Capitulo 9.

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Andrea POV

Aun no salía de mi asombro, ¿Sera que Samuel recupero la memoria? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Miles de pensamientos invadieron mi mente, quería salir corriendo en ese momento, no haber escuchado eso, no haberme levantado nunca... Hace poco me sentía la mujer más amada y feliz del planeta, ¿Y ahora? Simplemente no sabía.

Samuel me analizaba con la mirada, sus ojos divagaban hacia los lados mientras pasaba sus manos por su cabello alborotándolo más de lo que estaba. Se acerco a mí en un intento de sostener mi mano, pero yo me aparte inmediatamente, no quería que me tocara.

Andrea: No me has respondido Samuel-dije con la voz temblorosa, tenía mucho miedo de su respuesta, pero necesitaba saber la verdad- ¿recuperaste la memoria sí o no?

Samuel: Andrea –dijo pensativo, fijo su vista hacia algún lugar mientras tomaba aire, cada segundo confirmaba lo que temía, y ya me imaginaba su respuesta- no me odies por favor, no te lo dije antes porque las cosas no estaban bien... mira como reaccionaste por lo de Alex...

Andrea: ¿Me mentiste? Confié en ti y me mentiste –dije sintiendo tanta rabia por dentro mientras mis ojos destellaban-Te lo pregunte y no tuviste los pantalones de decirme la verdad –grite casi eufórica, en ese momento me sentía engañada.

Samuel: Las cosas no fueron como piensas, en ese momento no había recuperado la memoria, fue ese día, salí del hospital, estaba mal, cuando mencionaste a Alex empecé a recordar cosas, pero no completamente, incluso ahora todavía tengo un desorden en mi cabeza, pero sé quién soy, te recuerdo y... te amo –dijo mientras yo negaba una y otra vez.

Andrea: Eso es mentira, tienes un hijo con otra mujer ¿y todavía dices que me amas? ¿Por qué Samuel, por que me traicionaste si yo te lo di todo? –no pude aguantarme más y comencé a llorar, a pesar que intente ser fuerte delante de él, me dolía mucho.

Samuel: No era mi intención hacerte daño... Andrea, Alex me necesita...

Andrea: ¡Vete! –lo interrumpí, no quería verlo- ahora estoy muy dolida Samuel, por favor.

Samuel: Tienes que escucharme Andrea, pero está bien, te dejare en paz... por ahora, pero volveré.

Después de ese día, todo se había vuelto gris, tengo tanta tristeza por dentro que cada dia quería no despertar, con dificultad lograba conciliar mis sueños en las noches, y ver el amanecer se había vuelto mi rutina, lo único que me mantenía de pie era Nicolás, pero él no hacia más que preguntar por su papa, ha hablado con el varias veces pero sospecha que hay distanciamiento entre nosotros.

El médico le dio de alta a Nicolás y pude llevármelo a casa, pensé que Samuel iría, el día anterior había hablado con Nico y prometió ir a verlo. En cuanto nos dejo el taxi vi un auto estacionado frente a la casa, de él salió Samuel, tenía unas gafas oscuras que se quito en el momento que Nicolás fue a abrazarlo.

Samuel: Campeón, puedo ver que ya puedes caminar bien –dijo en cuanto lo bajo.

Nicolás: Si, el doctor dijo que ya estoy bien, mira –comenzó a dar saltos para que Samuel lo viera.

Samuel: Me alegra mucho, pero no te esfuerces, acabas de salir del hospital –dijo mientras Nico dejaba de brincar.

No me había acercado a ellos, aun sintiendo las ganas de hacerlo, pero todavía no me siento preparada para enfrentarlo, entiendo que quiera ver a Nicolás, es su hijo pero yo todavía no me siento preparada para verlo.

Regalo de Navidad #PSF2017Where stories live. Discover now