El Mejor Amigo De Mi Tío: Idiota (Book #2)

San Valentín

Especial (2/2)

San Valentín.

Ana

—¡Ana, Ana, Ana!— Jared me sacudía no muy fuerte—¡Despierta mujer!

Solté un gruñido y me cubrí con la sábana hasta la cabeza, escuché como soltó un suspiro de fastidio. Sentí como mi novio había tomado la sábana y me la quitó. Me levanté, me talle los ojos y le miré muy molesta.

—¡Quiero dormir!— Le saqué la lengua y este puso los ojos en blanco.

—Mi esposa parece un perezoso—Me sonrojé al escuchar sus palabras.

—Aún no soy tu esposa— Me levanté de la cama y me adentré en el baño.

—¡No, pero lo serás!—Escuché como gritó detrás de la puerta— ¡Te espero en el comedor!

Él se fue y yo hice lo que debía, salí del baño y vi tanto la cama como la puerta... La vi por unos cuantos minutos y medité muy bien la situación.

Me tiré sobre la cama, tomé la sábana y me cubrí nuevamente.

**

—¡Por amor a Dios!—Escuché claramente el grito de Jared desde la sala.

—¡Estoy despierta, estoy despierta!—Salté de la cama y corrí hasta la sala.

Me detuve al ver el camino de flores que iba desde la sala hasta el comedor. Seguí el camino y me encontré con la mesa del comedor decorada con dos platos, dos copas, velas y había un gran ramo de rosas que adornaba el medio de la mesa.

¿Qué día es hoy?

¿Aniversario?

¿Su cumpleaños? No, ya pasó

¿Mi cumple...? No, aún no es diciembre.

¡¿Qué día es hoy?!

—¿Lo olvidaste, Ana?— Volteé y vi que mi oji azul se encontraba detrás de mí. Su ceño estaba levemente fruncido y sus brazos estaban sobre su pecho.

Asentí.

—Feliz día de San Valentín, Dory.

Oops.

**

Jared no me hablo en todo lo que restaba del día. No es mi culpa olvidar las cosas, siendo sincera nunca me ha gustado San Valentín, empezando porque se convirtió en un horrible día Comercial en el cual todo le suben el doble y solo para sacarle provecho a las personas.

—Cariño.

Abrí la puerta del estudio un tanto dudosa, ya eran las 8pm y el hombre no salía de su estudio. Tragué un tanto nerviosa. Lo vi sentado en el escritorio, con sus lentes de lectura y muy concentrado en su laptop.

—Ajá—Ni siquiera me miró— ¿Qué necesitas, Ana?

—¿Vas a cenar?— Tragué con dificultad.

—Vamos a cenar en un restaurante—Por fin me vio a los ojos y me mostró una pequeña sonrisa.

—Vale, iré a arreglarme.

Corrí a la habitación, me duché como un rayo y comencé a arreglarme para la cena. Me coloqué un vestido con escote de corazón, el cual es ajustado hasta el busto y cae suave hasta los muslos. Al terminar yo Jared hizo lo mismo.

Ambos llegamos a un bonito restaurante, elegante y de ambiente extranjero, el mesero nos guió hasta una mesa y nos hizo entrega de menú. Pasé mi vista sobre cada comida. Estaba tan concentrada que di un respingo al sentir un tacto caliente sobre la piel de mi muslo.