Capítulo 5:2

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Estábamos todos reunidos en el comedor.  Todos,  salvo mi Amaya.

Su padre trató de convencerla,  pero ella no quiso hacerlo.

Bajé la mirada a mi plato. Ya habían pasado cinco días desde que ella y todos conociéramos la verdad y yo no me sentía muy bien que digamos. Ella no quería verme.

Me evitaba.

Yo no era muy experto en esto de las relaciones,  ya que buen parte de mi vida estuve inmerso en el mundo de las drogas y por lo menos tenía la suficiente conciencia de no acostarme con mujeres mientras estaba drogado ya que prefería doparme estando sólo y sin testigos que pudieran decirle a mi padre.

Después de salir de rehabilitación y terminar mi carrera, empecé a trabajar y a enseñar en la universidad de donde me gradué y salí con algunas mujeres, pero nada serio. Luego de eso, me enfrasqué en mi proyecto y luego vine a casa de mi padre en donde mi vida se fue por completo a la mierda.

-¿Cuántos años tienes,  Alfonso? - preguntó el padre de Amaya.

-Tengo treinta y dos- asintió.

-¿De qué trabajas? - éste interrogatorio lo venía haciendo desde hace unos días.  Cuando iba a responder,  una furiosa Alicia respondió.

No sé por qué estaba tan enfadada.

-Es un profesor de cuarta en la universidad pública en la que estudió - negué con la cabeza.  Ella era una ignorante.

-¿Acaso estoy hablando contigo? - preguntó con dureza su padre.

-Papá... yo... - puse los ojos en blanco.

-¡Cállate! - ordenó.  Ella bajó la mirada-. ¿Alfonso? - desde que me descubrió,  afuera de la habitación de Amaya, no ha dejado de evaluarme.

-Soy arquitecto y profesor de Diseño Arquitectónico en la Facultad de donde me gradué - asintió.

-Eso escuché,  hace unos meses cuando fui a Qatar, me hospedé en uno de los hoteles que tú diseñaste. Muy buena la arquitectura-sonreí. Me había investigado.

-En ese tiempo yo trabajaba en una firma muy importante de arquitectos y ganamos la licitación - miré de reojo a Alicia y me di cuenta de que estaba sorprendida.

Maldita fuera. 

Mi plan siempre fue llevar a mi padre para que conociera el hotel, pero apareció Alicia y él nunca tuvo tiempo.

Desvié la mirada cuando vi a Amaya acercarse.  Tomó asiento al lado de su padre quien tomó su mano.

Alicia me metió mano por debajo de la mesa. Maldita zorra.

-No me toques- ordené fulminandola con la mirada.

Eso la terminó de cabrear.

-¡Yo no, pero esa perra con la que estuviste toda la puta tarde sí! ¿verdad? - se puso de pie y se acercó a una mesa auxiliar que estaba a un costado de la mesa. Abrió uno de los cajones y sacó un sobre.  Sacó lo que sea que tuviera dentro y lo tiró en la mesa.

Eran fotos.

Las habían tomado hoy mientras conversaba con Marilyn mi abogada.

Estábamos hablando de mi divorcio y le expliqué también la situación de Amaya y le pedí consejo.

En las fotos ella me abrazaba y me daba un beso en la mejilla.

Marilyn es una mujer despampanante y muy femenina,  voluptuosa y tierna, pero sobre todo leal y fiel.

Serie Inocente #4: Cautiva Inocencia.Where stories live. Discover now