El Mejor Amigo De Mi Tío: Idiota (Book #2)

CAPÍTULO SEIS

Advertencia: +18

Ana.

—Espero que estés cómoda, Anita.

—Estaré muy bien, tío Julio.

Julio es el octavo hermano de mi madre y vive aquí en la Capital en su departamento con su esposo. Sí, leyeron bien... Esposo. Mi tío es Homosexual y los amo a los dos sean como sean, de hecho, Julio y Marcos son unos de mis tíos favoritos.

Julio se parece más a mi abuelo. Es de tez morena, de cabellera negra azabache, ojos color café, de nariz pequeña y algo chata; es delgado, bajito, medio amargado y un amor. Trabaja como decorador de interiores.

Marcos es un amor de persona. Es alto, no tanto como Harry pero sí es una jirafa para mí. Es de cabellera castaña, de orbes color verde y de tez blanca; es corpulento y todo un chico fitness. Su nariz es perfilada y algo grande, típica de un Europeo. Trabaja en como agente de seguros en una de las mejores aseguradoras del país.

Dejé mis cosas en la habitación y me encaminé a la cocina. Al llegar estaban ambos hombres cocinando.

—¡Los Shippeo! —les grito.

—¿Qué tu nos qué? —sonrío en cuanto Julio me comienza a ver raro.

—¿Marcos, le explicarías al tontito este que es Shippear? —digo mientras rasco mi ceja.

—Claro, Ana —Marcos se encamina hasta mi tío y besa su frente—. Cariño, Shippear es que le gusta la pareja que hacemos.

—Ah —Julio ve a su esposo algo sonrojado—... Eso es lindo, Sobrina —me sonríe.

—Sí, pero, miren, machos —tomo un trozo de chocolate que está en la mesa del comedor y le doy un mordisco—... Que yo los Shippee no significa que pueden tener sexo y que yo los escuche.

—¡Ana, por Dios! —Julio se cubre el rostro con sus manos avergonzado.

—Sí, tranquila —Marcos me siguió el juego—. Amor, ahora tendremos la excusa perfecta para tener sexo tipo secuestro —chillo como Fangirl. Marcos se acerca a Julio por la espalda juntando sus anatomías. Una de las manos del esposo de mi tío se va a los labios de mi tío, cubriéndolos por completo mientras que la otra mano se adentra en su camisa.

—Te secuestro, te amordazo y te hago el amor muy salvaje —dice y muerde suavemente la nunca de mi tío.

—¡Oh, Señor Jesús! —me llevo las manos a mis ojos— ¡YAOI!

—¡Déjenme! —Julio se escapa del abrazo de su esposo y sale corriendo a su habitación sonrojado hasta las orejas.

Marcos y yo nos vemos las caras y comenzamos a reír.

—¡Púdranse! —mi tío grita desde el cuarto y carcajeamos más fuerte.

**

—¡No voy a salir, Traidor! —grito detrás de la puerta de la habitación.

—¡No seas infantil, Ana! —me responde mi tío en el mismo tono.

Resulta ser que han invitado a unos amigos de ellos a cenar y a tomar. En eso no hay problema, el detalle está en que nunca me dijeron que Jared era uno de sus invitados a su pequeña tertulia.