Capitulo 2 B

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Justo en ese momento reparó en que había un hombre  en la cocina, mirándolos. Con todo el alborto, ni siquiera los perros habían advertido su presencia. Al verle se pusieron a ladrar todavía más fuerte, y él dio un paso atrás. Lucy les ordenó que se estuvieran quietos. La escena no podía ser más caótica. El hombre estaba tan aterrorizado por los perros como desconcertado por ella.

-¿Qué está haciendo aquí? - preguntó Lucy muy sería. El hombre llevaba tejanos, jersey de cuello de cisne y una cazadora negra de piel y no tenía pinta de ladrón, pero Lucy no sabía cómo había podido entrar.

Se le quedó mirando, todavía con los pies en el charco de jarabe, y él intentando no sonreír ante el espectáculo que acababa de presenciar. La chica parecía una domadora de leones, con su larga melena rubia toda alborotada, el camisón y los calcetines empapados, y aquel perro enorme ladrando en sus brazos, mientras el otro seguía corriendo en círculo a su alrededor sin dejar de ladrar. Olía a jarabe de arce que estaba por todas partes hasta en el pelo, brillante como caramelo hilado. No se le escapó que era muy guapa y le calculó unos dieciocho años.

-¿Os habéis peleado por la comida?- preguntó con un brillo malicioso en la mirada- Que pena habérmelo perdido, con lo que me gustan las cosas. Se supone que  voy a vivir aquí unos días en plan de huésped, o refugiado, no sé.

Le mostró la llave para que Lucy viera que había entrado sin forzar ninguna puerta, de la manera más legal. Ella se quedo sin aliento. Su hermana le había dicho que iba a ir una mujer. A él no lo había mencionado. ¿O acaso los huéspedes iban a ser dos? Pero, de repente, lo entendió todo, el acento británico... y casi se puso a gritar. No, no podía ser. Era imposible. Lo estaba soñando. Había visto a aquel hombre dos noches seguidas en la gigantesca pantalla de su hermana.

-Miera... oh, Dios mío... no puede ser...- dijo. Pero si, todo encaja. Natsu o na-chan no era el apodo para una mujer, él era Natsu Dragneel, el famosísimo actor de cine británico ¿Cómo no se le había ocurrido a su hermana de advertirla? Se puso colorada como un tomate, y él sonrió divertido, igual que en la pantalla. Lucy había visto sus películas ciento de veces, y ahora  lo tenía delante en carne y hueso.

-Me temo que sí - dijo él, en tono de disculpa, y luego el miró el desastre que la rodeaba- Me parece que deberíamos hacer algo al respecto.

Ella asintió con la cabeza, temporalmente muda, y luego le volvió a mirar.

-¿Podrías encargarte de sacar a los perros...- Preguntó ella tímidamente, señalando la puerta que daba al jardín- y así yo limpió todo esto?

-Podría- dijo él, dubitativo- lo que pasa es que los perros me dan terror. Si haces tú mi parte,  yo buscaré una Hoover y me encargare de limpiar.

Lucy se rió, tanto de la propuesta como de la palabreja. Gray también llamaba Hoover a la aspiradora. Natsu Dragneel era británico, y ninguna aspiradora (de la marca que fuese) iba a dar cuenta de un lago de jarabe de arce.

-Déjalo estar- le disculpó ella, y ordenó a los perros que la siguieran (cosa que hicieron de mala gana), mientras él se encogía de miedo. Lucy volvió  sola unos minutos después. Recogió los cristales con papel de cocina y se quitó los calcetines para no resbalar otra vez. Era un milagro que ninguno de ellos se hubiera cortado. Después se puso a retirar el pringue con paños de cocina, unos paños inmaculados, de un blanco perfecto y al parecer recién comprados. Natsu le echó una mano y no pudo evitar que se le mancharan un poco los zapatos. Ella estaba perdida de jarabe por todas partes.

-Me imagino que no eres la asistenta- dijo, por dar conversación, aguantándose la risa, mientras la montaña de papeles pegajosos iba creciendo- ¿Amiga de Erza y Jellal? - Había hablado con Erza y ella no le había comentado que fuera a haber alguien en la casa, pero estaba claro que la chica tampoco había forzado la entrada. Parecía Ricitos de Oro. O tal vez era una intrusa que había pasado allí la noche vestida con un camisón de coranzoncitos y antes de saquear la casa había decido tomarse un buen desayuno.

Tiempo Prestado  [Adaptación Nalu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora