Capitulo 6.

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Samuel POV

El día que desperté en aquel hospital, me sentí algo asustado, perturbado, intranquilo... las enfermeras entraban y salían como si hubiera pasado algo asombroso, luego llego el doctor haciéndome unas preguntas, y después apareció ella.

Al principio no sabía de quien se trataba, pero no podía dejar de mirarla, era hermosa, tenia la piel blanca, sus mejillas ruborizadas, sus labios color carmín, esa mirada profunda que me cautivo, su cabellera negra y un cuerpo divino. Solo con escucharla hablar sentí como mi cuerpo reaccionaba, era capaz de activar todos mis sentidos, sentí curiosidad por ella, y me alegro saber que se trataba de mi esposa.

Al pasar los días tenía que tomar rehabilitación, me fastidiaba un poco que estuvieran pendiente de mi como si fuera un niño chiquito, pero a quien voy a engañar, me fascinaba su cercanía, me encantaba oler el aroma que desprendía de su cabello, o cuando sus cálidas manos ayudaban a darme masaje en mis piernas. Puedo decir que gracias a ella mi recuperación fue más rápida, aun me sentía algo desconfiado, pero todo se aclaro en mi mente cuando me llevo a nuestra casa, me sentí tan familiarizado con el hogar, vi las fotos de nosotros, de nuestro hijo. Parecía que vivía un sueño todos esos días, tenía una familia y me encanta, y a ella, a ella la admiraba, pero no era una simple admiración, de eso estaba seguro.

Ese día me sentí mal cuando jugaba en el césped con mi hijo Nicolás, me dolía mucho la cabeza y casi al instante caí al suelo sin saber nada más, hasta que desperté encontrándome con sus ojos y el abrazo de mi hijo. No sé que provocaría ese dolor, lo cierto es, que a partir de ese momento empezaron a llegar muchas imágenes a mi cabeza, todavía nada claro, por eso no quise decirle a Andrea para que no se preocupara mas por mí.

Hoy salió muy temprano, dejo todo preparado para que llevara a Nico al colegio, Andrea es una mujer muy organizada, eso me encanta de ella, pero desde ayer siento algo muy extraño, cuando recibió esa llamada, dijo que era de mi trabajo pero por qué no quiso que la acompañara, en la cena la sentí muy pensativa y en la habitación muy distante, todo esto me da un mal presentimiento.

Samuel: Andrea –dije cuando la vi entrar, la visualice por unos segundos hasta que cerró la puerta- prepare el almuerzo, espero que les guste... Nicolás está a punto de llegar, así que...

Andrea: Lo siento Samuel, me duele la cabeza, me recostare un rato –dijo mientras se dirigía hacia las escaleras.

Samuel: ¿Quieres un calmante?

Andrea: No, está bien, ocúpate de Nico por favor –dijo esto terminando de subir para dirigirse a su habitación.

Cuando llego Nicolás, Almorzamos los dos solos, en ningún momento Andrea bajo, el niño me pregunto por su mama pero después lo pasaron a buscar los vecinitos de enfrente y le di permiso para ir a jugar, lo mejor es que se divierta mientras veo como este Andrea.

Entre a la habitación llevándole agua y unas pastillas para el dolor de cabeza, ella no estaba en la cama, pero al ver la puerta del baño abierta imagine que estaría allí. Deje el agua junto con las pastillas encima de la mesa de noche al lado de la cama cuando escucho un estruendo en el baño.

Samuel: ¿Andrea? –Pregunto extrañado cuando la vio a un lado del baño sentada en el suelo con la cabeza apoyada en sus rodillas, ella levanto la cabeza y pudo ver que estaba llorando- Andrea, ¿Qué pasa? ¿Por qué estas llorando? –se acerco preocupado.

Andrea: Déjame en paz –dijo sollozando.

Samuel: ¿Cómo me pides eso? Mi amor...

Andrea: Ahora no Samuel, enserio ahora no –comenzó a llorar más fuerte, me sentí tan impotente, quería romperle la cara a quien fuera que le hiciera daño a mi mujer.

Regalo de Navidad #PSF2017Where stories live. Discover now