Tiempo Prestado [Adaptación Nalu]

Capitulo 3 A

Existió un pequeño cambio en los personajes, la madre de Lucy y Erza será Irene, eso es todo disfruten el capítulo.
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Lucy recogió al caniche enano y al pequinés, como cada sábado, y los llevó a pasear. Después fue al supermercado y compró todo lo que le pareció necesario. Ella podía sobrevivir con lechuga y comida para llevar- de hecho, venía haciéndolo en los últimos dos años- pero ahora había un huésped en casa de su hermana y juzgó oportuno llenar un poco la despensa. Era lo que Erza habría esperado que hiciese. De momento, Natsu Dragneel le parecía una persona agradable. Todavía no acababa de asimilar que fueran a compartir la casa durante unos días, y pensaba que Erza debería haberle dicho quién era, en vez de limitarse a hablar de alguien llamado <<Na-chan>> que huía de una ex novia pirada ¿Cómo podía imaginar Lucy que se trataría de él? Al menos la casa estaría un poco más animada. Claro que, dada la fobia que el pobre le tenía a los perros, no podría dejarlo con Happy e irse a pasar el fin de semana a Bolinas, como tenía pensado.

Eran las tres de la tarde cuando llegó con los víveres a casa de su hermana. Había comprado también un dominical y varias revistas para él. Sin saber muy bien por qué, se sentía obligada a hacer de anfitriona, por más que la cosa hubiera empezado un poquito mal, con el incidente del frasco de jarabe de arce. Estaba impresionada por la actitud de Natsu, tan servicial a la hora de ayudar a limpiar.

Percibió una extraña quietud al entrar en la casa. Supuso que él estaría durmiendo todavía y que los perros estarían haciendo lo mismo en algún rincón. Fue a la cocina con la compra, y se llevó un buen susto al verlo entrar mientras estaba vaciando bolsas. Natsu llevaba una camiseta blanca y unos vaqueros, además de sus muy elegantes y muy británicos zapatos de antes. Gray solo calzaba sandalias y zapatillas de deportes. No necesitaba nada más, salvo unas botas de montaña- Todo lo que le gustaba hacer estaba relacionado con el aire libre, y en eso era igual que Lucy. A su madre, por el contrario, no le había visto llevar otra cosas que zapatos de tacón alto durante años y años. Y con el tiempo, los tacones no dejaban de crecer.

-¿Ya estás despierto?- preguntó Lucy mientras terminaba de guardar la compra, y le miró sonriente.

-No he podido acostarme- dijo él, con tristeza en su voz.

¿Y eso? ¿Qué te ha pasado? 

-Alguien se me adelanto- Le hizo señas de que le siguiera. Mientras subían a la habitación, Lucy empezó a pensar si Erza habría invitado a alguien más y si ese alguien habría ocupado el cuarto de los huéspedes. Pero nada más llegar, vio lo que pasaba y se echó a reír. Happy se había instalado en la cama mientras Natsu se daba una ducha. Tenía la cabeza apoyada en la almohada y estaba aterrado ocupando casi toda la cama, y roncaba como un bendito. Charle no estaba por allí, pero el mastín se lo había montado la mar de bien- No he querido discutir con el perro, ya me entiendes. He ido a mirar en tu habitación, por curiosidad, y allí estaba el otro, durmiendo tan ricamente.

-Charle es mi perra- le explicó ella con una sonrisa- Este es el dueño del castillo, la casa es suya. Se llama Happy pero mi hermana no le deja dormir en las camas. Lo hace cuando estoy yo. Es muy listo- Se acercó rápidamente a la cama, despertó al perro dándole palmaditas y lo hizo bajar. El mastín, con cara de ofendido ante semejante descortesía, fue hacia el dormitorio grande para hacer compañía a Charle- Lo siento- dijo Lucy, mirando a Natsu- Estarás hecho polvo.

-He dormido algo en el sofá, pero reconozco que me vendría bien una cama de verdad. Anoche me tocó dormir en el coche. Y anteayer escondido en casa de un amigo. Parece que Los Ángeles es demasiado pequeño. A mi ex le falta un tornillo- añadió, tocándose instintivamente la mejilla. Es todo un crack ¿sabes? , y cuando pega, pega fuerte. En las pelis de acción hace ella misma todas las escenas.- Lucy sabía con quién estaba saliendo él por las revistas de corazón, Flare una actriz joven conocida por el talento y su hermosa cabellera colorida, pero le admiró por no dar nombres. Parecía un hombre muy educado- Hace seis meses alquilé una casa para todo un año. Vivía con ella, y ahora tendré que buscar un apartamento. Pero antes tengo que centrarme un poco. Nunca antes había estado metido en un lío como el de ahora.- Le sonrío tímidamente- Es la primera vez que una chica me da calabazas. Un día, por poco me mata lanzándome el secador de pelo. Y cuando me amenazó con una pistola, vi que había llegado la hora de cortar. No se te ocurre discutir con una psicópata si va armada. Bueno, yo procuro no hacerlo, por regla general - A pesar de la sonrisa, se le notaba lo afectado que estaba.