que desprendía su piel y hasta el rosa color que le adornaban los labios, aquellos húmedos, esponjosos y exquisitos labios de los que me  deleité a diestra y siniestra.

Fue obvia la razón de porqué la fiebre pareció volverme con tal fuerza que casi vuelvo a desmayarme.

No podía creerlo, había cruzado la linea imaginaria que había trazado para mantenerme a raya. Estaba sin palabras, me faltaba el aire cada vez que recordaba más y más.

Me levanté de la cama lo mejor que pude y con pasos desviados intenté apresurarme a la puerta mientras nuevos fragmentos en mi memoria me atacaban y debilitaban a cada paso.

Esta vez fueron el roce de nuestros cuerpos, lo mucho que apreté sus manos para que no fuese a soltarse, y el vistazo de sus parpados entrecerrados.

Sentí que me calentaba, pero ya no estaba seguro de si se trataba de la fiebre o ya era algo más sexual, solo de una cosa estaba seguro, la maldita puerta no se abría.

Tiré con ella primeramente de manera suave y torpe, para luego continuar con movimientos más ruidosos aunque lo bobo que me había puesto parecía ya no tener solución. Y como si un balde con agua fría hubiera caído sobre mi coronilla en aquel mismo instante sentí como el rechinido de la cama hacía la presencia de un Kook despierto demasiado perceptible, tensandome.

No me giré, la vergüenza que sentía podía más por lo que solo me resigné a mantener la cabeza agacha, sin decir nada mientras mi mano se mantenía sobre el pomo de la puerta.

¡Holy Shit!, I Love You 《YoonKook》Where stories live. Discover now