¡No Dispares! (camren)

Camren

Las manos de Lauren se encontraban recorriendo la espalda de Camila, quien pese a que llevaba un par de horas dormida, su piel aún se tensaba con el tacto. En un impulso, besó su frente, con dicho gesto el rostro de la morena se suavizo y sus comisuras se levantaron levemente, la ojiverde salió de la cama con la precaución de no despertarla, le cobijo con la manta y entre sueño la menor murmuró "No tardes Lern" Lauren asintió con la cabeza como si la otra pudiera verla, pero no era así, salió al balcón y se sentó observando el cielo.

Perderse en sus pensamientos era su rutina, aquella noche no fue la excepción, su mente corría mientras el frío calaba sus huesos. Entonces pensó en lo mucho que le dolía tener a Camila en su cama, le dolía porque no sabía amarla, todo ese tiempo, la morena había estado para ella sin exigir nada a cambio, estaba incondicionalmente, mientras Lauren sin poder controlar los síntomas de su enfermedad, se comportaba fatal y la lastimaba repetidamente.

Camila amaba por las dos, siempre había sido así y a ella le resultaba suficiente, sin embargo, Lauren se sentía culpable, alguien tan lleno de luz no merecía su oscuridad. Tenía miedo, todos lo tenemos en algún momento, la única diferencia es que Lauren lo tenía en cada segundo de su vida.

Sintió un ardor que la hizo volver en sí, el cigarro había terminado por consumirse entre sus dedos. Suspiró pesadamente, sintiendo como una oleada de frío volvía a golpearla, comenzó a reír sobre su propia miseria, se quedó inmóvil sin saber qué hacer, perdiéndose nuevamente en sus pensamientos.

Escuchó algunos ruidos en la habitación, Camila había despertado, "¿Lern?"se escuchó suavemente desde el interior, pero Lauren no contestó, su habla se había ido. Sus ojos se abrieron de golpe cuando escucho un vidrio romperse, aunque en el fondo no sentía curiosidad por lo que pasaba dentro, más cosas se escuchaban golpear el suelo. La vista de Lauren se elevó para encontrarse con una Camila molesta, sus ojos estaban inyectados en venas, completamente rojos y llenos de lágrimas, las cuales recorrían sus mejillas sin cesar, la morena la observaba sin decir palabra, hasta que de pronto sostuvo su mano en el aire, la cual mostraba un sobre blanco y una hoja abierta pese a los dobleces marcados. Sus manos temblaban, mientras Lauren lo único que podía sentir era lastima, lastima por la mujer que estaba frente a ella, por el miedo que ella podría estar sintiendo, porque no lo merecía.

"¿Cuándo pensabas contármelo?" Recriminó a la ojiverde, ahora sus ojos mostraban tristeza, tomó aire y parecía buscar las palabras correctas en su cabeza, mientras Lauren observaba su semblante tratando de descifrarle, pero tampoco emitía sonido alguno. "¡No es justo LAUREN!" Sentencio la morena en un tono seco, "esto es una mierda... Tú..." lanzo con fuerza aquellas palabras, la de cabello negro cerró sus ojos con dureza y asintió, tratando de darle comprensión.

Camila tiró los papeles, pero no llegaron muy lejos debido al viento, cayeron justo a los pies de Lauren, quien se congelo nuevamente el leer las letras en negritas -Fase terminal- la menor por su parte aún luchaba contra sus sentimientos, no quería decir nada de lo que se pudiera arrepentir, sin embargo, tenía mucho adentro y tenía ganas de soltarlo, Lauren sabía qué era lo que Camila quería decir y no la culpaba, ella sabía claramente lo que era, sabía que cualquier pensamiento que la morena tuviera, era adecuado "Tú, tú Lauren, eres una mierda" sollozo finalmente, dejándose caer contra el suelo, se abrazó a su rodillas.

Lauren la observaba con el corazón hecho pedazos, sus palabras la habían terminado de romper y no porque fueran mentira, pero escuchar a alguien más aparte de su voz interior decir aquello, le había echo entender que era verdad, que ella era una basura o al menos era como se sentía. En un impulso, la ojiverde tomo los papeles y con ayuda de su encendedor los quemo, Camila la observo sin dejar de llorar, los ojos de Lauren estaban cristalizados, pero no permitía que las lágrimas salieran.

La ojiverde apoyó sus manos sobre sus rodillas para levantarse, pero lo pensó por un segundo antes de hacerlo, miró a la menor con insistencia y esta última soltó un entrecortado "No me mires de esa manera, ¡Joder!" tras esas palabras de Camila, Lauren se arrodilló a su nivel y la tomó por la barbilla para decirle "Lo siento ¿de acuerdo? es la única manera en la que te puedo mirar" subió su tono de voz, poniéndose de pie y continuando entre gritos y enojo "Tú lo has dicho, soy una mierda yo... yo no puedo darte algo que no tengo, ¡entiéndelo de una puta vez! tú mereces algo mejor... no esto" la menor se puso de pie negando las palabras de la ojiverde "¿sabes? no quería saber tu nombre, no quería que me lo dijeras, porque en algún punto lo iba a olvidar... lo voy a olvida, yo sólo... no quise ni quiero herirte, pero al parecer es todo lo que hago siempre, no quería vinculos, pero ahora, Camz..." Camila cruzó sus brazos tratando de darse calor a sí misma e interrumpió a la ojiverde "Lauren, yo... no era a lo que me refería.. lo siento" se sintió aturdida por sus palabras.

Lauren negó con la cabeza dando a entender que no había nada de que disculparse "Camila te quiero y eso me asusta, avanza con velocidad" dijo en un tono suave "yo sólo no quiero hacerte el amor y olvidarlo al segundo siguiente, no quiero ser una carga para ti, no quiero que sufras por mí, odio no poder darte todo el amor que mereces, lo odio, me odio" para este punto Lauren se encontraba con las mejillas empapadas.

Después de esas palabras se giró con brusquedad y entro a su departamento, se colocó una sudadera, recogió su cabello y salió de su departamento sin rumbo alguno.