Capítulo 48

16.8K 1.3K 148
                                    

—Eres hermosa —susurró Donovan despertándome.

Seguíamos en la misma posición en la que nos dormimos la noche anterior. Mi cabeza apenas se movió de su hombro en horas, su brazo debía doler.

Demonios, había descubierto la forma en la que quería despertarme todos los días de mi vida. Sentir su corazón y su respiración debajo de mi cuerpo era armonioso, tranquilizador y maravillosamente espectacular, con cada palpitación podía confirmar cuanto de mal me tenía este chico.

Intenté apartarme, pero enseguida me presiono contra él para que no me moviese. —¿Qué paso con el Donovan nada cursi?

Traté de bromear mientras bostezaba y besando su cuello volví a ponerme cómoda, estaba oscuro afuera en ese momento, ni siquiera sabía qué hora era. ¿Donovan había dormido algo?

—Tienes razón, eres repulsiva —soltó de la nada y yo lo golpeé en su costilla, pero pareció ni molestarse por eso. Donovan me sonrió y besó mi frente causando que terminales nerviosas murieran en el proceso. Era demasiado perfecto despertar así con él.

—Tú también eres hermoso —confesé un poco temerosa. Él no dijo nada, por ello aproveché para tomar el celular de mis jeans y ver que faltaba una hora para las clases—. Tenemos que levantarnos e irnos

Otra vez intenté apartarme, pero él tenía la mano más pesada de la historia para retenerme.

—No —Se limitó a responder y juro por Dios que olfateó mi cabello. ¿Ahora es una clase de perro territorial?

—Sip —Le hice saber golpeando ligeramente su pecho para que me dejase ir, pero no se inmuto. Era un maldito testarudo—. ¿Por favor?

Dio un gran suspiro y me dejo levantarme, como si eso fuera lo más difícil del mundo. Encendí la luz y presté mi más mínima atención a como Donovan se estiraba para desperezarse. ¿Dije que no se puso su camiseta anoche? Estaba a punto de morir por falta de oxígeno.

—¿No tienes una camiseta de hombre por casualidad? —preguntó y miré hacia otro lado aclarando mi garganta, tratando que el calor de mis mejillas se fuera.

Me puse a pensar en su pregunta y me reí, no podía evitar ser irónica a veces y me amaba por eso. Tener la posibilidad de procesar rápidamente una pregunta estúpida y dar una respuesta inteligentemente cruel es mi mejor atributo.

—Ahora que lo mencionas, sí. Me quedo con las camisetas de todos los hombres que duermen conmigo en las noches —contesté entrando en el baño y cerrando la puerta detrás de mí.

Escuché como Donovan prácticamente corrió hacia la puerta que nos separaba, pero no se atrevió a abrirla. -¿Son muchas?

Mojé mi cara y empecé a cepillarme los dientes antes de responder. No podía bañarme con Donovan aquí... o tal vez si podía. —Tengo un armario entero.

Salí del baño y Donovan ya estaba con cara de pocos amigos junto con sus brazos cruzados alrededor de su pecho. Ya empezamos a exagerar. —Chiste malo Alicia.

—Díselo a tu cara, para mí, es graciosísimo —dije buscando una camiseta diferente y otros jeans. Cuando los obtuve miré a Donovan que aún seguía con un gran ceño fruncido.

Caminé hacia él y tomando todo el atrevimiento que tuve la noche anterior, puse mis manos en su cuello, acariciándolo. -¿Me das un beso?

Mirándome como si estuviera matándolo, negó y se mordió el labio para no reír. —No.

—Dame un beso —supliqué

—No —repitió

—Bueno, si así lo quieres... —Lo solté, me giré y él me tomó de la muñeca para voltearme y darme un suave beso en los labios.

Colocó una mano en mi mejilla acariciándome y el arrepentimiento de haberme levantado de la cama había aparecido.

Mordí ligeramente su labio inferior separándome y tomando un puñado de su camiseta, le hablé—: Ve con esta, te queda genial

Me dio un casto beso y se movió hacia la ventana. —Creo que tengo ropa en el maletero

—¿Quién tiene ropa en el maletero? —pregunté burlándome un poco, esperando que realmente estuviera de coña.

Se aclaró la garganta y mordió su labio inferior, sabía que iba a molestarme. —Tengo que estar preparado, ya sabes, cada vez que me quedo a dormir en casa de una chica.

Me estremecí y tomé la almohada de la cama para arrojársela. Él la esquivó y yo maldije sus muy buenos reflejos. —¿Ahora quien hace chistes malos?

En modo de burla me enseño su lengua e hizo un gesto con la cabeza refiriéndose al lugar donde estaba su auto. —Te espero abajo

—No, viene a buscarme Cris, te veo en el instituto...

Mis palabras se desvanecieron en el momento que Donovan se cruzó en mi camino, estaba estorbándome para ir al baño.

—Ni de coña —Frunció el ceño antes de posar su mano en mi cadera. ¿Por qué hacía eso?—. Llámalo y dile que te llevo yo

Sacudí la cabeza y me dio una mirada confusa. —¿Cuál es la diferencia?

—Que yo soy Donovan, él es Cris. No sé porque siquiera lo consideras

Me reí y solté un gran suspiro, ya no tenía caso. —Si, si, arrogante, te veo en el instituto

Lo esquivé, pero volvió a detenerme. Su brazo me agarró por la cintura y me ancló a su pecho. —Llámalo, ¿por mí?

Mordí mi labio superior maldiciendo a Donovan por tener tanto control sobre mí. -Eso es jugar sucio

—¿Quieres ver que tan sucio puedo jugar? —dijo con voz ronca y deseosa.

«Maldición, no. No va a hacerme pasar por lo de anoche otra vez» Juré y lo empujé. Su toque se sentía como una marca caliente, y comprobé que no soy de tener mucho autocontrol cuando de él se trataba.

—Aléjate —Pude decir con la garganta apretada y mis malditas hormonas queriendo tomar el control, cedí—. Está bien, espérame abajo

—Perfecto —añadió bastante alegre. Su sonrisa llegaba a sus ojos.

Rodeé mis ojos y le enseñé mi dedo medio. —No sonrías así, solo será por hoy

—Si, claro —susurró esperando que no lo escuchara, pero lo hice, cuando iba a responder que se fuera a la mierda y que no me iría con él, ya había desaparecido

De repente el momento era el más difícil de enfrentar.

De repente un minuto lejos de él es mucho tiempo.

De repente solo pienso en correr hacia donde estaba él.

De repente sentí que perdí el control de mis actos.

Y no quería entender como llegue a estar donde estaba. No quería escuchar nada racional, no cuando todo lo que me ocurría escapaba de la razón.

Voten <3

Gracias por la preocupación, los amo. Solo tuve una crisis asmática, ya estoy mucho mejor. De verdad, muchas gracias, me emocione al ver como se preocupaban y mandaban apoyo.

Los re-contra re mil amo <3

No confíes en mí © (Terminada)Where stories live. Discover now