Capítulo 2 (Arreglado)

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No dormí bien esa noche y menos al saber que mi bebé estaba con una mujer que me odiaba tanto.

¿Qué le haría ella a mi hijo?

Desperté y decidí arreglarme para ir por mi hijo.

Tenía que hablar con Alfonso y pedirle que, por favor, me lo devolviera.

Tomé una muda de ropa y con cuidado fui hasta la puerta. Estaba abierta cosa que me alivió.

Llegué al baño que había en el pasillo y entré. La pierna era un malestar constante y un dolor sordo, pero manejable con pastillas.

Otra cosa que pedirle a Alfonso.

Puse seguro a la puerta y me quité la ropa con cuidado. Mis pechos estaban sensibles y dolían por la necesidad de expulsar la leche que en ellos había.

Entré al plato de la ducha y me lavé de pie a cabeza. Estaba por cerrar el paso del agua cuando sentí que me tocaban. Me giré rápidamente y traté de cubrirme con mis manos para poder evitar que me viera desnuda.

-Alfonso... ¿Qué haces aquí?- pregunté moviéndome con dirección a las tollas, pero él las tomó y las lanzó sobre el lavabo, lejos de mi.

-Estoy en mi casa- respondió. En sus ojos se leía claramente el deseo y la lujuria contenida-. No recordaba que tuvieras tantas curvas- su mano se posó sobre mi cadera y fue recorriendo mi piel hasta llegar a mi vientre

-No me toques- ordené.

No podía apartarlo con mis manos ya que si lo hacía me vería desnuda.

Entonces traté de distraerlo.

-Yo... yo iba a hablar contigo... por favor... regrésame al bebé. Yo soy su mamá- rogué.

Él sonrió.

-¿Por qué habría de regresártelo?-me miró fijamente-.Aunque si eres buena conmigo, puede que deje que lo veas un rato...- sentía tanto nervio y tensión-.Me gusta tu cuerpo- miró con gula mi pecho-. Ese mocoso es un afortunado- me miró a los ojos y sonrió-. Voy a deleitarme hoy contigo- mis ojos se abrieron desmesuradamente.

-¿De qué hablas? - sonrió.

-Me gusta que ya no seas descarada. Lo eras antes del accidente y aunque me gustaba tu cuerpo, no me gustaba tu forma de ser- muy abrumada por lo que él me decía, aparté la mirada.

¿Qué clase de mujer fui para que ahora pasara esto?

Negué con la cabeza.

Lo más probable es que no una tan buena.

Con razón me odiaban.

-Yo... lo siento tanto- susurré. -. Lamento todo el daño que causé y quiero enmendar mis errores- él solamente miraba mis pechos, no mi rostro-. De verdad lo siento- él asintió.

-Quiero que lo sientas... sí, pero de otra manera... quiero que me demuestres cuanto lo sientes de manera más... uhm... física- fruncí el ceño.

No lo entendía.

-¿A qué te refieres? - él por fin me miró a los ojos y sonrió con malicia.

-Te ves tan inocente... - acarició mi cabello y yo alejé mi cabeza de su toque-. ... si no supiera que eres una vil ramera, te aseguro que sería diferente todo, pero ¿Qué se va a hacer? La realidad es la realidad...

Sus palabras me irritaron.

-¿Por qué si me consideras una ramera, estás aquí? - ya no me cabía la menor duda de a lo que se refería con "demostrarle cuanto lo siento"

Serie Inocente #4: Cautiva Inocencia.Where stories live. Discover now