Capítulo 13: "Todo va a salir bien."

2.3K 186 26
                                    

 

Los largos dedos de Harry, pasaban con lentitud las hojas del álbum de fotos, mientras me relataba una pequeña historia respecto a cada una de las imágenes allí guardadas. Risas, bromas y alguna que otra mirada fueron cómplices de ambos. Jamás, en estos últimos días, me había sentido tan feliz. Y todo por el simple hecho de que me hallaba sentada junto a una persona que con unas pocas palabras, me hacía sentir plenamente segura. Como si nada trágico se hubiese interpuesto en el avance de mi vida y todo continuara como usualmente lo hacía.

Nuestros cuerpos se hallaban a escasos metros, y podía sentir su respiración acariciar mi cabello. Sin percatarme, me había acercado a Harry más de lo debido y él no había reaccionado ante ello, sino que prosiguió con su guía turística a través de los lejanos recuerdos de nuestra amistad. Alcé mi vista por unos segundos, chocando con el perfil de su masculino rostro, haciendo caso omiso de sus palabras y concentrándome en observar cada una de sus facciones. Sonreí como acto involuntario y la ronca voz cesó de escucharse al instante. Las verdosas pupilas de Harry alzaron su vista del libro, fijándose en mí y mis ruborizadas mejillas.

—¿Qué pasa? —Preguntó con una media sonrisa, llevándose las manos a su cara, tocando cada parte de ésta, en busca de algún desperfecto. —¿Tengo algo?

Sin decir nada, moví rápidamente mi cabeza de un lado a otro. Mis cuerdas vocales se habían enmudecido por completo, la seguridad que hace minutos se hacía notar en mí, se esfumó en el mismo momento en que sus ojos se concentraron en los míos. Estar con Harry me hacía vivir miles de sentimientos desconocidos, que cada vez se hacían más difícil para descifrar.

—Estás muy callada, Abby. —Su cuerpo se alzó del sofá, elevando su estatura por completo. Se encaminó hacía el pasillo y apoyó su peso en el umbral de la puerta. —¿Quieres tomar algo? —Negué nuevamente con mi cabeza. —¿Enserio? Vamos, pide lo que sea. Si lo tengo, te lo traigo, no es molestia.

—Estoy bien así, Harry. Gracias de todas formas.

Él asintió con su cabeza, no muy convencido, mientras se giraba y desaparecía por el pasillo. Unos cajones abriéndose y cerrándose se escucharon desde la cocina y un tarareo masculino perteneciente a Harry.

Miré para todos lados, mientras movía mi pierna al mismo tiempo que la canción tarareada por Harry. Suspiré, recostando mi cuerpo en el respaldo del sofá, reflexionando sobre lo acontecido en los días previos. Comencé desde aquella noche en la playa, cuando por primera vez conocí con Harry. Aquella noche necesitaba respirar el fresco aire que tanto había echado en falta durante el tiempo que había permanecido ingresada e inconsciente. Necesitaba sentirme libre por unos segundos. Y en busca de esa libertad, encontré a Harry. En ese momento, no sé cómo exactamente su nombre se escapó por mis labios, sólo sé que algo me decía que él había formado parte de mi vida, que él me conocía más de lo que yo soy capaz ahora. Y en cierto modo, estaba en lo correcto. Aquel presentimiento se ha cumplido. Harry conoce cada detalle sobre mí, cada uno de los cuales yo aún no tengo el privilegio de descubrir.

Dirigí mi vista hacía el pequeño álbum de superficie azulada, en un lado de la mesa. Por unos segundos, dudé entre tomarlo o dejarlo, mas no había nada por lo que temer y no era ningún tipo de delito observar imágenes, por lo que me decanté por el sí. Estiré mi brazo, y agarré con mis dedos aquel objeto que mantenía parte de mi vida guardada bajo sus tapas color mar. Lentamente, introduje dos de mis dedos entre las páginas, apunto de abrirlas. No sabía por qué me sentía tan confundida y asustada por cometer mi siguiente acto, pero así era como solía sentirme la mayoría de veces: confundida y asustada.

Remember.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora