zayn, eres gay - ziam

2: GIRAFAS.

— ¡Niall! —

Entré en aquel espacio de trabajo y me senté sobre el escritorio de Ni. Su jefa era una amiga de hace mucho tiempo y me daba la oportunidad de visitarle cuando quisiera.

— ¿Sabías que las girafas se pelean agitando sus cabezas y golpeándose como si sus cabezas fueran pesos atados a sogas? Eso es chingón. —

— Quiero platicarte más de mi corazón roto, podríamos hacer eso en vez de quemarnos nuestras delicadas pestañas pensando como se pelean las girafas que son como los animales menos interesantes del puto mundo. —

— No seas mamón. Perrie está muy triste y realmente me siento mal, digo. Éramos nosotros tres el trío indomable, los mejores amigos. ¿Qué haré ahora que ya cortaron? —

— Seguimos siendo amigos, al parecer es requisito para el 2017 joder las relaciones transformándolas en amistades después. —

Un chico de pelo rizado entró nervioso a la oficina, sentándose en el cubículo frente a Niall.

— ¿Quién es? —

— ¡Oh! El es... Styles..... —

— Harry, me llamo Harry. —

Al parecer estaba prestando bastante atención a la conversación que teníamos.

— Y el es Zayn, Malik. —

— Hola, mucho gusto Harry. Espero que soportes oír a Niall hablar de girafas todo el día. ¿Lo haces? —

— Sí... sí, no es que sea tan aburrido. —

El chico parecía ser lo suficiente atractivo como para causar cierto revuelo en mi interior. Pero no lo creo, digo, no era gay hasta antier que mi ex-novia me lo dijo y lo ... ¿Acepté?

— Entonces, Niall, preparé esta deliciosa pasta para cenar hoy. Mamá estaría muerta de envidia. Cuando vayas a la casa deberías de comprar vino o algo elegante, para celebrar. —

— ¿Qué van a celebrar exactamente? — Cuestionó Harry.

— Que Zayn es un tremendo homosexual. Pero cuando digo tremendo me refiero a TRE MEN DO. La otra vez aprendió 15 coreografías diferentes de girl bands coreanas y no deja de bailar por toda la casa. —

Niall dejó de hablar por que solicitaron su presencia en otra oficina, mientras el se iba no pude no sentirme intimidado por la presencia tan agradable de Harry, era un bizcocho tan digno de mirar que me hacía derretir en mi interior.

— ¿Puedo acompañarlos? ¡Yo también soy gay! ¿De algo podría servir, no? —

Oh. Cielos.