Capítulo 10: Medidas desesperadas

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-Iremos a ver tu traje para la boda y el vestido de Cassandra.-Estábamos almorzando cuando mi mamá rompió el silencio que había en el comedor. Desearía que hubiera permanecido callada.


Nadie dijo nada, solo asentimos. De reojo miraba a Cassandra, desde la escena de la mañana no ha querido verme a los ojos. Sé que perdí el control y la rabia de ser forzado a hacer algo en lo cual no estoy de acuerdo, me consumió y me cegó completamente. 


Andrew se acercó a la mesa a servirle mas vino  a mi madre, todo con la mirada cabizbaja. Hoy era el día de huir de la mirada del príncipe Blake.  No podía seguir así, debía hablar con él -otra vez- hasta que logrará que me escuchara y me dijera qué estaba pasando.




tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas 




-Que torpe soy, iré a cambiarme.-Tiré el vino sobre mi camisa pulcramente blanca. Espero que los del servicio de limpieza no batallen para quitar la mancha. Al parecer nadie me prestó atención, hasta que al momento de levantarme y escabullirme a la puerta del servicio, al mirar atrás, Ken me estaba viendo. aparte la mirada sintiendo mis mejillas calientes. 



Andrew estaba sentado comiendo junto a su madre; Sol. 





-Niño,Blake, si necesitaba algo solo debía llamarme. ¿¡Pero qué le hizo a su camisa!?.-Exclamó horrorizada al ver la gran mancha de vino en mi camisa. Después empezó a balbucear para ella misma lo mucho que batallaría para quitar esa mancha y los miles de millones de dolares que valía una camisa nueva como esa. Literalmente me desnudo en medio de la cocina.



Ahora andaba desnudo de la cintura para arriba, y al parecer a Andrew le gustaba lo que veía.




-¿Crees que deba ponerme otra camisa, o te distraigo mucho?.






-No,así estás bien.- Vaya, que directo. Sonreí arrogante y Andrew abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que había dicho.-NO, digo....yo...este..es qu-e..que... ¡MIERDA!.




No pude evitar soltar una carcajada, me encantaba cuando Andrew se ponía nervioso. Sus mejillas adquirían un color rojo, arrugaba la nariz como conejo y se despeinada el cabello haciéndolo lucir completamente más atractivo de lo que ya era.  

Príncipe Blake ©✔Where stories live. Discover now