Capítulo 51

24.5K 1.5K 347
                                    

 Cada parte de mi empezó a incinerarse. El calor del que últimamente me veía víctima, se apropió por completo de mi cabeza y ni siquiera mi cuerpo sabía bien lo que hacía, solo tenía una misión.

Donovan.

Lo quiero cerca

De todas las formas humanas posibles y tal vez, las que no lo son, solo necesitaba todo lo que pudiera recibir de él.

Donovan tampoco parecía conseguir suficiente cuando capturó mi cara y su boca atacó la mía.

Aquello no se sentía como un error, ni siquiera cerca, se sentía el lugar correcto con la persona correcta en el momento correcto.

Apenas podía respirar cuando me levantó y volvió a arrinconarme contra la pared, duro y bestia, gemí por el dolor que era malditamente excitante.

Abandonando de forma cruel mi boca, sus labios bajan fieros desde mi cuello hasta mi clavícula, mordiendo ligeramente allí y agarró mis muslos para que me subiera arriba de él, lo hice con gusto y caliente en los lugares esenciales. Puso las caderas entre mi muslo y se empujó despiadado contra mí, sintiendo mi centro aún más húmedo junto con su miembro parcial o completamente erecto, haciendo ese el momento más espectacular de mi vida. Solté un incontenible jadeo y me arqueé contra la pared que mantenía que no me cayera, sumando a eso mis uñas enterrándose en el cuero cabelludo de Donovan.

Él gruñó volviendo a cometer el cruel acto de asesinato entre mis piernas y tomó mi rodilla para que me abriese más a él, ardiendo a través de mi ropa con cada caricia de su mano hacia mi cuerpo.

Estaba paralizada por la lujuria, pero al mismo me sentía lasciva. Mi piel crepitaba con fuego y Donovan tragó con fuerza mientras miraba mi cuello descubierto y bajaba hasta el lugar donde mis pezones estaban obviamente duros y doloridos contra mi fina blusa, estaba siendo tortuosamente tentado y no podía resistirse a eso.

Al encontrarme con su mirada, en sus ojos sobraba el brillo vítreo y mordió su labio como si estuviera pensando su siguiente momento.

Intentaba ser racional

Y no teníamos sexo cuando era racional.

Así que reclamé su boca otra vez, torpe y desesperada. Presioné mis muslos en sus caderas y me froté donde sabía que ambos necesitábamos atención. Donovan gimió contra mis labios e intento muy exiguamente de detener mis caderas en movimiento, hasta que cambió de bando y decidió ayudarme con el movimiento, pero más firme, fuerte y frenético.

Necesitando aire, corté el beso e inhalé por aliento. Donovan gimió en señal desaprobatoria por mi alejamiento, acabando por confirmarme que deseaba esto tanto como yo. Me fijé en su expresión una milésima de segundo, mirándome con un ceño fruncido como si yo acabara de cometer un crimen totalmente castigable.

Aceptaría la pena que él quiera darme sin pensármelo dos veces.

Y así lo hice cuando sus dientes se ubicaron en el pulso de mi garganta, lamiendo, mordiendo y succionando.

«Oh por Dios»

¿Cómo era físicamente posible que un ser humano pueda sentir tales niveles de excitación? Lo mío iba a otro nivel. A otro maldito nivel.

Sus labios acariciaron el lóbulo de mi oreja y pude escuchar de cerca su respiración agitada chocando contra mi piel ardiendo. —Esto no es malditamente común, lo que me provocas... no lo es Celina. Te deseo tanto. Necesito... Necesito tenerte

—Soy tuya —jadeé al mismo tiempo que me separó de la pared alineando nuestras bocas en el proceso y caminando lejos del baño.

Lenta y suavemente me puso sobre el colchón y su cuerpo se mantuvo arriba del mío en todo momento. El recuerdo de su repentina huida de mi cada vez que estamos a punto de hacerlo me atemorizo. —Esta vez no te vayas.

No confíes en mí © (Terminada)Where stories live. Discover now