Tiempo Prestado [Adaptación Nalu]

Capitulo 18 B

A los que van al día con el Manga ¿les gustó? Pues a mi me encantó por no ser lo que esperaba (todos con familia) pero mi lado am ante de parejas me faltó el nalu y Jerza, pero aun tengo mis dudas de que quería decir Natsu a Lucy cuando salen a trabajar pero weno esperaré especiales. Sin más rodeos un nuevo capítulo. Quedan pocos capítulos 😉
Erza le tocó la mano. Fue un gesto que hizo sentirse orgulloso a Jellal. Por fin habían dado el paso de compensar a su hermana por todas las cosas que le había dicho. El embarazo había suavizado su carácter, y eso era más evidente cuanto más cerca estaba de ser madre.

-¿Por qué no das tiempo al tiempo?- dijo Erza, tocándole todavía la mano- ¿Cuándo vuelve Natsu?

-No lo sé. Hace tres semanas que no hablo con él. Un día de estos, creo, si el rodaje no se ha alargado.

-No te dejes vencer por esos cabrones. No puedes darles también ese gustazo.

Pero Lucy ya se había rendido. Tenía la sensación de que no había vuelta atrás. No era así como ella deseaba que terminaran las cosas, pero el violento incidente le había hecho temer por su vida. Natsu era consciente de ello, razón por la cual no había insistido en convencerla de lo contrario. La amaba demasiado como para obligarla a quedarse con él.

Lucy ayudó a Jellal a recoger la mesa y Erza fue a sentarse en el sofá y puso la tele.

-¿Qué le has hecho, Jellal?- preguntó Lucy en susurros- Estaba superamable.

Jellal se echó a reír.

-Será que las hormonas empiezan a hacerle efecto-dijo- a lo mejor ese bebé consigue convertirla en un ser humano.

-Estoy impresionada - reconoció Lucy, mientras metían los últimos platos en el lavavajillas.

Fueron a sentarse en el sofá con Erza y ya no volvieron a hablar de paparazzi ni de Natsu. Al poco rato fueron a acostarse. Tenían que ir a comer al día siguiente a casa de Irene, una tradición familiar. Y como dijo Erza, con una sonrisa maliciosa, esta vez la novedad sería el "niño prodigio"

Se levantaron tarde a la mañana siguiente, y a eso de la una fueron en coche a la mansión que Irene tenía en Bel-Air. Erza llevaba el único vestido que todavía le cabía. Era uno suelto, de seda de color azul cielo, que combinaba muy bien con su larga melena escarlata. Lucy llevaba un vestido blanco de punto que se había puesto en Italia, y Jellal un traje pantalón negro muy elegante. Irene les abrió la puerta ataviada con un traje de Chanel rosa que le sentaba de maravilla. Estaban todos dándose abrazos y besos en el recibidor, cuando se les acercó un hombre muy apuesto con un traje cruzado gris y una corbata Hermés.

-Hola, Sting- dijo Lucy, reconociéndolo al instante, y le tendió la mano sonriendo afectuosamente.

Al principio él estaba un tanto nervioso, pero cuando pasaron a la sala de estar, presidia por una enorme retrato Irene vestida de fiestas y muy enjoyada, se fueron relajando y lo pasaron bien.

Jella y Sting charlaron de cine. Él estaba a punto de empezar una película y dijo que Irene le había ayudado muchísimo con el guión. Ella acababa de terminar otra novela. Y Erza estaba entusiasmada con la película que habían producido recientemente. Todo ello le recordó a Lucy los viejos tiempos, cuando vivía su padre y se hablaba de libros, películas, clientes nuevos y antiguos, y en la casa siempre había algún actor famoso o una estrella de cine. Era el ambiente en que Lucy se había criado y le resultaba muy familiar. Todos se sorprendieron cuando ella anunció que pensaba volver a estudiar.

-¿Derechp?- preguntó su madre perpleja.

-¡No, mamá. Alguna cosa que no sirva para nada, como historia del arte. Creo que me gustaría hacer restauración. Todavía no lo he decidido- La idea había empezado a cuajar desde que lo hablo con Natsu dos eses atrás, y lo que había visto en Venecia y Florencia le había animado a ponerla en práctica- No puedo pasarme toda la vida paseando perros- dijo, y su hermana y su madre sonrieron.