CAPÍTULO UNO

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Jared.

Nunca debí abrir esa puerta, es lo que me repito sin cesar una y otra vez. Lilian sólo regresó para desestabilizar mi vida.

Recuerdo que había salido temprano de la reunión del trabajo; querían ascenderme de puesto a Gerente Nacional, lo que significa que debía mudarme a la Capital del País. Dije que lo pensaría… No quería irme sin mi Ana.

Sabía también que Ana vendría hoy a ayudar a mi madre en el jardín y también porque es el primer mes que cumplimos juntos. Me había propuesto hoy hacer el almuerzo, algo especial para ella.

Odio cocinar pero por ella me vuelvo Buddy Valastro.

Mi celular no dejaba de sonar ese día y siempre era el mismo número. No sé cómo pero Lilian había dado conmigo para pelear por el dinero que le tocaba en el divorcio y como buena ex loca; luego de que me insultaba me decía que me amaba y que deberíamos darnos otra oportunidad.
Antes de casarme con ella le hice firmar un acuerdo de "Bienes Separados" así ella no podría tocar mi dinero, pero, con el tiempo descubrí su infidelidad con Andrés, uno de mis amigos. Ella dijo que me daría el divorcio si yo le daba un millón de dólares, a lo que me negué y ella no se lo tomó muy bien.

El divorcio salió un año después, ya que ella se rehusaba a firmar.

Tocaron la puerta de la casa mientras estaba ocupado en la búsqueda de los ingredientes para el almuerzo, dejé todo en su lugar y me dispuse a abrir con una sonrisa pensando en que era Ana, pero, mi sonrisa se borró viendo a Lilian.

No la había visto desde hace mucho tiempo, seguía siendo hermosa. Su cabello rojo ahora lo llevaba largo hasta la cadera, sus ojos verdes estaban muy bien delineados, usaba un vestido rojo bastante ceñido al cuerpo con un escote sobre su pecho y usaba unos tacones altos.

Me sonrió coqueta, pero lo único que quería era que se fuera.

Menuda mierda.

—Hola, amorcito —ella entra sin ser invitada—. ¿No me extrañaste? —me hace un guiño.

Iugh, no.

—Nop —me encojo de hombros—. Escupe tu veneno, Lian —suspiré— ¿Qué quieres?

—Uhm, que duro y cruel eres, Jared —me hizo un puchero y soltó una carcajada— Quiero dinero, estoy en bancarrota y tú me debes.

—¿Por qué debería dártelo? Yo no te debo nada, Lilian —le veo desconfiado.

—Pues, estoy metida en una deuda enorme —comenzó a acercarse a mi hasta acorralarme contra el sillón—, quiero tu ayuda, amorcito.

—Lilian, jódete —le sonreí—. No soy banco y mucho menos tu "amorcito"—hice comillas con los dedos.

—¡Vamos corazón, me debes dinero y también me amas —se alteró y frunció el entrecejo muy enojada.

—¿Yo? ¡Lilian, nos casamos por bienes separados, no te debo nada! ¡No digas que te amo!

—¡Yo no sabía del acuerdo de bienes!

—¿Quieres dinero? — le miré burlón— ¿Por qué no vas a venderte a un prostíbulo? De seguro te pagarán bien la hora.

Eso sí que fue grosero...
Ñeh, no importa.

—¿Por qué no me compras tú? —se acerca mucho más a mí y comienza a jugar con el nudo de mi corbata.

¿Qué?

—Admítelo, aún me amas.

¿Qué, qué?

—Lilian, por favor...

Estaba por contestarle y en un movimiento rápido la puerta se abrió y mi ex esposa capturó mis labios sobre los suyos, le di un empujón y vi a la puerta.

Mierda, Ana.

Ella cerró nuevamente la puerta y Lilian soltó una estruendosa carcajada.

—¿Por esa poca cosa es que no quieres volver conmigo? —me miró burlona— Es una niña.

—¡Lilan, maldita seas! —grité con fuerza y la tomo por los hombros. Ella me mira asustada.

—M-me duele, Jared.

—Me vale una maldita mierda si te duele o no —le miré muy enojado e intensifiqué mi agarre a sus hombros—. No te golpeo como es debido porque mi madre me mataría, pero te diré algo, Perra —ella comenzó a llorar de lo asustada que se encontraba—… Largo o la próxima vez sí te golpearé.

La tiré bruscamente contra la pared, ella me vio muy enojada.

—¡Me vengaré por esto! —abrió la puerta y salió dando un gran portazo.

**

—Te odio.

Colgó.

Mis lágrimas comenzaron a salir, no podía detenerlas, mi dolor era tan insoportable y enorme que no sabía qué hacer. No me dejó darle ni una sola explicación de lo ocurrido.

Ahora me detesta.

Creerá que rompí mi promesa...

Ella creerá que soy igual que todos.

**

Cuando Ana dijo que se iría a la Academia Militar lloré por una semana entera, luego de eso caí en depresión, no respondía a mis mensajes y mucho menos a mis llamadas. Al mes decidí hacer algo importante, no me daría por vencido, ella es mi chica y debo luchar por ella.

Decidí aceptar el ascenso para así mudarme a la Capital —Ahí se encuentra la Academia Militar— y así estar cerca de ella. El jefe me dio un departamento y un auto. Sumado a que ahora tengo el apoyo de Harry… Luego de una dura discusión.

—Muéstreme su cédula de identidad, por favor —un militar me detiene y procedo a darle mi documento de identidad—. ¿A qué viene, Señor Jatar?

—Uhm —trago en seco—… Vengo a ver a la Cadete García, Señor.

—Adelante.

El Mejor Amigo De Mi Tío: Idiota (Book #2)Where stories live. Discover now