zayn, eres gay - ziam

35: PASTEL DE MANZANA

— Alcanza la canela por mí, hijo. Zayn se enamorará más de ti cuando aprendas esta receta. — Liam compartía tiempo de caridad - solicitado también por su suegra - con Trisha. La cual le enseñaría a hacer una delicia que era la favorita del novio: Pastel de manzana. La cocina nunca había sido un fuerte para Liam, pero con compartir algo de tiempo con su suegra, lo intentaría.

Apenas terminaron sus compras, que también iban un par de cosas para comer juntos, Liam insistió en pagar pero Trisha le ganó, llevándose la cuenta. Sin embargo, Liam se ofreció a manejar.

Durante el camino, cantaron un par de canciones de la radio y al llegar, Liam bajó todas las cosas.

La mañana era preciosa, durante la madrugada había estado serenando y el verde de los jardines de los alrededores de la casa de Trisha era ferviente, más aún por que Trisha había sido permitida de abandonar el psiquiátrico durante un par de semanas. Bajo control psicológico cada dos días.

Apenas terminaron la comida, se sentaron en el jardín, en unas sillas ornamentales. Los pajarillos jugaban en los árboles y Trisha parecía estar un poco sensible.

— Cuida mucho a mi bebé, Liam. El... el significa demasiado para mí. Mi relación con Yaser iba en picada, tener a Zayn en mi vientre significó una oportunidad de mejorar las cosas y de ser mejores personas. — Trisha hacía pucheros, pero evitaba llorar del todo. — Oblígalo a desayunar, siempre recuérdale que es la comida más importante. Si te despiertas en la madrugada y tiene frío, acobíjalo. Dale un beso siempre que puedas. Disfrútalo, hijo. Cuando menos pienses, será muy tarde. —

— Lo haré con mucho gusto. — Liam le miró apaciblemente.

— Si adoptan un niño... o una niña inclusive, debería llamarse Victor. O Victoria. Es un nombre precioso. — Suspiró.

— Puedo preguntar, ¿Por qué le gusta tanto ese nombre? Si bien recuerdo, también le sugirió a Niall ese nombre. —

— Zayn no fue el único... — Trisha respiró profundamente. — ... poco antes de saber que el poblaba mi interior, estuve embarazada lo suficiente para saber que sería una bonita niña. Victoria. — Sus palabras se ahogaron. Iba a llorar.

— Así está bien. — Liam tomó la mano de Trisha y terminaron de comer en cuestión de minutos, para ponerse a hornear.

Ya por la tarde/noche, en la entrada de la casa, Trisha le dio un fuerte abrazo a Liam.

— Cuídate. Cuídense. Cuídalo mucho. Los quiero, mis bebés. — Volvió a abrazarle.

Liam regresó a platicarle a Zayn lo lindo que se había pasado el día y todas las insistencias de su mamá de andar con cuidado en la vida.