Capítulo 20

28.3K 1.8K 253
                                    

El viernes estuvimos prácticamente toda la tarde hablando con Travis. Es mucho más de lo que yo pensé, le gustan mucho las matemáticas, quiere ser profesor, sabe escuchar, es muy divertido, académico, centrado y debatiente. Es de ese tipo de persona que va acorde a cualquier conversación, literalmente a cualquier conversación. Hablamos de hasta la inmortalidad de la langosta. No hubo silencios incómodos, no hubo insinuaciones, él se comporto como un amigo, como si nos conociéramos de toda la vida, Lastima que realmente no sabe nada de la mía.

Todo lo que sabe es nulo, ni siquiera le dije de donde venia, no dije ni una palabra de mis verdaderos padres ni de quién era. No dije nada. Solo trataba a toda costa de evadir temas de mi pasado.

Esto es lo que quería evitar relacionándome con otras personas. Mentirles sobre quién soy y de donde provengo no es la forma de empezar un lazo que me encantaría mantener, pero sé que eso no es posible para mí ahora. Mi vida siempre va a ser una mentira para los demás, hasta ya me perturba mentirle a April.

—Causaste muchos problemas, Celina —comentó Dave apenas entré al comedor.

Hoy es lunes. De nuevo Instituto.

Hace días no veo al zopenco y ya empieza con su bravuconería barata. Con el enojo a flor de piel me tome un par de bocanadas de agua y me doy la vuelta para evitar mandarlo a la mierda. Intento ser callada y obedecer, pero cuando se trata de mi tío y mi prima es imposible morderme la lengua.

—No te vayas, come algo y hablemos —propuso el inepto antes de que salga por la puerta. Lo mire de reojo y él agarró como si nada el periódico, mostrando que no lo perturbo ni un poco.

Vino enseguida la señora que cocina a la familia y me puso una taza de té y unas tostadas calientes en el lugar en el que ya debería estar sentada, solo que no lo estoy, sino que veo al hombre que esta retándome de alguna manera, como si recordara la última vez que discutimos y hubiera recogido los dos huevos que le faltaban para combatir a todo aquel que se atreviera a meterse en su camino.

A esta hora se supone que nadie debería estar despierto en la casa, ni siquiera amaneció. Así que el imbécil solo se despertó antes para molestarme.

—Voy a llegar tarde.

—Yo te llevo.

—No quiero que me lleves. Ya no hay nada de qué hablar y no tiene sentido perder mi tiempo —Gire sobre la punta de mis pies y salí de la casa.

No es esto lo que quería, las cosas deberían ser diferentes. Debería estar en este mismo momento yendo caminando feliz y contenta a la estación de autobuses, pero no, solo estoy en la entrada de la casa con un nudo en la garganta y unas ganas de llorar de la maldita impotencia. Si no estoy siendo amenazada por Jessi o sus amigas, estoy siendo atosigada por su padre. No puedo estar tranquila en ningún sitio y los únicos recuerdos que tengo de momentos en los que estuve contenta fueron con Alice, Donovan y April. Luego, todos están tirándose uno a la vez arriba de mi, para que deje de luchar, para que me quede derrotada en el piso y es agotador tratar de ser fuerte todo el tiempo. Una lágrima se escapo y rápidamente trate de limpiarla con el dorso de mi mano. No voy a llorar por ellos, no voy a llorar en lo absoluto por nadie. Ya llore todo lo que debía en su tiempo, ya no puedo verme débil, ya no soy débil.

— ¿Necesitas un aventón? —Mire al proveniente de la voz y a su Chevy negro, ¿hace cuanto esta aquí?

¿Qué hace aquí?

— ¿Tuyo? Antes prefiero estar en el mismo auto con la muerte —bromeo con él un poco y seguí mi camino hasta la parada de autobús. Esperaba que entendiera que quería estar sola o para ser más exactos, no quería estar con él. No quiero seguir involucrandome.

No confíes en mí © (Terminada)Where stories live. Discover now