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Ana

Me había levantado al no sentir la presencia de Jared, a demás de eso iría a la cocina a buscar agua para tomarme una pastilla para los cólicos.

Mis días rojos han llegado.

Me detuve al escuchar la asquerosa y coqueta voz de Michelle nuevamente.

— Quiero que conozca a su competencia. Toda yo, debe ser envidiada por ella.

Solté un bufido y la vi de pie muy cerca de mi novio

—¿Yo debo envidiarte?—Ambos dirigieron su mirada hacia mí— Que ilusa eres.

Me acerqué hasta quedar frente a los dos

—Un gusto, Michelle Dos Santos—La mujer estiró su asquerosa mano hacia mí. Se quiere hacer la educada y la buena que no rompe un plato.

—Ana García y para mí no es un gusto—Le devolví el gesto, pero apreté su mano con fuerza.

—¡Oye, estas manos son de Spa!—La mujer me miró con el ceño fruncido.

—Me vale una mierda—Me encogí de hombros— Ahora, Anciana—Yo le sonreí burlona, mientras que la pelirroja me miró muy ofendida— Largo o te saco yo a patadas.

—La mujer soltó una gran carcajada—¿Perdón?—Se hizo la ofendida— Escúchame niñita, estoy aquí para recuperar a "MI" hombre, así que la que debe irse eres tú.

Oh...

Acabas de cavar tu tumba.

—Ana, espero que...—Interrumpí a Jared.

—¡Sentado y callado, Jhosep!— Solté un gruñido y este me obedeció. Se sentó en el sillón individual que se encontraba detrás de él.

—Escúchame algo, Silicona Roja—Me acerqué a la mujer y quedamos cara a cara—No te lo voy a repetir más de una vez, así que escucha bien— Tomé aire y sonreí— Vete o te saco la silicona de los pechos con mis propias manos.

—¿Tú me hablas así a mí?— La perra pelirroja me empujó— Todo niño bueno regresa a su casa, estúpida niña.

—Y todo niño sabe que siempre se quedará con el mejor dulce, Anciana.

La mujer estaba dispuesta a pegarme, pero el detalle está en que la pobre no sabe que sé de artes marciales.

Hasta Jared le está rogando a Dios en estos momentos que no lo mate por abrirle la puerta. Ella me miró con ambos ojos abiertos como platos, la tomé de la muñeca y la giré hasta su espalda haciendo una completa llave. Y la guié hasta la puerta, ella no dejaba de quejarse del dolor y gritar.

Abrí la puerta y la tiré fuera del lugar

—Y si vuelves te irá peor, Perra—Le tiré la puerta en la cara y me giré a ver a Jared.

—Pobre de ti si te veo cerca de esa mujer, Jhosep—Lo señalé con mi dedo y este comenzó a asentir— Bien, ahora... Ve a comprarme toallas íntimas, estoy en mis días. Cuidado y me entero que te viste con la pelirroja o dormirás en la piscina del edificio y me encargaré que estés bien el fondo.

—Ahogó un grito—¡Si, sí, sí!

El hombre salió prácticamente corriendo.

Malditos cólicos. Siempre me hacen estar de mal humor.

**

Número Desconocido te ha enviado un mensaje.

-Número desconocido: Me vengaré por lo que hiciste, niña.

El Mejor Amigo De Mi Tío: Idiota (Book #2)Where stories live. Discover now