Capitulo 11.

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Andrea POV

Desde esta mañana que Samuel se llevo a Nico, me he sentido tan sola. Me peine el cabello secándolo por completo, dejándolo lacio con algunas ondas, siempre que no tenía nada que hacer o me sentía frustrada, jugaba con mi cabello. Fui hasta la cocina a ver que podía preparar para el almuerzo, Samuel prometió traerme a mi hijo antes del mediodía, no lo llevaría a esa casa, no quería que se relacionara con esas personas, podría sonar muy egoísta de mi parte, pero simplemente no quería. No es que tuviera nada en contra de ellos pero no me sentiría bien, suficiente tenia con ese niño, aunque el no tenía la culpa de nada, hubiera deseado que todo permaneciera como antes que el apareciera en la vida de Samuel cambiándolo por completo.

Fui a comprar algunas cosas para hacer la compra, cuando regrese me encontré con una persona que llamaba a la puerta, era un hombre alto, se parecía mucho a Samuel de espaldas, pero sé que no era él, primero porque no vestía como el esta mañana, y segundo, su corte de pelo no era el mismo.

Andrea: ¿Se le ofrece algo? –pregunte acercándome. Enseguida el hombre se dio la vuelta, suspire al ver quien era, nada mas y nada menos que el hermano mayor de Samuel.

####: Cuñadita –dijo con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba a besar mi mejilla. Mi relación con mi cuñado nunca fue la mejor, vivió un tiempo con nosotros, era un vago alcohólico que nunca se preocupo por buscar trabajo, después de un año Samuel lo echo de la casa, yo se lo pedí, no confiaba en él y tenía a Nicolás muy pequeño.

Andrea: ¿Se puede saber que haces aquí? Pensé que estabas de viaje –dije en tono disgustado mientras caminaba a abrir la puerta de la casa.

####: Ya veo que me extrañaban mucho, ¿y mi hermano? ¿y mi sobrinito?

Era un sínico, Samuel le exigió que no volviera a acercarse a nuestra casa después que viniera pidiendo dinero para su viaje, luego que se fue nunca más recibimos una llamada de el hasta ahora. Nunca cambiaba su forma de ser tan insistente, me desesperaba cuando se ponía así, al no decirle donde estaba Samuel me siguió hasta dentro de la casa, era verdaderamente una molestia.

Andrea: No se donde esta Samuel, salió con mi hijo y no lo voy a llamar para decirle que su querido hermano Raúl lo estaba buscando.

Raúl: Se que nunca te caí bien Andrea, pero aunque no me creas, gracias a mi hoy estas casada con mi hermano, el no iba a hacerte caso, yo fui que lo convencí que eras su chica ideal, ¿no recuerdas cuando te llamaba así?

Por supuesto que recuerdo. Se esa historia de memoria gracias a el que vivía recordándomela todo el tiempo que estuvo viviendo bajo mi techo, el mismo Samuel lo acepto cuando éramos novios, pero bien me aseguro que lo que sentía por mi era más fuerte a que solo fuera su chica ideal, dijo que era el amor de su vida.

Raúl: ¿Puedes hacerme un favor? Cuando regrese mi hermano dile que me llame, necesito saber qué era eso urgente que tenía que decirme hace algunos años y no lo deje, adiós cuñadita –dijo antes de irse, dejo su tarjeta sobre la mesa. Así era él, despreocupado, irresponsable, pero, ¿para qué Samuel lo estaría buscando?

Empecé a hacer el almuerzo, Samuel no tardaba en llegar con Nico, quería que encontraran algo de comer. Todo lo que he vivido con Samuel este último mes me ha ayudado a enfocarme mas en otras cosas, toda mi vida dependí de él, siempre fue mi fuerza, siempre fue esa persona que me ayudaba y aconsejaba, no era capaz de dar un paso sin el, pero todo eso se acabo. El fue capaz de cambiarnos, a mí, a su propio hijo. Esta mañana se comporto como siempre que quería que lo perdonara por algo que había hecho, pero esta vez no se si pueda, no podría...

Termine de preparar el almuerzo, ya se habían retrasado una hora, no podía creer que Samuel me haya desafiado llevando a Nicolás con esa familia, me escucharía. Me senté a tomar una taza de café, estaba delicioso, lograba calmarme cuando me impacientaba. De un momento a otro lo vi frente a mí, tenía esa mirada penetrante, me sentí cautivada por sus ojos por unos instantes, no podía despegar mi mirada, pero no... ¿Qué estoy haciendo? Debo mantenerme fuerte, no puedo perdonar lo que hizo, por Nicolás.

