¡Holy Shit!, I Love You 《YoonKook》

14.-|Desmotivación|

       ~•pov Suga•~
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Jungkook aún mantenía su mirada en mi como intentando entenderme, abrirse a la posibilidad de que lo que decía fuera verdad o una simple broma pero era sencillo adivinarlo por la seriedad en mi expresión. No podía seguir callando el sentimiento que había germinado en mi corazón.

Había tenido que decirlo de manera tan brusca y rápida que estaba seguro que aquel acandilado amor que le dedicaba no le había llegado correctamente, luego demostrándolo.

Soltándose de mi agarre de un manotazo se alejó de mi, levantándose de la cama al igual que Jimin el cual permanecía cabizbajo. Todo se estaba yendo literalmente a la mierda.

Suspiré, la situación me cansaba, los sentimientos de Jungkook, Jimin e incluso los míos me estaban revolviendo el estomago con mayor eficiencia que una lavadora automática que mi solo deseo no podía detener. Sentía que se me abría el vientre.

Con fingida tranquilidad me levanté también del colchón y tomando a ambos por uno de sus brazos los deje tras el marco de la puerta que ya no sostenía aquella nombrada, debía de arreglarlo más tarde o de seguro nos regañarían.

-Ha sido un día bastante cansador.. deberían irse.. ¿no?.. —cuestioné sin querer respuestas de su parte por lo que haciendo oídos sordos proseguí a acomodar como pude la puerta para poder cerrarla sin verles ni siquiera un segundo sus correspondientes rostros, tan solo quería que se fueran—

Disponiéndome volver a la cama dí unos cuantos pasos para luego sentir la puerta ser abierta, haciendo que suspirara.

-Dije que ya es suficiente por ho-... —musité ya molesto, notando que la persona que ingresaban a la habitación no eran mis anteriores acompañantes si no el moreno amigo que por lo general en la infancia intentaba ayudarme en mis momentos de pesada angustia. Nam me miraba confuso—

-¿Que te ocurrió?, ¿y los demás? —preguntó lleno de lo que parecía preocupación, teniendo en su mano una bolsa de hielo—

•Tan preocupado...•
Me comenté a mi mismo un tanto divertido por la intención de mi amigo, siempre que me asustaba por los truenos me daba fiebre, de seguro esta vez no sería la excepción.
•Realmente es bueno...•

Dejando que entrara para intentar explicarle las cosas le hice sentarse en el borde de la cama para luego comprobar que los demás no estaban, asintiendo al haberlo confirmado.

Caminando en pasos rápidos junto a él con la panza echa un lío y con un nudo en la garganta que buscaba mi asfixia intenté dar pié a la conversación aún no teniendo un escalón de comienzo.

•¿Como poder explicarle lo que siento por alguien de mi mismo genero?, ¿como saber si no le daré asco o piense que estoy enfermo?•
Me cuestioné varias veces, pero debía de confiar, tantos años de amistad no servirían de nada si no me aceptada, si no sabía lo que me pasaba.

Girándome en su dirección le miré totalmente serio y concentrado en sus ojos, haciéndole ponerse nervioso de sobra ante lo que le diría o planeaba decirle pero al parecer mis palabras no fueron de su total comprensión.

-Nam... ¿Crees que es raro amar a un hombre? —Murmuré aún desconfiado, viendo como mi amigo se tensaba por la repentina charla—

-... ¿Qué?... Creo que no oí bien ¿Me lo repites?...

-...Amar a un hombre...

-¿A c-cómo te refieres?  —Me devolvió mi inquietud mientras se picaba las manos—