¡No Dispares! (camren)

Lauren

Lauren salió de la tienda recibiendo el viento fresco de golpe, así que tratando de calmar el frío que se apoderaba de su cuerpo, sacó un cigarrillo y lo colocó entre sus labios resecos, dio dos jalones a aquel veneno, sintió el humo inundar sus pulmones, mientras su aliento se calentaba lo mantuvo unos segundos dentro y de a poco lo fue soltando.  Lo apagó inmediatamente y siguió caminando. Sus pasos eran aún más rápidos que antes, su estómago podía oler la hamburguesa que llevaba bajo el brazo, el mareo aumento, así que desesperadamente saco la comida de la bolsa de papel y la devoro en mordidas grandes, sin dejar de caminar, llego al lago, una banca negra estaba enfrente de éste, no dudo en sentarse, la vista era agradable, un árbol enorme le servía de techo y la Luna se reflejaba movediza sobre el agua, el lugar le resultaba acogedor y familiar.

Con sus manos que aún titubeaban saco un pequeño porro de Marihuana de su chaqueta y una foto vieja de sus padres; la cual observo con melancolía, tratando de identificar los rostros del desgastado papel, tuvo ganas de llorar, pero las reprimió mordiendo su labio inferior con fuerza, buscó el encendedor y llevo el cigarro a su boca. "¿Marihuana?" Escuchó una voz burlona, miró de reojo cómo la joven que hace un rato se había encontrado robando, tomaba asiento a su lado "en serio fumarás ¿marihuana?" la chica destapo un paquete de galletas y lo empezó a devorar, sus ojos se cerraban tras cada mordida, como si nunca hubiera probado tal cosa.

Lauren sonrió al ver dicha escena, la primera sonrisa sincera en toda la noche, la observo metiendo tres galletas a su boca, lo que le hizo abrir los ojos con asombro, la otra chica lo notó y al instante sus mejillas se tornaron color rojo, obviamente no era a causa del frío; aun con el rubor y una sensación de adrenalina en el estómago, giro su cabeza estirando su mano para ofrecerle una galleta a Lauren, quien negó sin emitir sonido.

La de ojos chocolate sonrió tímidamente, lo que ocasiono en Lauren un temblor interno, justo como cada vez que la veía, era un terremoto que se apoderaba de todo su cuerpo <<Mierda, es hermosa>> pensó pero no dijo absolutamente nada, se dedicó a pensar en cuánto le gustaba la compañía de aquella mujer, en cómo le encantaba el hecho de que nunca la obligaba a hablar, respetaba su silencio y no invadía su espacio, con el tiempo había aprendido a conocer e identificar sus estados de ánimo, y eso era de gran ayuda para Lauren, sin contar el hecho de que quien estaba a su lado sentada, la hacía sentir completa, como si nada malo pasara.

"Gracias por esto" dijo la menor señalando la envoltura de galletas vacía y continuó "No he comido en todo el día, lo lamento si parezco desesperada" vaciló, a Lauren se le formó un nudo en la garganta en cuestión de segundos, suspiró pesadamente y la miro con mayor determinación, como no queriendo omitir ni un solo detalle, su mente empezó a divagar nuevamente.