Capitulo 1

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- feliz cumpleaños mi niña - dice mi abuela en la otra linea, con su voz débil, - espero regreses pronto, me he acostumbrado a tu compañía. 

Camino por la habitación y me quedo en los ventanales de mi nuevo apartamento.
Pensando en que cumplo 27 años y que me siento mas vieja de lo normal. Estos años fuera de Inglaterra me han ayudado a despejarme de todo, pensando en que los años han pasado y que todavía no he podido hacer mi vida como siempre he soñado, he sufrido muchos golpes de los cuales apenas me vengo levantando.

- gracias, abuela. - contesto - llegaré  en unos días. - miro la ciudad.

Mi abuela se emociona al oír que regresare a Inglaterra y al mismo tiempo se despide ya que tengo mucho trabajo que hacer pero en vez de tomar mi bolso he irme a ver la compañia me quedo en el sillón de mi casa a punto de dormirme, pero escucho que abren la puerta bruscamente y miro a mi abuelo entrar.

- mi pequeña princesa - extiende sus brazos y obviamente no dará un paso más, espera a que yo levante mi trasero y me mueva hasta donde esta él.

Me levanto y me dirijo a recibir mi abrazo. - feliz cumpleaños mi pequeña princesita. - me dice mientras sonrió en su pecho recordando que en sus brazos siempre voy a estar segura, que él jamás me defraudará, como mi propio padre lo hizo.

Me aleja de él y me sonríe - tu regalo - me da un sobre.

- abuelo ya tengo mucho trabajo por ahora. - rio tomando el sobre con un pequeño moño dorado.

- ábrelo - me dice mientras él se aleja de mi hacia la cocina.

Suspiro y voy abriendo en el sobre, por un momento pienso que solo es el sobre, ya me ha hecho muchas bromas para mi cumpleaños.
Pero esta vez no es así, miro unos documentos y empiezo a sacarlos.

Miro que son los papeles donde me nombra dueña de la inmobiliaria de mi padre al igual que todas las constructora de él. Al ser la dueña de todo esto, Robert se queda sin nada, ahora todo es mio.

- sé que quería esto hace mucho tiempo, ahora es tuyo. - me dice saliendo de la cocina - Robert ha descuidado mucho las constructoras de aquí - se sienta en el sofá.

- gracias abuelo, no te defraudare - sonrió con los papeles en mis manos.

- nunca lo has hecho... Y nunca lo harás mi niña - toma mi mano y me sonríe llenandome con una simple sonrisa de amor.

He querido estas empresas desde que mi abuelo me dijo que Robert las había descuidado y están a punto de quebrar, pero, Emily Reynolds se encargara de esto.

Es viernes, un día soleado en Los Angeles, 3:30 de la tarde, perfecto para ir a visitar a Robert. Mi abuelo me acompañara por si las cosas se salen de control.

Voy entrando al edificio resguardada por 4 hombres y mi abuelo, entro al elevador mientras pienso las palabras correcta para destruir a Robert, en este bello día.

57, 58, 59, 60
Llegamos al piso 60, la oficina de mi padre, miro que su asistente se levanta admirada al verme, siempre ha trabajado con mi padre y también aveces le tocaba cuidarme cuando a mis padres le importaba un bledo todo de mi.

- Emily - dice mientras intenta detenerme.

Abro bruscamente a la oficina de Robert, esta de espalda viendo la ciudad, creo que es una terrible manía de mirar por la ventana y perdernos en nuestros pensamientos.

- tienes 3 horas para desalojar todo de aquí. - le digo sin piedad, sin importar que alguna vez él fue mi primer amor, mi príncipe azul, mi mundo, pero así como lo fue, ahora, es el hombre que más me ha hecho daño en mi vida, el que me demostró que el amor más sincero y el mas puro puede herirte y esa herida va creciendo hasta que mueres en vida.

Se voltea y me mira. - que dices? - se acerca furioso.

- esta es mi oficina ahora. - le sonrio.

Robert no lo puede creer, solo me queda viendo como si no entendiera nada de lo que esta ocurriendo.

- no

- si, - lo contradigo

- Emily, necesito esto, tengo un pequeño que cuidar la señora Licohn nos dejo y...

- ya ya - levanto mi mano de manera que deje de hablar - no me interesa Robert - le sonrio sarcásticamente - solo te estoy diciendo que estas fuera del imperio Miller, - le enseño los documentos.

- Fernando te las dio. - queda admirado. - todo esto es mio, yo he trabajado por estas empresas.

- pero así como trabajaste duro para que funcionara, así las estas destruyendo. - dice mi abuelo detrás de mi. - te dije que no iba a dejar sola a mi nieta y que te ibas arrepentir de lo que le hiciste. - mi abuelo enciende un puro y se sienta en unas de las sillas de la oficina de Robert.

Cruzo mis brazos esperando a que Robert reaccione de todo lo que le estamos diciendo, pero al parecer no lo puede asimilar, sus ojos se encuentran con los míos y miro como están de inundados de lagrimas.

Da un paso hacia delante, y camina.
- bienvenida, a tu casa mi niña - dice cruelmente.

Trato de hacerme la fuerte, solo son unas simple palabras de un hombre que no vale la pena.

Me quedo sola con mi abuelo en la oficina, mi abuelo me aconseja de como recuperar las empresas de Robert.

Luego de resolver asuntos dentro de las oficinas, nos dirigimos a comer. Estos últimos meses mi abuelo ha sido mi compañía en los viajes, lo encontré en una cafeteria de Argentina y desde ese entonces a sido mi compañero de viaje.

Video hecho por: _Maria_Rojas_ _Maria_Rojas_  ❤

Mi Eterna Amada Where stories live. Discover now