Sujeto mi mano llevándome a la entrada del jardín, podría decir que estaba haciendo su mejor esfuerzo por que lo perdonara, por un momento me paso por la mente dejar todo atrás, era verdaderamente hermoso el detalle que estaba teniendo conmigo pero... no podía, no sé porque ver a ese niño me hizo recordar todas las veces que sufrí por él, o como Nico me preguntaba a qué hora regresara su padre del trabajo, sin duda Alex era la razón de que, para bien o para mal, haya sucedido todo lo que paso.

Samuel: Andrea, sé que no merezco tu perdón, pero al menos quiero intentarlo de nuevo, eres la mujer que amo, la que quiero en mi vida, y con la única que quiero estar.

Se veía tan seguro, podría decir que incluso hasta nervioso. Apreté mis puños ligeramente antes de contestar.

Andrea: Samuel –captando su atención, le sostenía la mirada, podía ver que tanto Nico, como Alex también esperaban la respuesta que le iba a dar, respire profundamente, esto era difícil para mí- ¿puedo hablar contigo, adentro?

Samuel: Por supuesto –respondió. Empecé a caminar hasta la sala, vi como le decía a Nico y Alex que esperaran afuera, era lo mejor.

Lo espere sentada en el sillón mientras el despedía a las personas que lo habían ayudado con su... como decirlo, ¿disculpa?

Samuel: Ya estoy aquí –le indique que se sentara y el lo hizo frente a mí.

Andrea: Agradezco completamente tu gesto, en verdad me sentí con muchos sentimientos encontrados –y no mentía- pero...

Samuel: ¿Qué? –pregunto impaciente.

Andrea: No puedo Samuel –dije levantándome, di algunos pasos al frente tratando de buscar las palabras adecuadas, pero no las encontraba- lo estoy intentando pero es como si lo que alguna vez existía entre nosotros, ya no está más.

Samuel: ¿Sigues amándome? –no respondí ante su pregunta, la verdad es que tenía muchas cosas en la cabeza, quería decirle que si, olvidarme de todo y empezar de nuevo, pero algo me lo impedía.

Andrea: No lo sé Samuel, no sé si lo nuestro vuelva a funcionar.

Vi como su rostro mostraba claramente una expresión de dolor y culpa, aparto su mirada para que no pudiera verlo, pero si alcance a ver como brillaban, no podía creerlo, ¿eran lagrimas? ¿En verdad le dolía tanto?

Andrea: No lo entiendo, tu fuiste el primero en mostrar desinterés por nosotros, tu familia, lo preferiste a el –refiriéndome a Alex- antes que a tu propio hijo, dices que no es tu hijo pero no puedes tan solo dedicarle un tiempo a solas a Nicolás, ¡tu hijo!

Samuel: Me duele porque tú y Nicolás son i vida, pero no puedo dejarlo a él –dijo bastante afectado.

Andrea: Lo que no entiendo es ¿Por qué?

En ese momento sentimos dos presencias que nos miraban, eran Nicolás y Alex, los dos estaban mirándonos, Nico con sus ojitos aguados a punto de llorar, y Alex nos miraba fijamente a los dos.

Alex: Señora, perdone a Samuel, ya no le digo más papa para que no se enoje con el, por favor –dijo suplicando, hasta me dio algo de ternura. Lo que si note algo diferente en el, como si su rostro se tornaba pálido y el brillo en sus ojos se estaba apagando, a lo mejor eran ideas mías.

Nicolas: Mami por favor –dijo llorando, ya no podía aguantarlo mas, fui acogerlo en mis brazos, no quería que llorara mas, pero era una situación difícil.


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Bueno, iba a hacer un capitulo más largo, pero hasta donde lo quería llegar eran como dos cap, así que mejor decidí dividirlo publicando esta parte primero, el próximo mañana sin falta, la novela entrara en un drama que seguro les gustara, o a lo mejor no...

Extendieron mis vacaciones, espero darles unos buenos capítulos de esta historia, y publicar el principio de una nueva que tengo en mente, mas adelante les daré detalles.

Muchas gracias por leer, hasta la próxima.


Regalo de Navidad #PSF2017Where stories live. Discover now