Estaba por llegar a la habitación de Amaya cuando escuché a Alicia hablar. Estaba contándole a Amaya como había conocido a Marcos.
Cada poco que la escuchaba, más y más rabia y odio hacia ella sentía.
Maldita ramera.
-"...mientras estabas en la universidad, procuré cuidarte y por eso decidí estudiar lo mismo que tú, para poder estar cerca y cuidarte, pero en una gira que tuvimos, él interceptó el bus que nos transportaba y en medio de un tiroteo te secuestró. No sé de qué se valió, pero logró que te casaras con él - sollozó.
Así que mi Amaya estaba casada.
Negué con la cabeza. Esto no podía estar pasando.
Maldita fuera Alicia y Marcos.
Sin poder soportarlo más, entré en la habitación. Tenía sólo dos preguntas por hacer.
-¿Por qué mi padre? - pregunté mirándola fijamente a los ojos. Quería acabar con ella.
-Marcos es el dueño de Mi pequeña Morena... la hacienda vecina - vi como Amaya se tensó al escuchar el nombre de la hacienda y al verla así de destrozada quise poder abrazarla y consolarla -. Necesitaba poder relacionarme con tu padre para poder estar cerca de Amaya sin que Marcos pudiera hacer mucho ya que tu padre y él tenían negocios en común. Necesitaba poder ver a mi hermana - negué con la cabeza. Esto era demasiado.
-¿Por qué yo? - pregunté destrozado.
La odiaba tanto.
-Me enamoré de ti... - negué. Ella estaba enferma.
-¡Amor! - me mofé.
-¡Si! ¡Amor!- se puso de pie y caminó hasta donde me encontraba.
-Eso no es amor... tuviste que drogarme para poder meterme en tu cama y luego le dijiste a mi padre que me había drogado y que abusé de ti - ella puso los ojos en blanco.
-¿Tú hiciste eso?- ella desvió la mirada y su padre negó con la cabeza - Eres una vergüenza. No sabes como me has avergonzado.
-Yo lo hice porque lo amo. Tú no me prestabas atención y yo ya no podía reprimir lo que sentía. Necesitaba tenerte de alguna manera - cubrí mi rostro con ambas manos.Maldita fuera.
Amaya negó con la cabeza.
-Responde una cosa antes de que pierda el control... ¿Cómo se llamaba?- preguntó ella.
No entendía a qué se refería.
-Su nombre era Damian - el cuerpo de Amaya empezó a temblar y las lágrimas se deslizaron sin problemas por sus mejillas.
Su llanto desgarrador llenó la habitación y fui testigo de su dolor. Su padre la abrazó y cuando Alicia se iba a acercar.
-¡No te acerques! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Te odio! - el rostro de Alicia se convirtió en una mueca de dolor al escuchar las palabras de su hermana.
-¡Perdóname! - iba a acercarme cuando Amaya con sólo mirarme me hizo saber que no quería que me acercara.
-Váyanse ahora - ordenó el padre de la mujer que amaba.
Decidí darle su espacio y abandonar la habitación.
¡Maldita sea!
Fui hasta mi habitación y decidí darle su espacio. Ella necesitaba tranquilidad y yo estaba muy alterado.
En mi cama, estaba acostado mi pequeño. Sonreí al verlo. Él me había unido a Amaya y ella me había enseñado a quererlo.
Me acerqué y me acomodé a su lado en la cama.
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Serie Inocente #4: Cautiva Inocencia.
RomanceElla no recuerda nada de su vida antes de despertar del coma y ni siquiera sabe su nombre ni que está casada y tiene un hijo con él. Él, no está muy contento con ella ya que la acusa de haber destruido a su familia y está dispuesto a hacerle paga...