CAPÍTULO SIETE

4.8K 352 68
                                    


Jared.



Unos golpes en la puerta me hacen abrir los ojos de golpe.

—¡Ana, despierta! —escucho claramente la voz de Julio—. Son las 2pm, ven a comer.

Observo a mi chica dormir plácidamente sobre mi pecho y eso me hace sonreír. Mantiene un brazo sobre mí abdomen y tiene una de sus piernas sobre las mías. Le acaricio delicadamente el cabello y abre sus ojos para verme con una gran sonrisa.

—Buenos días, Ana —beso la punta de su nariz.

—Buenos días, Jared —susurra y besa mis labios.

—Extrañé un montón estar así contigo —Suspiro lleno de satisfacción y comienzo a repartir pequeños besos sobre su rostro y ella empieza a reír.

En verdad que extrañaba esto. Si soy sincero... Jamás creí que volvería conmigo por el incidente con la perra de Lilian.

Ana se posiciona sobre mí y se sienta sobre mi vientre. Comienzo a acariciar su espalda y bajo para proporcionar caricias en sus espectaculares glúteos. Ahogo un jadeo en cuanto comienza a besar mi cuello para luego subir a mis labios y fundirnos en un suave roce de labios.

Ella baja nuevamente a mi cuello y escucho como suena la perilla de la puerta sabiendo que quieren abrir la puerta. Tomo rápidamente la sábana y la coloco sobre nosotros, no dejando nada al aire ni visible.

—¡Ave María Purísima! —Julio terminó abriendo la puerta pero su grito chistoso nos hace reír a Ana y a mí— ¡Lo siento, lo siento! —cierra la puerta.

Me río escuchando un chillido chistoso que proviene de la cocina.

—¡Volvieron! —la voz de Julio se escucha muy animada.

—¡Yeah! —escucho la voz de Marcos.

—Les pedí ayuda a ellos —le confieso a Ana respondiendo así la confusión con la que me mira.

—¡¿Estaba planeado todo?! —exclama, me toma del cabello y me lo hala un poco.

Debo cortarlo o ella se encargará de dejarme tan calvo como Vin Diesel.

—Si —muerdo nerviosamente mis labios y medito mis palabras antes de contestar—... Es que estaba algo desesperado, Hermosa.

Ella me sonríe.

—No importa, Jared. Y siendo sincera —ella besa delicadamente mis labios—... Yo también te extrañé un montón.

Ah, demonios. Su linda sonrisa me hace suspirar y me sonrojo en cuando mi entrepierna se emociona más de lo debido a la hora de despertar.

¿Hormonas, qué les sucede? ¿Tan enamorado estoy?

**

Decidimos bajar del edificio para disfrutar de la piscina que les proporcionan a los inquilinos. Nos sentamos todos en el césped, entre los árboles junto a la piscina y colocamos una mesa plegable para hacer picnic.

—Estoy tan feliz por ustedes dos —agrega Marcos antes de meterse un trozo de carne a la boca—... Quiero que tengan muchos hijos.

—¡Pido ser el Tío-Padrino! —Julio levanta su cerveza.

—No creo que... —interrumpo a Ana.

—Por supuesto —levanté mi cerveza—. Padrinos de Boda y de los niños.

El Mejor Amigo De Mi Tío: Idiota (Book #2)Where stories live. Discover now