Tiempo Prestado [Adaptación Nalu]

Capitulo 9 A

Como dije en el capitulo anterior, me dio por publicar ..... morire :c 

A mediados de agosto Natsu recibió una llamada de la madre de Nashi. La habían invitado a pasar quince días a bordo de un yate en el sur de Francia. Había pasado varios fines de semana con Nashi en Southampton y trabajado en la misma obra de teatro durante un año seguido en Broadway.

-Siento hacerte esto- se disculpó Juvia. Normalmente avisaba con más anticipación- Necesito unas vacaciones, Natsu, y puede que no me salga otra oportunidad hasta dentro de muchos meses. Han buscado una buena suplente para la obra y la verdad es que me encantaría llegar a Saint- Tropez por mar ¿Puedes hacerte cargo de Nashi durante un par de semanas?

En otras circunstancias, Natsu habría dicho que sí enseguida, pero no tenía idea de cómo se lo tomarían Jellal y Erza. Una cosa era que estuviesen esperando un bebé y la otra distinta que se les colara una niña de seis años en la casa, con lo que esto suponía. De todas formas, él quería que la niña conociera a Lucy, así que confió que los dueños de la casa no le importaría.

-Supongo que podré- dijo, un tanto incómodo- Es que ahora mismo estoy de huésped en casa de unos amigos. Tendré que preguntarles si les parece bien que haya una niña en la casa. Si dicen que no, supongo que podría ir a un hotel- pero allí perdería el anonimato y todo el mundo sabría que estaba en San Francisco. Lucy y él pretendían seguir pasando desapercibidos durante un tiempo. Enfrentarse a los periodistas iba a ser un incordio- Te llamo en cuanto sepa algo, Juvia. 

Después de colgar, telefoneó inmediatamente a Erza, pero había contestado Jellal, que le guardaba el móvil a su pareja mientras esta estaba en el plato. Natsu le explicó el problema y le dijo que si lo preferían, podía irse a un hotel con su hija.

 -No seas tonto, Natsu- dijo Jellal- Más vale que nos vayamos acostumbrando a que haya críos en la casa, ya que nosotros tendremos uno- No estaba seguro de si Lucy se lo había dicho, ni sabían si se tenían confianza para eso. Sabía que Lucy le había dicho a Erza que ella y Natsu apenas se cruzaban, cosa que a él no sabía si creer del todo.

-Eso me han contado. Enhorabuena a los dos. Y muchas gracias por dejarme tener aquí a mi niña. Es una santa, y se portara muy bien. Parece mayor de lo que es. Su madre siempre se la llevaba a todas partes- Menos a un pequeño crucero por la Costa Azul, fue lo que pensó Jellal- Tengo muchas ganas de enseñarles San Francisco, y he pensado que podría llevarla a la playa con Luce.

-Seguro le gustaría- dijo Jellal. Las palabras de Natsu no cuadraban mucho con la afirmación de Lucy de que apenas se veían en la casa, sobre todo por el sobrenombre que le había dado- A propósito ¿Qué tal os lleváis tú y Lucy?- preguntó Jellal, ahondando un poco. No fue capaz de reprimirse. Por alguna extraña razón, le encantaba la idea de verlos juntos. Sentía un gran respecto por Lucy, mucho más que su propia hermana mayor. Y a diferencia de Erza, no pensaba que Lucy fuera un caso perdido, sino una persona diferente de su superambiciosa hermana. Y sabía que la pérdida de Gray la había afectado mucho. Por otra parte, a Jellal le agradaba la personalidad de Natsu y le consideraba una buena persona, un hombre con valores y una estrella famosa.

-Nos llevamos de fábula- reconoció él, no sin cierto recato- Es una mujer increíble, independiente, buenísima persona, afable y honesta- Cantó sus alabanzas pese a que con Jellal no era necesario hacerlo.

-Parece que habéis hablado un poco- dijo él, con un tono de aprobación.

-Si, bueno, cuando no está ahí con los cinto un dálmatas. Un trabajo un poco raro, aunque la clientela le es fiel y ella de momento le va bien así- Natsu no creía que ese empleo tuviera nada de malo, para no ejercerlo toda la vida y no entendía por qué la madre y la hermana ponían tantos peros. Al fin y al cabo, era un trabajo respetable y lucrativo, el cual Lucy lo hacía bastante bien. Era su pequeño y próspero negocio.